Entrevista a Cúneo Libarona

El único pedido de Milei, la relación con la Corte y cómo planea agilizar la Justicia

El futuro ministro de Justicia dialogó en exclusiva con El Cronista y explicó las principales medidas que llevará a cabo. El plan para la autarquía del Poder Judicial, los nombramientos de jueces y la semiprivatización de las cárceles.

Mientras es entrevistado en el living de su departamento, Mariano Cúneo Libarona no para de moverse. Busca hojas para ejemplificar una de sus propuestas y muestra algunos libros de colección de diferentes juristas. A partir del 10 de diciembre será ministro de Justicia de la Nación, y dice que "a los 62 años nunca me imaginé estar en esta situación", pero considera que "todos tenemos que hacer un enorme sacrificio para levantar este país".

El futuro funcionario del gabinete tuvo sus primeros contactos con Javier Milei desde antes de su lanzamiento a la política: "Siempre tuve un buen concepto de él. Lo conozco desde Corporación América [de Eduardo Eurnekian] y nuestras participaciones en Animales Sueltos". Luego, afirma, lo siguió a la distancia, pero en el pasado mes de junio comenzaron a hablar para diseñar las propuestas para la próxima cartera de Justicia.

"Fue su firmeza y la honestidad intelectual que le vi lo que me decidió enfrentar este nuevo desafío. Él es libertario en lo económico y yo soy libertario en lo jurídico, ya nos complementamos muy bien", indica a lo largo de su extensa entrevista con El Cronista, en donde abordó las principales nociones que tiene sobre el estado de la Justicia actual y las medidas que buscará implementar en su gestión.

- Le toca asumir en un momento en el que tal vez la Justicia no está precisamente bien vista. ¿Qué análisis hace de esto?

- Es injusto que ocurra esto. Hay muy buenos jueces, pero los pocos malos jueces han mancillado el honor y la credibilidad de todos. Hay que darle herramientas legales y estructurales para que los jueces puedan, con independencia, con división de tareas y de poderes, llevar a cabo su tarea. Pero no me gusta la imagen que hay hoy. Hace 50 años, cuando yo era chiquito y papá era fiscal de la cámara, era un honor. Tenían chapa blanca, papá entraba al colegio y la gente lo miraba... hoy no existe esa situación. Yo quiero que se reponga ese homenaje.

- Hay bastantes factores que incidieron en esa imagen negativa...

- Sin dudas. No es razonable los tiempos que se manejan hoy. Tal vez por el cúmulo de tareas, la enorme desprolijidad de no nombrar jueces y que tengan a cargo dos o tres juzgados. Terminan siendo equilibristas, no jueces. Hay juzgados en tribunales orales que no tienen jueces, cámaras de casación y del crimen vacantes. Hay que hacer un doble esfuerzo para resolver la inoperancia de los últimos años, que se han bloqueado los nombramientos.

- ¿Milei le pidió algo en particular?

- Me encomendó independencia y división de poderes, nombramientos por idoneidad, es decir, sin amiguismo ni política; y basta de operaciones políticas. Para mí fue música. Yo lo escucho hablar y comparto todo. Cuando se habla de los libertarios, Javier se refiere a la parte económica, pero hay libertarios que cambiaron el mundo que son propios del derecho como Montesquieu. Es decir, la división de poderes, el control de pesos y contrapesos en el espíritu de las leyes. Esto es mi convicción, mi vida [dice mientras señala un ejemplar original versionado al francés de De los delitos y las penas de Cesare Beccaria]. Yo podría ser un abogado de la City, de los mejores; pero acá está el triunfo. Quiero que las ideas libertarias, las ideas de un Estado chico que se dedica a sus funciones esenciales, la propiedad, la justicia, la seguridad, la salud, esas ideas trasladarlas al derecho.

- La judicialización de la política y la politización de la Justicia conviven con el mismo vigor desde hace años, ¿a qué lo atribuye?

- Yo se lo asigno a la enorme injerencia del poder político en la Justicia y todos sus ámbitos. Todos designan amigos políticos. Nosotros tenemos que lograr que haya jueces libres, que actúen sin presiones, sin coacciones, sin que los cuiden del juicio político, sin que los asusten con el dinero ni intervengan. Lo único que tiene que haber es libertad para los jueces.

