El Gobierno condiciona los vuelos a Malvinas y pide a Londres una ruta con escala en Buenos Aires
Los isleños pretenden restablecer las frecuencias aéreas a la brevedad. Pero el Ejecutivo condiciona cualquier progreso a la apertura de una conexión directa con territorio continental argentino, y que se levante el veto sobre Aerolíneas.
El Gobierno comunicó al Reino Unido que no está dispuesto a renovar el acuerdo político que posibilitó en 2019 el establecimiento de una nueva ruta aérea ente el continente y las Islas Malvinas, bajo las condiciones entonces dispuestas, y propicia por estos días una negociación dirigida a establecer un nuevo vuelo, bajo otras condiciones que, de antemano, rechazan los isleños.
La semana pasada, a raíz de la difusión de una denuncia contra el exvicecanciller Carlos Foradori por haber negociado en 2016 un acuerdo en supuestas condiciones de ebriedad durante la visita de su homólogo británico, el secretario de Malvinas, Antártida e Islas del Atlántico Sur de la Cancillería, Guillermo Carmona, declaró que "el vuelo entre Malvinas y San Pablo, con escala mensual en Córdoba, se discontinuó", y consideró que dicha conexión "estaba destinada a utilizarse para el recambio de personal de barcos pesqueros e hidrocarburíferos" que actúan con permisos expedidos por el régimen isleño, considerado ilegítimo para el Gobierno.
En rigor, las islas están conectadas con el continente desde 1999 por un vuelo que unía semanalmente, antes de la pandemia, Punta Arenas, en el sur chileno, con el aeropuerto militar de Puerto Agradable (Mount Pleasant), haciendo una escala mensual en Río Gallegos. Dicha ruta se restablecería a partir del próximo 2 de julio. Aparte, la gestión del expresidente Mauricio Macri negoció y acordó un segundo vuelo, puesto en operación el 20 de noviembre (Día de la Soberanía Nacional) de 2019, entre las islas y San Pablo, con escala en Córdoba.
Malvinas: un experto propone llevar a los británicos ante la Corte Internacional de Justicia
Pasada la pandemia y tras casi dos años de vuelos comerciales interrumpidos y decenas de viajes "humanitarios" en su reemplazo, el Gobierno advirtió al Foreign Office británico que la renovación de este vuelo entre Brasil y Malvinas con parada en Córdoba no será prioridad. En su lugar, y a cambio de mantener dicha ruta, la diplomacia nacional propone un nuevo vuelo directo a Malvinas que pase por Buenos Aires.
En el Gobierno sostienen que el vuelo con escala en Córdoba "es una payasada" ya que no resiste análisis económico alguno, siendo que el Aeroparque Jorge Newbery o el Aeropuerto Internacional de Ezeiza harían la conexión más atractiva y rentable para el turismo. "Hay que dejar al mercado decidir cuál es la ruta más rentable", reponen en la Cancillería.
Claro que los isleños, interesados en tener una mayor conectividad con el continente, no quieren ceder ni un ápice de sus pretensiones, y consideran que una escala en Buenos Aires comportaría una modificación del status quo inaceptable. La empresa operadora de las rutas aéreas, Latam, por ahora no ha dado previsiones ni fecha cierta para regularizar los periplos.
De hecho, durante los casi dos años de interrupción de las frecuencias aéreas, los habitantes de las Malvinas se negaron a recibir aviones de Aerolíneas Argentinas, por entender que la llegada de la aerolínea de bandera traería connotaciones favorables al reclamo de soberanía, ya que la compañía "está sujeta a intenciones de caracter político".
Malvinas: el hundimiento del ARA General Belgrano, o el infierno en aguas heladas
Fuentes diplomáticas al tanto de las negociaciones con Londres indicaron que "no hay interés en bloquear las islas", sino que se busca "normalizar el Atlántico Sur" y para ello es necesario barrer con pruritos que se arrastran hace décadas. Dicha normalización también incluiría, además, una reducción del arsenal militar que el Reino Unido mantiene en el archipiélago, contrariando resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
"El único vuelo a las islas habilitado toca territorio continental [argentino] cada dos semanas, y si algún argentino quiere viajar, debe permanecer allí 14 días, lo que hace imposible el comercio, el turismo y las visitas al cementerio de Darwin", explicó un funcionario empapado en el tema. "No existe caso en el mundo que luego de 40 anos de una guerra y sin tensión bélica se mantenga tal nivel de aislamiento", enfatizó.
Por el lado británico, sin embargo, toman nota de los planteos de los malvinenses y anticiparon que no aceptarán condicionamientos antes de sentarse a la mesa a discutir técnicamente la continuidad o no del vuelo Brasil-Córdoba-Malvinas.
Compartí tus comentarios