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La estrategia de Alberto Fernández de avanzar con el pedido de juicio político a todos los miembros de la Corte Suprema desató una batalla interna en el Frente de Todos y cristalizó un clima de profunda confrontación entre la Casa Rosada y los gobernadores del PJ que podría generar problemas futuros para el Presidente.

Por errores de la comunicación presidencial, traspiés del mismo jefe de Estado, malestar de mandatarios provinciales y un entramado plagado de tensiones propias de la cúspide de poder, Alberto Fernández dilapidó en las últimas horas su vínculo con uno de los pocos espacios del Frente de Todos que le quedaba intacto: la liga de gobernadores peronistas.

El comunicado de pedido de juicio político a la Corte que emitió la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti anteayer a las 16:09 con la nómina de 11 mandatarios provinciales que supuestamente adherían a la jugada presidencial fue apenas la punta del iceberg de una trama de pujas internas y desplantes que luego se empezaron a vislumbrar con el correr de las horas.

A las 14:57 de anteayer, los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Jorge Capitanich (Chaco) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero) emitían en el Patio de las Palmeras de la Casa Rosada una conferencia de prensa sobre lo acordado con el Presidente para avanzar con el juicio a la Corte.

Pero la Portavoz no lograba confirmar para esa hora a la prensa el listado definitivo de los mandatarios que se habían reunido con Alberto Fernández de manera presencial o virtual para avalar la iniciativa de enjuiciar a la Corte.

Lo que llegó después fue una catarata de desaciertos en la comunicación, desmentidas de una supuesta adhesión, protestas elevadas y quejas de las provincias al poder central.

Los gobernadores del PJ en la Casa Rosada al adherir el pedido de juicio a la Corte
Los gobernadores del PJ en la Casa Rosada al adherir el pedido de juicio a la Corte


AUSENTES Y QUEJAS

El mayor gaffe que protagonizó Cerruti fue haber incluido al gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, en la lista de adherentes cuando este mandatario se encuentra en uso de licencia. En el PJ aseguran que el mandatario chubutense llamó directamente al Presidente para quejarse por esa mala pasada. Y en la provincia sostienen que Arcioni está convencido de que la movida contra la Corte ahuyentará a los inversores extranjeros en el área del petróleo.

Al blooper de Chubut se le añadió la polémica abierta entre la Casa Rosada y el gobernador de Entre Ríos, el peronista Gustavo Bordet que se quejó públicamente por haberlo incluido en el documento contra el máximo tribunal que jamás avaló. "Pudo existir un error porque el gobernador sólo asistió al encuentro con el Presidente de manera virtual y después nadie le dijo nada", explicó a El Cronista un allegado a Bordet.

Lo cierto es que el mandatario de Entre Ríos pegó el grito en el cielo y salió a despegarse abiertamente de ese documento. La jugada entrevió una fuerte interna provincial: mientras que Bordet despotricaba contra el Presidente, este recibió ayer a la diputada peronista de Entre Ríos y presidenta de la Comisión de Juicio Político, Carolina Gaillard, para instruir los pasos a seguir en el Congreso.

El mismo camino de distanciamiento con el gobernador tendrá el diputado peronista Marcelo Casaretto.

Gustavo Bordet de Entre Ríos junto al Presidente
Gustavo Bordet de Entre Ríos junto al Presidente


INTERNAS Y GUERRA DE COMANDANTES

La puja interna del PJ también se cristalizó en San Juan donde el gobernador Sergio Uñac directamente se ausentó del encuentro de los mandatarios con Alberto Fernández y se despegó de la jugada. Aducen sus allegados también que en el fondo Uñac piensa que esta movida de la Casa Rosada alentada por Cristina Kirchner podría ser un peligro para la seguridad jurídica que piden los inversores extranjeros, en este caso en el área de la minería.

El faltazo de Uñac quedó expuesto en la interna sanjuanina cuando exgobernador de su provincia y actual diputado del PJ, José Luis Gioja, salió a criticarlo.

En su cuenta de Twitter, Gioja aseguró que Uñac "nuevamente se dio vuelta como una media" y acotó: "Pasó días quejándose de la Justicia por los fondos que los sanjuaninos vamos a perder. Hoy [por ayer], no firmó el pedido de juicio político contra el titular de la Corte", dijo. La pelea del pago chico en este caso esconde una pulseada por la carrera electoral para la gobernación.

