Un gigante del transporte ferroviario en el continente busca quedarse con las privatizaciones del sector. Grupo México es el primer grupo internacional de grandes capitales que se mete en la venta de empresas públicas en Argentina pero espera cambios en el RIGI para invertir.
La compañía ya manifestó su interés por quedarse con el Belgrano Cargas, el San Martín y el Urquiza y planean una inversión en el mediano plazo de u$s 3000 millones para poner en condiciones al menos las dos principales líneas (Belgrano y San Martín) que abarcan más de 9000 kilómetros en operación.
Si bien no tienen un monto total aún ni plazos concretos, estiman que en 15 o 20 meses va a mejorar la eficiencia de la red de carga junto con las inversiones en la red.
La empresa mexicana, que es socia de Union Pacific en Estados Unidos, está interesada además en quedarse con las tres partes de las compañías: material rodante, talleres y vías.
Sin embargo, el CEO de GMXT (la división ferroviaria de Grupo México), Bernardo Ayala, advirtió que es un factor fundamental que el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) incluya modificaciones que permita que se incluya a las empresas públicas. La expectativa es que a través de una reglamentación se pueda incluir en el régimen a las empresas privatizables. La inversión ferroviaria en sí estaría incluida ya que el Régimen incluye a la infraestructura.

Mientras tanto, esperan los pliegos. Según habían asegurado desde el Gobierno a El Cronista, los pliegos se conocerían hacia finales de noviembre o principios de diciembre, con el objetivo de adjudicar las líneas en marzo. Aún no se conocieron los pliegos, pero el Gobierno confía en que estarán este mes, aunque podría extenderse a febrero. Estos incluirán los costos de transporte y un factor fundamental, los derechos de paso.
La expectativa del Gobierno al dividir las empresas es que cualquier compañía que cuenta con el material rodante pueda usar las vías pagando un derecho de paso. Para las tres líneas esto es un factor central, ya que recorren zonas productoras agrícolas, mineras y energéticas. Incluso grupos empresarios locales se mostraron interesados en armar un pool para participar de la privatización, en especial de la codiciada Belgrano Cargas. Empresarios que no están vinculados con la privatización pero cuentan con material rodante esperan con ansias las novedades.
Desde GMXT están interesados en quedarse con las tres partes, pero admitieron que aceptarían en el caso de quedarse solo con dos.
Lo cierto es que consideran que el negocio será rentable y, si bien no dieron números, confían en que la ganancia será la suficiente para permitir la reinversión. El crecimiento del sector minero en particular en el norte del país alimenta esas expectativas.
Según explicó el CEO del grupo, la red que tienen en México y parte de Estados Unidos está integrada y registran ventas por u$s 3000 mil millones al año. La red que desarrollaron en México, también luego de un proceso de privatización, cuenta con más de 11.000 kilómetros de vías que transportan 8 millones de toneladas, lo que explica el 30% del total de la carga que se transporta en México entre trenes y camiones.
“Un tren puede tener hasta 300 contenedores, con 25 toneladas cada uno y andar hasta unos 100 kilómetros por hora. En Argentina, la velocidad promedio de la carga es de 15 kilómetros por hora”, explicaron desde la empresa e ilustraron que un viaje ida y vuelta a Jujuy puede tardar 20 días.
La línea que ven con mayor urgencia es la San Martín, que requerirá mayor inversión en todos los ramales porque fue en la que menos se invirtió y agregaron que las conexiones a las mineras están muy deterioradas y faltan vagones y locomotoras. En su explicación, la normalización de esta línea permitiría además el mejor intercambio entre las provincias proveedoras a las mineras. Una oportunidad similar ven en los proveedores hacia Vaca Muerta.

Desde la compañía insisten en que el costo del transporte de carga es muy superior al de la región, incluso superándolo en más de un 40% mientras que la diferencia con el costo de tonelada por kilómetro es del 80% respecto de Estados Unidos. Otros también interesados en los trenes sostienen que la diferencia de costo entre el transporte de carga en tren respecto del flete es de aproximadamente 30%.
Están interesados en traer la maquinaria desde Estados Unidos ya que en su relevamiento advirtieron que muchos trenes no podían hacerse de los repuestos de origen chino. Trabajan además en líneas de crédito de bancos estadounidenses orientados al comercio exterior para financiar las inversiones.
¿Riesgo argentino?
Ayala aseguró que las reformas impulsadas por el Gobierno motivaron la decisión del grupo a invertir en el país. “Escuchamos lo positivo que se habla de Argentina y sobre los cambios de la administración actual y lo que puede venir”, dijo Ayala a la prensa.
El empresario además aseguró que en esta nueva etapa “se va a necesitar infraestructura moderna, eficiente, que dé lugar a mover más mercancías de todos los tipos, producción agrícola, minera (en especial cobre y litio). Y para eso se tiene que dar el ferrocarril”.
También confió en que el buen vínculo de Argentina con Estados Unidos en este momento: “Nos hace sentirnos más cómodos por la relación que ya tenemos con Estados Unidos”.
Consultado sobre por qué invertir en Argentina, Ayala sostuvo: “Ya tenemos la experiencia de cómo implementar procesos de manera rápida y ágil para levantar la red ferroviaria en un tiempo relativamente corto y empezar a generar eficiencia. Nosotros estamos apostando a impulsar la economía Argentina. El impulso de ese crecimiento que está abriendo la puerta. Este cambio de Gobierno, estas reformas, queremos participar y no estamos apostando por un solo público sino a varios productos que se pueden mover: agrícola, minero, energía”.
El “riesgo” de la Argentina, tras los cambios o congelamientos de tarifas en servicios, expropiaciones, salidas de concesiones, entre otros, consideran que quedó atrás aunque piden por la seguridad jurídica que implicarían para la inversión los cambios que piden en el RIGI.
Si bien en México trabajan con una red integrada con Estados Unidos, no consideran que se vaya a dar un escenario así en la región, pero si aspiran a ganar conexiones con Chile, también motivados por el crecimiento de la minería y con quienes ya mantienen conversaciones.



















