Blanqueos en la Argentina: cuántos hubo de Alfonsín a Alberto y cómo le fue a cada uno
Desde que volvió la democracia fue una medida usada por todos los Presidentes excepto Néstor Kirchner. Uno por uno, el que más recaudó, por qué y cuál fue el más conveniente.
Hace 35 años se impulsó el primer blanqueo desde el regreso de la democracia en la Argentina. Hasta ahora hubo seis regímenes para declarar en el país dinero o bienes en el exterior, similares al proyecto actual de senadores oficialistas.
Raúl Alfonsín, Carlos Menem, Cristina Kirchner con dos programas distintos, Mauricio Macri que aprovechó un contexto internacional único y, ahora, Alberto Fernández. Todos diseñaron sinceramientos fiscales para atacar la ‘fuga de capitales', es decir, recuperar los dólares que salen del país o del sistema financiero nacional.
Los blanqueos de capitales siempre tuvieron dos aspectos en común. El primero, que el objetivo siempre fue aumentar la recaudación; lo que explica por qué Néstor Kirchner -que tuvo la mayoría de su mandato superávit gemelo- fue el único presidente desde la vuelta de la democracia que no impulsó un programa para repatriar capitales. El segundo, es que siempre los aprobó el Congreso nacional.
"Este es el blanqueo más caro de todos" - Cesar Litvin
"En término de todos los blanqueos que hubo en la historia este es el más caro de todos. En 2009 la alícuota era entre 1% al 8%, en el de Mauricio Macri iba de 10% al 15%. En el que impulsa el Gobierno ahora es del 20% al 35%", explicó el tributarista Cesar Litvin a El Cronista.
Raúl Alfonsín
"Régimen de Normalización de Impuestos" fue el nombre del primer blanqueo de capitales desde 1983. La Ley 23.495 se aprobó en febrero de 1987.
Sin embargo, no fue la única modificación. Estuvo acompañada de una baja del impuesto a las Ganancias, al patrimonio neto y una normalización del impuesto al valor agregado, más allá del régimen de condonación de sanciones por blanquear fondos.
"Un blanqueo para funcionar requiere de cuatro requisitos. Confianza, fundamental. Estabilidad económica del país. Seguridad jurídica. Y baja imposición para los bienes blanqueados. Por eso la mayoría de los blanqueos se acompañan de otras medidas económicas", detalló Litvin.
- Confianza
- Estabilidad económica
- Seguridad jurídica
- Baja imposición
Los capitales que provenían del extranjero según la ley gozarían del beneficio de "no estar obligados a declarar el origen o fuente de las ganancias o beneficios normalizados" y quedaban: "liberados de toda acción civil, comercial y penal".
Carlos Menem
A comienzos de la Convertibilidad en 1992, Domingo Cavallo, ministro de Economía, a través de la Ley 24.073 anunció la "Modificación del Impuesto a las Ganancias. Impuesto sobre los Activos. Exteriorización de la tenencia de la moneda extranjera, divisas y demás bienes en el exterior". Una vez más el blanqueo fue acompañado de otras medidas fiscales.
"Tráigala de vuelta... y póngala a producir" decían los avisos publicitarios del blanqueo de Cavallo. Los beneficios impositivos duraron cuatro años. En el primero se accedía a una alícuota del 1%, en el segundo ascendía a 1,5%, hasta que a un ritmo de 0,5% adicional por año, en el cuarto era de 2,5%.
Además, "había un sistema de cupones que uno los compraba y podía usarlos si la AFIP detectaba bienes sin declarar en el exterior. Era como un seguro y su costo variaba según en qué momento se entraba", comentó Litvin.
Néstor Kirchner fue el único presidente desde la vuelta de la democracia que en sus cuatro años de gestión no impulsó una norma de esta índole.
Cristina Kirchner
El gobierno de Cristina Kirchner tuvo dos blanqueos. El primero se aprobó a través de la ley 26.476 en 2008 y se efectivizó en 2009. Fue el "Régimen de regularización impositiva, promoción y protección del empleo registrado, exteriorización y repatriación de capitales".
La alícuota para blanquear fondos era del 8% y si se traían al país se reducía a 6%. Igual que la medida que lanzó el Menemismo, el objetivo era que el capital se invierta localmente, por eso si se usaba el dinero para adquirir bienes públicos la alícuota bajaba a 3%.
En este primer blanqueo se exteriorizaron 4300 millones de dólares. Luego, en 2013 llegó la "Exteriorización voluntaria de la tenencia de moneda extranjera en el país y en el exterior" impulsada por la ley 26.860.
En ese momento el Estado proyectó que los argentinos tenían bienes y dinero sin declarar fuera del país por más de u$s 160.000 millones.
La medida tuvo como objetivo vincular los fondos con el mercado inmobiliario. Por eso los protagonistas fueron los Certificados de Depósito para la Inversión Inmobiliaria (Cedin). Una herramienta para usar los fondos en la compra y venta de viviendas.
"Se compraba un título Cedin y con eso uno podía adquirir un inmueble. Toda la plata del blanqueo estaba bendecida para comprar propiedades", precisó el tributarista de Litvin, Lisicki & Asociados, y agregó: "fue un fracaso por la falta de confianza, ingresaron solo 900 millones de dólares".
Mauricio Macri
El gobierno de Mauricio Macri realizó el mayor blanqueo de la historia Argentina en 2016. De acuerdo a la ley, quienes declaraban hasta 19.000 dólares no debían tributar, entre ese valor y 50.000 dólares tenían una alícuota de 5% y si se exteriorizaba un capital mayor una del 10%.
Este blanqueo se hizo en el marco de la puesta en marcha del acuerdo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), para realizar intercambios automáticos de información financiera y tributaria con más de 100 países. En total, ingresaron al país más de 110.000 millones de dólares.
"El blanqueo de Macri se hizo empujado por una recomendación de la OCDE, ese marco lo impulsó a que sea tan exitoso. Todos los países del mundo tomaron una medida similar en 2016", sumó Fernanda Laiún, socia del estudio Laiún, Fernández Sabella & Smudt.
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