

Juntos por el Cambio se anotó un poroto. En medio de la campaña electoral, logró poner contra las cuerdas al oficialismo en la Cámara de Diputados con un tema que viene siendo promesa de campaña desde las elecciones del 2021: modificar/derogar la Ley de Alquileres. ¿Cuáles son los desafíos que tiene la coalición opositora para que la jugada llegue a buen puerto?
En medio de una sesión en la que la Cámara se aprestaba a avanzar con la aprobación de un conjunto de leyes de baja intensidad, Juntos por el Cambio puso la Ley de Alquileres sobre la mesa y logró forzar una sesión especial para avanzar con su modificación. Le puso fecha y hora: el 23 de agosto a las 12. Nada menos que diez días después de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). El día no es (ni parece) azaroso.
Ese fue uno de los principales motivos por los que desde el Frente de Todos -Unión por la Patria a nivel nacional- optaron por no firmar el pedido de sesión especial que propuso el jefe de la bancada radical Mario Negri junto con la diputada del PRO Silvia Lospennato.
"No nos íbamos a autoemplazar para dentro de 45 días, en una jugada que la armaron para tapar sus grietas internas", dijeron desde la bancada oficialista al ser consultados sobre la decisión de no sumarse al convite que se hizo en medio de la maratónica sesión que se celebró este miércoles.
Por "grietas internas" se referían a que dentro de la bancada en la que conviven 116 diputados (más José Luis Espert), había posturas divididas en torno a varios de los proyectos que se votaban. Entre ellos, aquel que intenta darle un alivio a los tomadores de Créditos UVA, herramienta impulsada durante el gobierno de Cambiemos.
La lectura que hace el oficialismo es sencilla: Juntos por el Cambio "hizo política electoral" con la Ley de Alquileres, tema que afecta a cerca de 9 millones de personas y que, como describió el jefe de campaña de Patricia Bullrich, Hernán Lombardi, al pedir que se trate (sin éxito) la derogación de la ley sancionada en 2020, se encuentran "absolutamente sufrientes porque se retiró la oferta".
El objetivo de Juntos por el Cambio, que viene usando una y otra vez la Ley de Alquileres como promesa de campaña, fue exponer al oficialismo. Lospennato -que aspira a renovar su banca en la lista de Horacio Rodríguez Larreta- no ocultó la intención.
Cuando propuso presentar un pedido de sesión y hacerla circular entre los presidentes de bloque, Lospennato argumentó: "Así, el que no firma, le tiene que explicar a la sociedad por qué no quiere tratar la Ley de Alquileres".
Pasadas las 20, Negri leyó desde su banca la lista de los bloques que se habían sumado con su firma al pedido de sesión y -a modo de chicana- remató: "Queremos hacerle extensible al Frente de Todos, también, si quieren firmar la nota, así ya saben todos los argentinos que el día 23 a las 12 estamos acá en el recinto resolviéndoles uno de los problemas más importantes. Están invitados a acompañar con la firma, si quieren".
Hubo silencio de radio por parte del oficialismo.

El futuro de la Ley de Alquileres
"Primero que pasen las PASO", reconocen desde Juntos por el Cambio cuando se les pregunta por la estrategia a seguir para que la jugada prospere. En medio de los cortocircuitos que atraviesa el espacio que aspira a ser Gobierno el 10 de diciembre, la celebración de las internas será un hito.
Pero además, la coalición opositora tiene un doble desafío si quiere que la jugada no fracase. El primero de ellos es que puertas adentro conviven fuertes diferencias en torno al asunto: habrá que limar asperezas.
Están aquellos diputados que piden ir directamente por la derogación de la ley sancionada en 2020, y que se retome el Código Civil y Comercial. Otros, en cambio, piden la modificación de determinados puntos o la derogación de artículos específicos de aquella ley.
Por caso, aquel que llevó a tres años los contratos, junto con el que establece que la actualización del monto de los alquileres sea anual, y según una fórmula que resulta de la combinación entre el índice de inflación y el de salarios (Ripte).
El segundo desafío que tendrá Juntos por el Cambio es sumar a al menos una parte de los "bloques del medio" para, primero, reunir el quórum que habilite la sesión. Y, segundo, si el Frente de Todos decide bajar al recinto, imponer, al momento de la votación, su dictamen. Aquel que se firmó hace un año, y que contó con el acompañamiento del Interbloque Federal y Provincias Unidas.
Para poner en marcha la sesión, en Juntos por el Cambio estiman que, además de los 117 diputados (contando a Espert) propios, sumarían a seis de los ocho de los que integran el Interbloque Federal. Además, confían en que los tres libertarios que responden a Javier Milei, también den el presente, al igual que los dos rionegrinos de Juntos Somos Río Negro (que integran Provincias Unidas).
Si esos cálculos se cumplen, a JxC todavía le faltarían algunos diputados más. Es por ello que, según pudo saber este medio, apuntan a corregir algunos de los ítems del dictamen firmado el año pasado para hacerse del acompañamiento de los dos diputados del Partido Socialista, que forman parte del Interbloque Federal pero que tienen sus reparos con el dictamen, al igual que los dos misioneros de Provincias Unidas.

Otro monobloque que tienen en la mira es el MPN, que integra el exMPN Rolando 'Rolo' Figueroa, recientemente electo gobernador de Neuquén. Este ganó la elección tras sellar un acuerdo con una parte de Juntos por el Cambio de esa provincia.
En el último bloque en el que Juntos por el Cambio podría pescar adhesiones es en SER: allí conviven Felipe Álvarez y Claudio Vidal. El primero fue candidato de Juntos por el Cambio en las elecciones a gobernador de La Rioja. El segundo también está anotado en carrera por la gobernación de Santa Cruz. Ambos se referencian en Horacio Rodríguez Larreta.
Los riesgos de la jugada
Si Juntos por el Cambio no sortea los dos desafíos corre el peligro que la sesión del 23 jamás se ponga en marcha. O bien, que se inicie, y que se imponga el dictamen de mayoría, impulsado por el Frente de Todos.
Este texto mantiene el grueso de la ley vigente e incluye una serie de incentivos fiscales para incentivar la oferta de inmuebles y así bajar los precios de los alquileres.
Previendo que la jugada no salga bien, en Juntos por el Cambio se encargaron que la fecha sea una vez pasadas las PASO. Así, podrán usar el tema en la campaña, más allá de que el desenlace no sea el esperado.
Ley de Alquileres: ¿qué dicen los inquilinos?
"Desde la Federación de Inquilinos Nacional queremos expresar nuestra preocupación por las consecuencias que puede generar la modificación de la ley de alquileres que piden las inmobiliarias", advirtieron desde la Federación de Inquilinos Nacional, a las pocas horas de conocerse la jugada de JxC.
Y recordaron que el dictamen de la oposición plantea que los contratos de alquiler sean de dos años, con posibilidad de que sea por uno. Asimismo, alertaron que prevé aumentos semestrales del monto y que "se elimina cualquier índice para que el mercado decida cuánto aumenta".
Para la federación, "no hay dudas de que se agudizará la crisis habitacional y social", por lo que aseguraron, a través de un comunicado, que harán "todo lo que esté a nuestro alcance para evitar este retroceso en derechos conquistados y que la vivienda en alquiler sea un derecho".