- ¿Y qué propone para que eso ocurra?

- Estamos trabajando en muchas reformas. Queremos juicios rápidos y en plazos casi matemáticos. Debe haber un control permanente de la Cámara sobre los plazos del Tribunal y poner un umbral específico para terminal la etapa de instrucción. También implementaremos en todo el país el sistema de enjuiciamiento, que ya es ley, pero que hay que hacerlo efectivo. Buscaremos hacer nombramientos de los jueces idóneos y establecer el tribunal por jurado en todo el país. Las audiencias de conciliación inmediatas en los procesos civiles y comerciales deben poder resolverse en los primeros 15 días de iniciado, tal y como se podría hacer en el 50% de las veces. Eso agiliza otras causas y permite concentrarte en las realmente complejas. También vamos a buscar que haya equilibrio en las leyes laborales.

El futuro ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.

- ¿A qué se refiere?

- Hay enormes preocupaciones en los empresarios producto de las multas y la inseguridad jurídica laboral. Yo creo que tenemos que facilitar un país que pueda crecer mediante la generación de trabajo y que haya inversiones, pero sin dejar de proteger a los trabajadores. Por un lado, tiene que hacer un registro para beneficiar a los empleados y que estén todos registrados. Y por el otro podría formarse un fondo de desempleo con multas por despido para proteger al desocupado, aunque todavía eso está en estudio.

- ¿Qué planea hacer con la Inspección General de Justicia?

- A la IGJ hay que hacerla de nuevo. Ese organismo tiene que facilitarle al empresario y a la sociedad la inscripción, algo que hoy no pasa.

- ¿Ya tiene el nombre?

- Sí, no te lo voy a decir, pero es una persona notable. Quiero crear un organismo transparente, rápido y totalmente digital. Que puedan registrar una sociedad desde su casa y que sea público, no oculto. La quiero dejar brillando y de ahí que pase directamente a la Ciudad de Buenos Aires, que ahí debiera pertenecer.

- En su plan de gobierno electoral plantean el autofinanciamiento del Poder Judicial, ¿cómo crearía esos fondos?

- Eso lo pregona mucho Milei y lo estamos estudiando. Sería brutal si lo logramos, porque le sacaríamos un peso enorme al Estado y le daríamos libertad al juez, ya que no estaría dependiendo del sueldo del Poder Ejecutivo. Sobre los fondos, hay mil variantes propuestas. Es un proyecto que tiene Milei y que le ha dado algún miembro de la Corte Suprema, que pasa desde las tasas, los decomisos, las costas, los depósitos, las quejas y los bienes que se han rematado. Hoy todo eso va al Estado. La pregunta es cómo se nutre el Poder Judicial de fondos genuinos para poder autoabastecerse, porque eso tampoco es un ingreso fijo. Es un tema muy interesante y que nos seduce, pero primero vamos a ir al nombramiento rápido de jueces, el juicio por jurados o analizar el tema de las cárceles, que es fundamental.

- ¿Qué harán con los pliegos de los jueces que ya están?

- Es una vergüenza que haya un 35% de vacantes de jueces en todo el país. Lo que vamos a hacer es analizar pliego por pliego, despojado de todo interés político y amiguismo. Lo único que pedimos es que no hagan los nombramientos ahora que después vamos a elegir a los mejores jueces. Acá hacen falta jueces honestos y criteriosas, porque si tiene esos dos conceptos lo va a aplicar a sus fallos. Hoy tenemos una muy buena camada de jueces y estamos mejor. Yo entré en la Justicia en 1979, conocí cuatro camadas y te diría que estamos en la mejor, pero con una imagen peor a la que existía en esos años.

- ¿Cómo será su relación con la Corte?

- Vamos a cumplir la Constitución. Según la ley, soy el contacto del Poder Ejecutivo con la Corte, y esta va a trabajar independiente. Tiene cuatro jueces buenísimos.

- ¿Tratará de que sean cinco?

