

Tras consolidarse como aliado regional de Emanuel Macron, Alberto Fernández hoy partirá desde París rumbo a Bali. El chárter presidencial arribará el lunes por la tarde a Indonesia, donde empezará la cumbre de los 20 países más poderosos del mundo. El canciller Santiago Cafiero viajará con el Presidente. El ministro Sergio Massa se sumará directamente desde Buenos Aires.
El lunes a la noche cenará nuevamente con su "querido amigo" Emmanuel Macron. Los acompañarán otros presidentes y Primeros Ministros, como los de Egipto, India y Senegal, entre otros. El objetivo del encuentro será hacer un scrum global para forzar un alto al fuego en Ucrania.
"Quedamos con el presidente Macron vernos con otros líderes en el G-20 para poder hablar sobre los problemas derivados de la guerra", afirmó el Presidente argentino en París. Lo hizo en una entrevista de la que participó El Cronista.
"Europa debe entender que hay un hemisferio sur, donde no vuelan las balas pero donde se padece el hambre. Los efectos de la guerra son muy dañinos y creemos que a la hora de encontrar una solución al problema bélico el Hemisferio Sur tiene que estar representado. Macron eso lo ha compartido. Tengo una preocupación particular por la cuestión nuclear, por el uso de armas nucleares y la posibilidad que de que se bombardeen centrales energéticas nucleares", afirmó Fernández.

Pero la agenda del argentino también tiene puesto un ojo y medio en los problemas domésticos de la economía. Principalmente, la falta de dólares.
El martes por la tarde Fernández mantendrá una bilateral con el presidente chino Xi Jinping. El miércoles, con la directora del FMI Kristalina Georgieva. Desde Cancillería a su vez trabajan por estas horas para sumar dos mano a mano de peso. ¿Con quiénes? El canciller alemán Olaf Scholz, el Primer Ministro de India Narendra Modi y el Presidente local de Indonesia Joko Widodo. Con el estaodunidense Joe Biden Fernández se verá el martes a la tarde, en un encuentro que incluirá a otros jefes de Estado. A esa cita están invitados los representantes de Alemania, Japón, Australia, Corea y Canadá.
Ahí, Fernández intentará apurar el plan de infraestructura anunciado en junio pasado durante la cumbre del G-7. Se trata de un proyecto que, pese a haber sido dado por hecho en ese momento, quedó en un freezer global.
Dólares y reservas: los problemas locales en la gira internacional de Alberto Fernández
Reunidos en Alemania, las siete principales potencias anunciaron la creación de un gran programa de inversiones de 600.000 millones de dólares para países en desarrollo. De ese monto, los Estados Unidos de Joe Biden prometieron poner alrededor de un tercio. El plan fue pensado como contracara de las obras de la Ruta y la Seda, financiadas por China. Envalentonado después de una performance digna en las legislativas de EE.UU., Biden podría reflotar el proyecto. Al menos eso pretende Fernández.
Respecto a su mano a mano con Xi Jinping, Fernández reiterará de entrada su pedido para poder ampliar el uso del swap chino. Ese acuerdo con el Banco Popular chino asciende a unos 18.500 millones de dólares.
En paralelo, existen menos 17 proyectos de financiamiento de China en la Argentina sobre obras de infraestructura de rutas, las represas de Santa Cruz, la ampliación ferroviaria del Sarmiento y el Belgrano Cargas, inversión en litio en Jujuy y Salta, entre otras.
Con Kristalina Georgieva, Fernández repetirá su ruego para que el FMI perdone los sobrecargos a países deudores. "Son mecanismos muy injustos que afectan a los países más castigados por las deudas. Y el caso de la Argentina es consecuencia de un endeudamiento absolutamente irresponsable. Ayer hablando con Macron le volví a plantear el tema. Le pedí que por favor Francia nos acompañe con el planteo. También Ucrania los está pagando. Este es un muy buen momento para que, como Kristalina Georgieva ha dicho públicamente más de una vez, los programas sean revisados a partir de la guerra", anticipó Fernández en la entrevista que dio el sábado por la tarde en la embajada argentina en París.













