En esta noticia

El ajuste fiscal se profundizó en agosto, mes atravesado por las PASO, la suba del 21% del dólar oficial y el anuncio de un paquete de medidas para paliar los efectos de la devaluación. La ejecución del Presupuesto muestra la tarea compleja que el Ministerio de Economía tiene por delante: un ajuste fiscal constante, con una fuerte caída en los ingresos que obligan a más esfuerzos y en momentos en que el ministro - candidato Sergio Massa busca mejorar los ingresos de trabajadores, jubilados y titulares de planes sociales para revivir el consumo antes de las elecciones generales.

El monitor de gasto de la consultora Analytica sigue semana a semana el derrotero del ajuste. Según datos preliminares, hasta el 30 de agosto, las erogaciones cayeron 11% interanual ese mes. Es una caída similar a las registradas en abril, mayo y junio.

En julio, el gasto real aumentó 2%. La excepción puede explicarse por la inminencia de las PASO, pero también por la base de comparación: fue el mes en el Silvina Batakis se hizo cargo del Palacio de Hacienda y prácticamente congeló toda la administración presupuestaria no esencial, mientras el dólar paralelo escalaba y el oficialismo negociaba el desembarco de Massa a Economía. En julio de 2022 comenzó el ajuste, que viajó en trece meses a un ritmo promedio del 14,5% anual por mes.

Así, el gasto devengado (es decir, ya comprometido, aunque no haya sido pagado) acumula $ 23 billones en los 8 meses de 2023, a precios de agosto. Es el más bajo de la gestión de Alberto Fernández. Según Analytica, el nivel de gasto mensual ya es similar al de agosto de 2018, cuando comenzó el programa Stand By con el FMI. El ajuste se profundizó en 2019, las erogaciones se expandieron en 2020 / 2021 y la contracción actual ya es similar a la de la última mitad del gobierno de Macri.

El ajuste en números

El recorte del gasto primario fue el equivalente a $ 6,5 billones en doce meses, a precios de agosto. Se concentró en obra pública ($ 1,6 billones menos), subsidios económicos ($ 1,4 billones) jubilaciones y pensiones ($ 1 millón). Los gastos en Asignaciones familiares, AUH y prestaciones sociales cayeron, en conjunto, $ 1,3 billones, según Analytica.

El ajuste del gasto continuó en agosto, según relevó Analytica de datos oficiales.
El ajuste del gasto continuó en agosto, según relevó Analytica de datos oficiales.

Como contó El Cronista, el Palacio de Hacienda resolvió autorizar solo los giros de dinero que sean esenciales para el pago de salarios, jubilaciones y asignaciones hasta tener dimensión real del impacto del paquete de medidas que anunció Massa el domingo.

Si bien el Gobierno estimó que las medidas equivalen al 0,4% del PBI, o $ 729.000 millones, espera que la devaluación y el nuevo "dólar soja" aporten más recursos y moderen el impacto, vía ingresos. Para la consultora Equilibra, el efecto será algo más moderado, del 0,3% del PBI, o $ 590.000 millones.

La meta invariable

De todos modos, la meta fiscal con el FMI se mantuvo en 1,9% del PBI de déficit primario y el Fondo enfatizó en que serán necesarias más políticas de ajuste para llegar a ese objetivo. El FMI puso el foco en los salarios públicos (luego de un fuerte aumento real en el primer semestre, deberán caer, en términos reales, en la segunda mitad del año), subsidios (más aumentos de tarifas energéticas) y jubilaciones.

Sergio Massa y Kristalina Georgieva, durante la última visita del ministro a Washington.
Sergio Massa y Kristalina Georgieva, durante la última visita del ministro a Washington.

Hasta julio, según datos oficiales, el déficit primario acumulaba $ 2,1 billones, que equivalen a 1,3 por ciento del PBI. Eso daría un estrechísimo margen para alcanzar la meta. "Calculamos que, en lo que resta del año, el recorte del gasto primario en términos reales debería ascender a 14% interanual para cumplir con la meta del Fondo", indicó Equilibra.

Reclamo del Fondo

El FMI estimó una caída de 11 puntos porcentuales hasta diciembre. Ese ritmo sería similar al del trimestre abril - junio, en el que la meta fiscal no se cumplió a pesar del ajuste. "El realineamiento del tipo de cambio y los impuestos temporales (a la compra de dólares para importaciones) deberían ayudar a compensar las pérdidas a las exportaciones ligadas a la sequía, aunque se requerirá un mayor control en los gastos durante el periodo electoral", dijo el Fondo en su último staff report.

"Las autoridades se comprometieron a mayores esfuerzos para actualizar las tarifas de energía en línea con los costos de producción y contener los salarios del sector públicos y pensiones, dados los pasados deslizamientos en estas áreas".

Pedaleo de beneficios

Las empresas comenzaron a bucear en la letra chica de los beneficios impositivos que ofreció el Gobierno en los acuerdos de precios y en los reintegros a pymes por el bono a trabajadores.

Algunas multinacionales demoran la firma de los acuerdos porque el sendero del 5% de aumentos no se condice con el aumento de costos y los impuestos que el Gobierno promete compensar (el PAIS a la compra de dólares, por ejemplo) dependerían de la discrecionalidad del Ejecutivo. Por ejemplo: para comprar divisas para importar, primero se requiere el permiso de importación que el propio Gobierno traba ante la escasez de dólares. Las compensaciones, de esa manera, quedarían para más adelante.