El economista Eduardo Curia opinó que el origen de muchos de los problemas actuales es que hay un dólar barato, y aseguró que no podrá corregirse la política de restricciones a la compra de divisas y a las importaciones sin una devaluación.

El siguiente es el diálogo de Curia con El Cronista:

¿Las restricciones al dólar y a las importaciones alimentan la desaceleración económica?
Esas medidas de racionamiento tiende a molestar el flujo productivo y el abastecimiento de consumo, debido a que se va más allá de una retracción de bienes sibaríticos, para afectar a un amplio conjunto de bienes. Es un dato que juega a favor de la desaceleración económica, y en el sector industrial esto es muy contundente.

Pero serían responsables del superávit comercial...
Ese resultado de la balanza comercial no se debe sólo al racionamiento, sino que se explica por la desaceleración económica.

¿Qué salida ve a la actual política para el mercado cambiario?
No se puede adecuar la política cambiaria sin una actualización del tipo de cambio de cierta importancia, como propuse a fin del año pasado.

Las reservas que se obtienen por las restricciones, ¿no se pierden por otras cuentas?
La política cambiaria busca convertir al Banco Central en comprador privilegiado y casi único de divisas. Con esto el BCRA ha logrado en lo que va del año una buena cantidad de dólares. No obstante, no logra aumentar las reservas, ya que esas compras inciden muy poco en el stock. Esto responde a varios factores, como los pagos a organismos. Hubo goteo de depósitos en dólares de los bancos, que impacta en los encajes en dólares que integran las reservas. También se ha devuelto parte del préstamo del Banco de Basilea para cubrir reservas el año pasado. Pero el núcleo duro es el abaratamiento del dólar en los últimos años, que repercute en decisiones de portafolio que son salida de capital. Esto produjo la caída de reservas del año pasado y que este año crezcan poco.

Junto con el freno económico, ¿es esperable una desaceleración de la inflación?
En términos de de inflación efectiva, el aumento se ha desacelerado. De todos modos, mientras que no se aplique un esquema antiinflacionario explícito, la Argentina está condenada a tener inercia inflacionaria, e incluso en la desaceleración económica, la inflación va a seguir siendo alta. La puja de ingresos, el choque de costos, es un factor de traslado en el tiempo, y crea un núcleo de una resistencia extraordinaria, aun con desaceleración económica.

¿Qué medidas recomienda?
Creo que las insuficiencias macro tienen a esta altura una gravedad que no se puede menospreciar y están requiriendo un enderezamiento. Han pasado 6 meses del nuevo Gobierno, y los retos macro siguen fuertes, en tanto que no existen las condiciones más propicias que hubo en otros tiempos. Por eso yo hoy no recomiendo, sólo analizo.