AUNQUE LAS ENCUESTAS ANTICIPABAN DIEZ PUNTOS DE DIFERENCIA, SE IMPUSO 51,64% A 48,36%

Larreta le ganó a Lousteau por tres puntos y será el próximo jefe del gobierno porteño

En la antesala de las PASO nacionales, el PRO logró retener su bastión político por un margen menor al esperado y por eso festejaron todos. Hasta Scioli intentó capitalizar el resultado

Por una estrecha e inesperada ventaja de 3,28 puntos, Horacio Rodríguez Larreta (PRO) le ganó ayer a Martín Lousteau (ECO) 51,64% a 48,36% y se convirtió en el próximo jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Subido al resultado, aunque envuelto en un clima de mesura debido a la corta distancia entre los dos candidatos, Mauricio Macri volvió a aprovechar la victoria de su delfín para apuntalar su precandidatura presidencial, y en la antesala de las primarias presidenciales sorprendió con un discurso en el que valoró algunos hitos de los gobiernos kirchneristas.

En una jornada en la que la suma del voto en blanco y los anulados se mantuvo en los niveles históricos para las segundas vueltas porteñas, el discreto margen entre los dos candidatos se convirtió en el dato político que les permitió festejar a todos. Al PRO porque, pese al susto, retuvo la Ciudad; a ECO porque se convirtió en la segunda fuerza porteña desplazando al kirchnerismo; y al Frente para la Victoria (FpV) porque Macri quedó golpeado de cara a las elecciones primarias nacionales, dentro de apenas tres semanas.

De las 15 comunas porteñas, nueve quedaron para ECO y seis para el PRO; aunque Larreta que perdió más de 28 mil votos entre la primera vuelta y el ballottaje hizo la diferencia en las comunas del norte y compensó así el resto de los resultados. En el centro, oeste y sur de la Ciudad la distancia entre ambos fue de alrededor de tres puntos para uno u otro lado, mientras que en el norte con especial peso de Recoleta el macrismo llegó a sacar 20 puntos de ventaja.

El PRO sintió el golpe del resultado ajustado, y luego de que las encuestadoras grandes perdedoras de la jornada le auguraran una victoria por alrededor de diez puntos, debió salir a ajustar su discurso. "Ganar por un voto es ganar", repetían como un mantra en el búnker de Costa Salguero. También, buscando fuerzas para la batalla que viene, destacaban que Larreta le ganó al candidato de todos los demás presidenciables.

Daniel Scioli pareció darles la razón en ese punto e intentó capitalizar el resultado de Lousteau. Lo llamó para felicitarlo y aprovechó para cuestionar el discurso de Macri. "Confunde", aseguró, después de que el jefe de Gobierno asegurara que en una eventual presidencia del PRO mantendrá políticas kirchneristas que en su momento no apoyó en el Congreso, como las administraciones estatales de YPF y Aerolíneas Argentinas.

Los festejos en el búnker de Lousteau aportaron el contraste de la noche. A pesar de haber perdido, los militantes de ECO (alianza que integran UCR, la Coalición Cívica, Confianza Pública y los socialistas) parecían más alegres que los macristas. La primera reacción en el Palais Rouge adonde Ernesto Sanz se subió al escenario con clima triunfalista en ausencia de Elisa Carrió apuntó contra quienes habían operado insistentemente para que Lousteau se baje del ballottage y los consultores que habían pronosticado una distancia de diez puntos.

Además, en ECO lamentaron los 89.444 votos en blanco, por los que responsabilizaban a los pronunciamientos de Myriam Bregman y Luis Zamora, y a la remozada pantalla de la urna electrónica, que ayer mostraba la opción para no votar a ningún candidato mucho más visible que en la primera vuelta.
Sin embargo, y si bien los votos en blanco aumentaron de 44 mil en el último ballottage a 88 mil ayer, la suma de los blancos y los anulados (103.963) se mantuvo en los niveles de las segundas vueltas de 2003 (96.145), 2007 (105.379) y 2011 (94.663). Ese dato apenas permite concluir que la boleta electrónica favorece el voto en blanco en desmedro del anulado.

A 21 días de las paso presidenciales, el otro dato que dejaron los porteños tiene que ver con la importancia de la polarización kirchnerismo - antikirchnerismo. Con el FpV enfrente, el PRO ganaba los balotajes por 20 puntos de diferencia. Ayer, frente a un candidato de otro signo político, esa distancia se redujo y durante varias horas se volvió preocupante para el macrismo.

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