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Con motivo de la celebración de San Cayetano, el santo del "pan y el trabajo", el arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Jorge Ignacio García Cuerva brindó una dura homilía que comenzó a las 11, frente al santuario en el barrio de Liniers, y en el que apuntó contra el Gobierno por la frágil situación socioeconómica en la que vive gran parte de la población: "No existe peor pobreza que la que priva de la dignidad del trabajo".

Y continuó: "No nos queremos conformar, soñamos con más y mejor trabajo para todos y todas porque no existe peor pobreza que aquella que priva del trabajo y de la dignidad del trabajo a su pueblo."

En ese marco, García Cuerva reclamó: "No nos podemos resignar a que nuestros chicos y familias más pobres vivan a polenta, fideos y arroz"

El flamante arzobispo, que asumió hace poco menos de un mes, consideró que si bien el índice de desempleo en el primer trimestre de este año "ha sido del 6,9%, y puede ser más bajo que en otros períodos de la historia argentina", no hay que "conformarse" y sí "pedir más".


El pedido del arzobispo García Cuerva

En ese eje también remarcó: "Hoy en San Cayetano estamos pedigüeños: hoy como cada 7 de agosto te pedimos trabajo, pero vamos por más: te pedimos mejor trabajo, te pedimos mejor pan, te pedimos más salud, te pedimos paz para nuestro pueblo; y lo hacemos con mucha fe, a pesar de la exclusión, de la inflación, del desencanto y de los sueños rotos", planteó.

Asimismo, dedicó gran parte de su homilía a los "grandes laburantes no siempre reconocidos ni valorados" y pidió por un "trabajo digno, bien remunerado" para ellos. García Cuerva llamó a pensar en todos aquellos que viven en situación de precariedad con "trabajo mal pago, en negro o trabajo esclavo" que los "aleja de familiares y amigos".

"Le pedimos a San Cayetano un trabajo digno bien remunerado; le pedimos paz para nuestro pueblo atravesado por la violencia de la inseguridad social y económica; la inseguridad de no tener un futuro alentador, ni esperanzas para los hijos y nietos; le pedimos políticas públicas que reconozcan el esfuerzo y la actividad de tantos hermanos que se desloman todos los días", expresó el monseñor en otro tramo de su alocución.

También destacó el trabajo de los recolectores: "Pienso en quienes trabajan en el reciclado juntando cartones muchas horas al día, y que con mucho esfuerzo los suben a sus carros, los venden, y así llevan el pan a sus mesas familiares", ejemplificó.

Al momento del cierre, García Cuerva citó palabras del Papa Francisco al decir que "en una sociedad realmente desarrollada, el trabajo es una dimensión irrenunciable de la vida social".

"No es sólo un modo de ganarse el pan, sino también un cauce para el crecimiento personal para establecer relaciones sanas, para expresarse a sí mismo, para compartir dones, para sentirse corresponsable en el perfeccionamiento del mundo, y en definitiva, para vivir como pueblo", explicó, al tomar las palabras del sumo pontífice.

De la celebración también participaron organizaciones sociales, como el Movimiento Evita que selló la conmemoración con una foto del arzobispo y un claro mensaje: "Los movimientos populares celebramos a San Cayetano junto al arzobispo de Bs As, monseñor Jorge García Cuerva y el obispo auxiliar de Bs As, Gustavo Carrara, bendiciendo las herramientas de trabajo de la economía popular."

El responsable de la diócesis de San Isidro y titular de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, también se sumó al reclamo por un mayor reconocimiento a las y los trabajadores más vulnerables. "Hay cientos de trabajadores en la economía popular, cartoneros, feriantes, vendedores ambulantes, changas de pintura y de albañilería, etc. Ellos se ven sometidos al maltrato de opiniones que vienen desde posturas de mente y de corazón de mucha insensibilidad e incomprensión", posteó en un largo hilo de Twitter.