

Los tres jueces de la Corte Suprema de Justicia se reunieron esta tarde y definieron por unanimidad dejar firme la condena de Cristina Fernández de Kirchner por la Causa Vialidad. El presidente Javier Milei siguió la expectante jornada desde Israel, mientras que en la Casa Rosada preparan una narrativa oficial para defender la división de poderes y evalúan cómo proceder en el armado en la provincia de Buenos Aires.
Desde el Gobierno se esperaban un fallo desfavorable para la expresidenta y, tal como contó El Cronista, ya ayer comenzaron a evaluar cómo perfilarse ante la Tercera Sección sin Cristina del lado de enfrente en septiembe. Pero en medio de las repercusiones mediáticas, el silencio y distanciamiento primó entre los referentes de la cúpula libertaria: finalmente, una vez confirmada la sentencia, optaron por una narrativa que los desentienda de un vínculo con los K y de la Justicia.
"El Gobierno tiene que acatar lo que dice la Justicia. No puede manejarse de una manera diferente", fue lo único que opinó en la previa del fin de semana el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Él además será uno de los primeros funcionarios en hablar del caso en una entrevista esta noche a las 21. Para prepararla, primero se reunió en su despacho con el asesor presidencial Santiago Caputo. Será después de que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, hable en TN a las 20.
Dos altas fuentes de la Casa Rosada descartaron ante El Cronista que vaya a haber un comunicado oficial de la Oficina del Presidente en relación al fallo de Cristina, aunque sí contemplan organizar una conferencia de prensa con el portavoz Manuel Adorni, recién llegado de Europa, para dar una postura oficial ante la consulta de la prensa en los próximos días -se descarta que sea este miércoles-.

La reacción del Gobierno
Quien rompió el silencio en el Gobierno fue el jefe de Estado, que durante toda la jornada se dedicó a difundir y celebrar su agenda en Israel. Pese a que en reiteradas ocasiones se refirió a Cristina como "la condenada", para este caso desvió el tema: se distanció de la decisión del máximo tribunal en sí para convalidar el rol de las instituciones.
"Justicia. Fin. PD: La república funciona y todos los periodistas corruptos, cómplices de políticos mentirosos, han quedado expuestos en sus operetas sobre el supuesto pacto de impunidad", publicó Milei en X, al tiempo que se confirmó la sentencia.
Aunque en el Gobierno descartan que haya sido un mensaje coordinado, en esa misma línea fue el vocero presidencial, Manuel Adorni. "Muy extraño resultó el ´pacto de impunidad´", ironizó el legislador electo por la Ciudad de Buenos Aires.
La línea más dura contra Cristina la tomó el diputado y el elegido de Milei para la provincia, José Luis Espert: "Años esperamos los argentinos que se confirme lo que ya sabíamos: CFK sos chorra", apuntó en X.
También fue más osada Bullrich, quien se refirió al contenido del fallo: "Tres instancias, cientos de pruebas y todas las garantías del debido proceso. Hubo Justicia. El que las hace, las paga", publicó. Su cartera, además, desplegó desde temprano un operativo en las calles por la masiva movilización que impulsaron los militantes durante todo el día y que avecina escalar.
Los jueces de Macri y la conveniencia electoral
El presunto "pacto de impunidad" fue agitado por el PRO y otros sectores republicanos por la caída de Ficha Limpia y la negociación fallida por las vacantes de la Corte Suprema de Justicia, dado que se le acusaba a La Libertad Avanza de querer "polarizar" con Cristina Kirchner por mutuo beneficio.
En ese sentido, en paralelo al discurso oficial que desmiente ese pacto, puertas adentro en el Gobierno reconocen que en realidad nada podían hacer para interferir en la decisión de la Corte.

"No pudimos ni meter en juez, mirá si vamos a tener incidencia en lo que dice la Justicia", decía una fuente de Casa Rosada en diálogo con El Cronista. "Los que tienen influencia en la Justicia no somos nosotros", agregó, en esa línea, aludiendo al macrismo.
En Balcarce 50 reniegan con que en realidad "no tenemos ninguna intención de polarizar con nadie", según descartó una fuente cercana al Presidente y al tanto del armado. Otra fuente, de todos modos, reconoció que la inhabilitación a ejercer cargos públicos de la expresidenta podría no ser útil en términos electorales. "Es probable que no nos convenga, pero no pasa por ahí; pasa por si es chorra o no es chorra", sintetizaron en diálogo con este medio.
Los libertarios se habían entusiasmado con que en la Tercera Sección, que es la que mayor cantidad de habitantes tiene la provincia de Buenos Aires y donde pensaba presentarse Cristina, sea liderada por un candidato violeta que represente la antítesis de la figura de la expresidenta; especialmente tomando en cuenta que la daban por perdida y consecuentemente la competencia iba a ser ante todo simbólica.
"Excelente noticia", habían festejado desde el oficialismo cuando ella confirmó su postulación días atrás. "Me preparé toda mi vida para competir contra Cristina", difundieron los militantes en redes sociales.

Ahora la elección tomará otro tono. Si bien será decisivo saber quién será quien tome el lugar de Cristina Kirchner en la tercera, las fuentes reconocieron que es muy probable que el perfil del candidato cambie. La idea inicial era que se trate de un representante "hijo de la década ganada", según definieron en Balcarce 50. Ahora tendrán que revaluarlo.
Otro factor que toman como inconveniente es que en la repercusión del fallo es que con la denuncia de "proscripción" es probable que el peronismo agrietado se unifique y fortalezca para las elecciones. "Yo hubiese preferido romperle el orto en las urnas", valorizaron las fuentes.













