

La tensión entre el sector agropecuario y el Gobierno se mantiene alta desde que se oficializó una suba de retenciones a ciertos derivados de la soja para cubrir al trigo de un aumento desmedido a raíz del incremento de la demanda internacional para este último sector debido al conflicto bélico entre Ucrania y Rusia.
Además, la falta de gasoil en pleno momento de cosecha llevó a la Federación de Transportadores Argentinos (Fetra) a realizar un paro nacional en las principales rutas del país en reclamo de respuestas para la escasez y los sobreprecios del combustible.
El imprevisto de la falta de gasoil, impulsado también por la crisis internacional de abastecimiento generada por la guerra en Europa, que empujó los valores globales al alza, lo que en la Argentina se ve agravado por el hecho de que casi la mitad del gasoil que se utiliza en el país es importado pese a las altas reservas existentes en territorio nacional que no se aprovechan del todo; suma entonces una presión más al campo nacional.
Así lo ilustró en sus redes sociales el productor de la provincia de Córdoba, Néstor Roulet, quién en su momento también ejerció como vicepresidente segundo de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y fue el exsecretario de Agregado de Valor durante la gestión del expresidente Mauricio Macri.
Roulet, quién produce soja en la zona de Canals, fue contundente con su reclamo al remarcar que de las 100 hectáreas que sembró, "56 son para el Gobierno": "Gasté bastante dinero, las sembré, las cuidé de malezas y bichos, y ahora empiezo a cosecharlas", relató en Twitter.
Y se lamentó: "De las 320 toneladas, 180 se las tengo dar (al Gobierno) puestas en el Puerto. Eso sí: sin caminos, sin gasoil, sin camiones, sin rutas, sin...", se quejó el sojero de Córdoba, haciendo énfasis no sólo en el dinero que el Estado se lleva en concepto de impuestos por su producción, sino también en las dificultades que el sector afronta actualmente.
Entre estas complicaciones no sólo se cuenta la falta y el sobreprecio de gasoil y los Derechos de Exportación que el Gobierno cobra, sino también los caminos en mal estado de los que los productores se quejan y de las dificultades para hacer llegar el producto final al puerto con el paro de transportistas.
En línea con la queja de Roulet, el último análisis de la Fundación Agropecuaria por el Desarrollo de Argentina (FADA) también proyecto en números la presión del Estado sobre el sector agropecuario.
Según la entidad, en el primer trimestre del año el campo le pagó al Gobierno casi 65 pesos de cada 100 que generó: un promedio del 64,9% de la renta de los productores agropecuarios quedó en manos del Estado en forma de impuestos.
Esto implica un aumento del 1,7% sobre la presión impositiva al campo en contraste con el anterior período analizado, el cual cerró diciembre en un 63,2%. En cuanto al análisis sector por sector, el informe indicó una fuerte presión particular sobre el sector sojero con un 69,9% de participación del Estado en sus ganancias. Por detrás corren elmaíz (56,1%), el trigo (58,5%) y el girasol (56,2%).
Pese a que los commodities han observado una suba de precios a nivel internacional, con valores competitivos para el agro argentino, esto no alcanzó para observar una baja o al menos un mantenimiento del porcentaje de participación del Estado en las ganancias de los productores agropecuarios.
Así lo explica la economista de FADA, Nicolle Pisani Claro: "Aún con la importante suba de precios, pesaron más los menores rindes esperados como consecuencia de la sequía, los mayores costos de producción y el atraso del dólar oficial respecto a la inflación, por esto la suba del índice en relación al índice pasado".












