

Apenas unas horas después del duro rechazo del Senado al DNU que el gobierno promueve para desregular la economía el presidente Javier Milei dio instrucciones precisas a sus funcionarios para avanzar en Diputados con el proyecto de ley Omnibus acotado y acelerar ese debate cuanto antes.
Según pudo saber El Cronista de fuentes calificadas del Gobierno, el ministro del Interior, Guillermo Francos convocará en las próximas horas a los jefes de bloque de partidos aliados al gobierno para empezar a armar masa crítica y apoyo por la ley Omnibus y el paquete fiscal.
"No hay que perder tiempo y debemos avanzar en acuerdos para tratar de aprobar cuanto antes la ley Omnibus", dijo un encumbrado funcionario de la Casa Rosada.

De esta manera, el gobierno se dispone a convocar con Francos y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, a los jefes de bancada de Diputados de La Libertad Avanza, la UCR, Hacemos y el PRO. Por ahora no habrá diálogo con los bloques opositores a ultranza como el socialismo, la izquierda o Unión por la Patria. Esto refuerza la línea de confrontación dura con la oposición.
La jugada cuenta también con la mano del presidente de la Cámara baja, Martín Menem quien en las últimas horas también recibió instrucciones de la Casa Rosada para avanzar cuanto antes en la ley Omnibus.
El nuevo proyecto contempla 200 artículos a diferencia de los 644 originales, un paquete fiscal para llevar alivio a las provincias y un amplio menú de reformas profundas para el Estado.
Evaluación del impacto
En el gobierno evaluaron en las últimas horas que el rechazo del Senado al DNU era "previsible". Dicen que la decisión de poner a debate el mega decreto de Milei contaba con "un rechazo seguro de los ultra K" de la Cámara alta como los kirchneristas.
A la vez, en la intimidad de la quinta de Olivos y en la Casa Rosada el presidente Milei evaluó que el rechazo al DNU podría condicionar la convocatoria al Pacto de Mayo aunque aclararon que para las negociaciones con gobernadores y diputados por la ley Omnibus el revés en la Cámara alta "no afecta" la agenda encarada por el gobierno.
Es que el gobierno aclara que el DNU "sigue vigente" porque no hay rechazo de ambas Cámaras y confían en que en Diputados se podrá frenar la ola negativa del Senado de rechazo al mega decreto.

Es decir que la Casa Rosada seguirá adelante con las negociaciones por la ley de Base y el paquete fiscal que ya empezó a hablar con varios gobernadores y que ayer hizo circular entre los jefes de bancada el borrador.
Ayer, el gobierno dijo en un comunicado que el rechazo al DNU representa "un retroceso" en los planes económicos de Milei, implicará un problema a futuro en Diputados, complicaciones en las negociaciones con los gobernadores por el Pacto de Mayo y ante todo el dilema institucional por un vínculo roto entre el Presidente y su vice.
Sin embargo, al línea de trabajo que imperará ahora se refleja en el último párrafo del comunicado. Allí Milei advirtió: "ha llegado el momento en que la clase política decida de qué lado de la historia quiere estar".
Malestar con la vice y Lousteau
En tanto, en el gobierno ven que Milei sigue teniendo una dura disputa con la vicepresidenta y no digieren aún la decisión "unilateral e inconsulta" de Victoria Villarruel de avanzar con el debate en el recinto del DNU.
Sin embargo, en la Casa Rosada creen que esto forma parte de una "relación personal" entre el presidente y la vice que no se involucrarán a pesar de que la puja tiene consecuencias en términos institucionales.

El malestar de la Casa Rosada se trasladó también al senador radical Martín Lousteau que fue el único que rechazó el DNU. "Es increíble lo cínico y lamentable que puede ser ese muchacho", dijo un funcionario de trato diario con el Presidente.
Hubo a la vez cierto alivio en el gobierno por la dura carta que emitó hoy la UCR con fuertes críticas a Losuetau y un distanciamiento de su postura.














