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CORDOBA (Enviado especial).- "No quiero una alianza con Massa ni con ninguno de los nombres que llevaron a la Argentina al fracaso. Acá hace falta un gobierno como el de Córdoba de Juan Schiaretti, un gobierno amplio, dialoguista y una coalición amplia". El que habla es el flamante gobernador de Córdoba, el peronista Martín Llaryora para dar los primeros indicios de lo que hará el peronismo cordobés con el reciente triunfo ajustado en la provincia para llevarlo al plano nacional.
Ante unas elecciones polémicas y aún sin resultado del escrutinio total de las mesas Llaryora se da por ganador ante Luis Juez de Juntos por el Cambio y reitera una frase trillada: "La proyección es irreversible. El tema es así, cuando me toca perder soy una persona leal y honesta. Ahora nos tocó ganar", dijo el hasta ahora intendente y electo gobernador de Córdoba por apenas 3 puntos de diferencia.

Llaryora durmió unas pocas horas y en las primeras horas de la mañana partió al humilde barrio Cornú, en las afueras de Córdoba para inaugurar dos aulas de la escuela Horacio García desde donde lanzó un mensaje a eventuales contrincantes nacionales de Schiaretti, su padrino político, de cara a los comicios presidenciales.
Eventuales acuerdos
"Los nombres de un acuerdo nacional a esta altura deberían ser otros. Es que los que están ahora nos llevaron a la Argentina al fracaso. Acá en Córdoba tenemos un gobierno con dirigentes del radicalismo, el PRO, el socialismo. Es una coalición amplia. Queremos que esta coalición amplia llegue a la Argentina. Hay que intentar con la máquina de sumar y no de restar. Hay espacios agotados", dijo Llaryora.
"No pienso en una alianza con Massa. Pienso en Juan Schiaretti presidente. No pienso en otro para sacar a la Argentina adelante. El que me llame está bien. Cuando ganas te llaman de todos lados. Pero yo sólo pienso en Schiaretti presidente", reiteró Llaryora en la recorrida por el barrio Cornú.

Al evaluar las proyecciones de su elección provincial en las presidenciales de octubre con la fórmula Schiaretti y Florencio Randazzo, el electo gobernador de Córdoba fue taxativo: "seguimos discutiendo líderes de la Capital Federal. Si alguno ve lo que hizo Schiaretti en Córdoba sería distinto. Argentina sería distinta. Acá se respeta la ley, respeto institucional, se defiende la producción y se respetan los fallos judiciales y a la producción. Por eso espero que el gobernar la Argentina se le de a Schiaretti".
Es desde esta misma perspectiva que Llaryora destacó que "las opciones que gobernaron a nivel nacional gobernaron con un modelo de grieta. Por eso creemos que se necesita un gobierno como el de Schiaretti. No venimos con el odio. Acá proponemos y no vivimos del insulto o el odio".
Por este mismo motivo, el electo gobernador cordobés dijo que "todos los presidentes los ponen desde Buenos Aires y ahora lo estamos planteando al revés. Al candidato a presidente lo ponemos desde acá. Para que tenga una mirada federal y del interior".
Resultados de Córdoba
Sobre el ajustado triunfo electoral y el escandaloso conteo de votos que aún no cerró por completo Llaryora dijo que el peronismo "no tiene nada que ver con la Junta Electoral que depende del Poder Judicial, nosotros no tenemos nada que ver con eso". Y se molesta duramente contra Juez y Juntos por el Cambio. "No nos reconocen un triunfo totalmente legítimo. La carroña no sirve. Se empiezan a decir cosas que no son reales", dijo.

En vistas el futuro gobierno que armará cuando asuma en la provincia de Córdoba Llaryora dijo que es "un hombre de diálogo. Tengo otra actitud, de diálogo, de respeto". Dijo que la clave de su triunfo fue haber armado "el partido cordobés", el de la nueva generación para hacer transformaciones. Todo esto lo expresa por una cuestión central: "La culpa del fracaso es de los gobiernos y el fracaso es la grieta. Córdoba es todo lo contrario. Si Argentina se gobernara como Córdoba sería otra cosa".