Los gobernadores Bordet, Schiaertti y Perotti
Los gobernadores Bordet, Schiaertti y Perotti

Allegados a Uñac dijeron a El Cronista que el gobernador entiende que los chats que involucran al ministro de Seguridad porteño con funcionarios de la Corte son "de extrema gravedad". Pero aclararon que "la salida no es el pedido de juicio político".

En la conferencia de prensa en la Casa Rosada quedó en claro que los "comandantes" de la jugada de apoyo al Presidente son Capitanich, Zamora y Kicillof. Todos tienen diálogo directo con Cristina Kirchner y fueron de los que más se quejaron hace 10 días cuando Alberto Fernández dio marcha atrás en la idea de no acatar el fallo de la Corte que ordena restituir fondos coparticipables a la Ciudad de Buenos Aires.

Este trio de gobernadores mantiene una abierta pulseada con los gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba) y Omar Perotti (Santa Fe), quienes no sólo no avalaron el documento de juicio a la Corte sino que decidieron ausentarse por completo de la vista del Presidente.

Está claro que la pelea de fondo por la Presidencia se adelantó en el PJ y las provincias de Santa Fe y Córdoba tendrán una gravitación central en las urnas. Por eso, tanto Schiaretti como Perotti entrevén una crisis institucional de alta magnitud en torno al pedido de juicio contra la Corte.

CUATRO MOSQUETEROS

Por afuera del pelotón peronista están los gobernadores de partidos provinciales Gustavo Sáenz (Salta); Oscar Herrera Ahuad (Misiones); Omar Gutiérrez (Neuquén) y Arabela Carreras (Río Negro). Todos ellos encabezan un grupo independiente del peronismo aunque tienen buena relación con el Presidente.

Sin embargo, los cuatro coinciden en que un pedido de juicio político a la Corte puede abrir varios frentes al mismo tiempo y complicar la institucionalidad en la Argentina. Estos cuatro gobernadores dialogaron entre ellos para coordinar el faltazo a la Casa Rosada: coinciden en que el clima de inseguridad jurídica que se desatará en el país podrá ahuyentar inversores, entrevén una parálisis en el Congreso y creen que todo puede terminar mal.

Herrera Ahuad y Alberto Fernández
Herrera Ahuad y Alberto Fernández

Ayer, Alberto Fernández lanzó un operativo contención a estos cuatro mandatarios para lograr un apoyo final en el Congreso en la embestida contra la Corte. De hecho, el Presidente viajó para un acto a Misiones y en el encuentro con el gobernador le planteó la necesidad de hacer frente a "las desigualdades de los porteños frente a las provincias". Por ahora no hay respuestas.

FUNCIONARIOS, A SUS PUESTOS

El otro sector que participó directa o indirectamente de todo este sainete contra la Corte fueron los ministros.

El ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, se desligó del gaffe de Cerruti por la lista mal confeccionada de los gobernadores adherentes. Aunque por la tarde lanzó un comunicado de adhesión al pedido de juicio político que logró con el aval de los vicegobernadores de las provincias de Norte Grande.

Al parecer, De Pedro, que tiene llegada directa a Cristina Kirchner tenía otra ide de estrategia contra la Corte. Pero dejó que el Presidente actúe.

En cambio, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, directamente se ausentó de la reunión con los gobernadores. Aseguran algunos funcionarios de la Casa Rosada que ya se encuentra distante de las decisiones del Presidente y fue relegado por su vice Juan Manuel Olmos.

El ministro de Economía, Sergio Massa, nunca avaló la embestida contra la Corte por el mismo motivo de la mayoría de los gobernadores del PJ: generará inseguridad jurídica y rechazará eventuales inversores.

En el momento en que se reunía Alberto Fernández con los mandatarios para avanzar contra la Corte, Massa lanzaba el Plan Gas y preparaba un listado de temas para llevar a sesiones extraordinarias

Entre esos temas figura el blanqueo, la ley de promoción de agroindustria, el monotributo tecnológico y la reforma a la ley de lavado. Se trata de leyes tendientes a mover la economía y mejorar las arcas del BCRA. Pero Massa dependerá ahora de la batalla que se abrió en el Congreso y es muy probable que esas iniciativas naufraguen por falta de quórum.