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Tras la aprobación de la Ley Bases, que el Gobierno ve como un puntapié para reformas de largo aliento, el Banco Mundial dio a conocer un informe específico para la Argentina donde destaca los 3 ejes centrales para garantizar un crecimiento de mediano y largo plazo.

El reporte "Relanzando las bases para un crecimiento económico sostenible e inclusivo en la República Argentina" formula recomendaciones de política en tres áreas estratégicas para que el crecimiento sea sostenible y se corte con los ciclos de volatilidad y crisis. En los últimos 70 años, la Argentina vivió el 33% del tiempo bajo recesión, indica el organismo.

En ese marco, el primer punto es sostener la política fiscal como ancla para la economía y evitar el financiamiento monetario del déficit fiscal, además de fomentar la inversión.

El frente fiscal y la inversión

"La pro-ciclicidad fiscal, combinada con la incertidumbre sobre las políticas, amplifica en lugar de minimizar, los shocks económicos, produciendo mayor volatilidad. Reformular el cálculo de indexación de las pensiones para proteger mejor el valor real de las prestaciones frente a variaciones inesperadas de la inflación, fortalecer estabilizadores automáticos como el impuesto a la renta de personas o introducir reglas fiscales sólidas son herramientas contra-cíclicas eficaces" dijo Julián Folgar, economista del Banco Mundial y co-autor del reporte.

El organismo plantea que la volatilidad económica desincentiva la inversión a largo plazo, motor clave del crecimiento económico. A pesar de sus abundantes recursos naturales, Argentina tiene la séptima tasa de inversión más baja de América Latina (20% del PBI en 2021) y una de las tasas más bajas de Inversión Extranjera Directa (1,4% en 2021).

El impacto de la Ley Bases

Consultados por el impacto de la Ley Bases, que fue aprobada por el Senado y deberá volver a Diputados para revalidar los cambios, los economistas plantearon que una de las claves es "la necesidad de que se construyan consensos de mediano y largo plazo.

"Argentina pasó por muchos cambios bruscos, reglas fiscales que no se cumplieron y materia tributaria. A modo de ejemplo, los derechos de exportación se introdujeron en 2002 y hubo en promedio 5 cambios por año en el impuesto. La volatilidad de las reglas ha sido enorme", indicó Folgar.

Exportaciones e integración comercial

Dentro del informe, el segundo eje es profundizar en la integración comercial para generar empleo y aumentar la variedad de productos intermedios y de consumo.

En ese marco, el organismo sostiene que la competitividad de Argentina en los mercados mundiales ha disminuido. El peso del comercio internacional como porcentaje del PIB pasó de 42% en 2002 a 34% en 2022. El número de exportadores disminuyó alrededor del 30% durante este período.

"Para facilitar el comercio exportador, Argentina puede mejorar el acceso al crédito, fortalecer la agencia de promoción de exportaciones y atracción de Inversión Extranjera Directa, limitar al mínimo las barreras no arancelarias y acelerar reformas para mejorar los servicios de logística y aduanas" sostuvo Daniel Reyes, economista senior del Banco Mundial y autor del informe.

Entre los factores que limaron la competitividad están los elevados costos comerciales por los aranceles, los controles de capital y de importación que afectan el comercio, los pocos y simples acuerdos comerciales preferenciales que limitan la integración regional y los procedimientos engorrosos y lentos de trámites comerciales en la frontera, aumentando los costos del comercio internacional.

La educación y el mundo laboral

El tercer punto para el Banco Mundial es invertir en educación y acoplarla al mundo laboral. "El capital humano de Argentina es el componente más importante de su riqueza nacional, pero sus Indicadores de Capital Humano (ICH) han ido empeorando. Si bien el acceso a la educación aumentó en las últimas décadas, los resultados educativos se están deteriorando y los estudiantes argentinos completan menos años de escolarización que sus homólogos de países similares", enfatiza el Banco Mundial de cara a los sectores que pueden además ser nuevos ejes productos, como la economía del conocimiento o la biotecnología.

Hay un dato alarmante en el informe: hoy el 25% de los adultos entre 55 y 64 años tienen título universitario en comparación con sólo el 19% de quienes tienen entre 25 y 34 años, mostrando una tendencia decreciente a participar de la educación terciaria.

El punto de partida

El diagnóstico del informe señala que "si Argentina hubiera crecido al mismo ritmo que el resto de América Latina durante los últimos 50 años, su PBI per cápita sería hoy un 60% superior.

"Durante el último medio siglo, la tasa promedio de crecimiento anual del PBI de Argentina fue sólo del 1,8%, muy por debajo del promedio regional del 3,2%, debido a una persistente inestabilidad económica junto a políticas económicas que han obstaculizado el desarrollo" dijo Reyes.

Luego de un buen momento de crecimiento económico entre 2003-2007, Argentina desaprovechó el momento para mejorar la política fiscal e introducir reformas estructurales que aumenten la productividad, diversifiquen las exportaciones y fomenten la competitividad. A partir de 2010, la economía se caracterizó por un crecimiento promedio del 1,3% anual, con siete años de contracción del PBI. Hoy, Argentina tiene un PBI per cápita similar al de 2007.