-Sí, hay que nombrar un nuevo juez. No voy a decir en quién estamos pensando... los medios publican gente que no conozco ni están en carpeta, y que supuestamente van a ir a la Corte.

Cúneo Libarona con los cuatro ministros de la Corte Suprema.

- Y en cuanto al nuevo procurador...

- Es una vergüenza que no se haya nombrado a nadie en los últimos años, porque no solo maneja el Ministerio Público Federal, sino que también la política criminal. Entonces es fundamental hacer efectivo a alguien. Tenemos un nombre que hemos planteado, que hasta ahora no ha recibido mayores observaciones porque es intachable: no tiene ni una amonestación en el colegio y todo lo que hemos recibido de comentarios de los fiscales es fantástico. Nosotros queremos a alguien que maneje su trabajo en forma absolutamente independiente al Ministerio de Justicia.

- En las últimas semanas se menciona el rol que tendrá el foro contencioso-administrativo para la resolución de las eventuales cautelares, ¿qué piensa al respecto?

- Acá hay una ficción tremenda que crearon los medios. Si vos mandas una ley, se supone que hay una ley constitucional, válida, legítima y estudiada, no vas a mandar un mamarracho. Luego, tiene un primer análisis en Diputados, en el Senado y después pasa al Poder Ejecutivo, que tiene posibilidad de veto y su promulgación. Si esa ley viene analizada, ¿la cámara la va a declarar inconstitucional? Si mandás un mamarracho sí, obvio. Pero si lo que se tramita es legítimo y tiene reposo en la Constitución, no la pueden cuestionar. A mí no me preocupa tanto esa parte.

- La Libertad Avanza no tendrá representantes legislativos en el Consejo de la Magistratura, ¿cómo intentarán impulsar sus propuestas en ese ámbito?

Nosotros vamos a sacar las cosas, porque la razonabilidad tiene que llegar a la Argentina. Esto lo tienen que entender todos los partidos. Y si no, ustedes nos van a ayudar a ponernos sobre la mesa. Vamos a tener el apoyo social. Nosotros vamos a proponer cosas y personas sensatas. No quiero una máquina de impedir en la Argentina. Quiero una máquina de hacer. Entonces esto lo tenemos que compartir todos. Si son tres, dividido en tres pedazos, tenemos que trabajar todos para el mismo fin.

- Hay causas delicadas desde lo político, como las que van en contra de Cristina Kirchner. ¿Hay alguna postura sobre estos casos?

- Yo no intervengo, eso es tarea del Poder Judicial. Como dije antes, independencia. Yo no voy a pisar los tribunales.

- Aunque seguramente reconoce que todavía hay disputas políticas que se dirimen en ese terreno

- Sí, pero no me parece razonable que existan persecuciones ilegítimas e infundadas. Hay que poner a la justicia en la ley y la Constitución. Esto de que la política está dentro de la Justicia es viejísimo. [Francesco] Carrara en los 1800 decía 'cuando la política entra a los tribunales, la justicia se va por la ventana'. El tema es el grado de injerencia. La indicación de Javier Milei es independencia absoluta, y vamos a eso. ¿Es mejorable la Justicia? Claro, pero confío en que tenemos muy buenos jueces en todos los ámbitos.

- ¿Cómo planean aliviar la tremenda crisis carcelaria que hay hoy en día?

- Con lo que hay hoy no se alcanza para cubrir la población carcelaria. Además, no están terminadas varias cárceles, como en Coronda y Marcos Paz, y nadie les destina plata a los presos. La superpoblación afecta tanto en su situación de salud como en su posibilidad de progresar, dado que no hay cupos para todos los cursos de estudio. También hay otro resorte, que es analizar la privatización en un sistema de participación, porque nosotros podemos cederla a una empresa nacional o internacional, hacer la cárcel, ocuparse de la comida o la vestimenta; pero como Estado no podemos delegar la seguridad y el control.

Temas relacionados
Más noticias de Mariano Cúneo Libarona

Las más leídas de Economía y Política

Destacadas de hoy

Noticias de tu interés

Compartí tus comentarios

¿Querés dejar tu opinión? Registrate para comentar este artículo.