

Segi Lanau, subjefe de economistas del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), advirtió que la Argentina precisa cerrar con urgencia un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y achicar su déficit fiscal para lograr un modelo económico sostenible.

Al basarse en datos proporcionados por el organismo privado internacional, Lanau se expresó a través de Twitter respecto a la situación argentina, donde resaltó que septiembre marcó el tercer mes consecutivo de una "considerable monetización del déficit" en el país.
Este fenómeno de emisión de parte del Banco Centralpara cubrir al Tesoro empuja la alta tasa de inflación nacional, la cual ronda el 52% interanual, y una fuerte inestabilidad cambiaria que se mantiene incluso pese al cepo que el Gobierno impone actualmente sobre la moneda extranjera.
En este marco, Lanau compartió lo que él considera como la solución a esta cuestión: "Un programa del FMI que combine el ajuste fiscal con algunos dólares frescos para ayudar a financiar el déficit fiscal restante". El economista admitió que se trata de un camino "duro", pero resaltó que "es la única forma de estabilizar la economía".
Por otro lado, aunque el país "evitó pérdidas de reservas durante la mayor parte de este año", el economista remarcó que el año entrante la Argentina deberá comenzar a saldar su deuda con el FMI en una serie de pagos que, según los datos del mes pasado, para Lanau "vaciarán la alcancía rápidamente".
En este punto, el especialista del IIF compartió un desalentador mensaje de parte del organismo: "No creemos que la Argentina pueda pasar del primer cuatrimestre del 2022 sin un nuevo programa del FMI", indicó Lanau instando a un acuerdo entre el Fondo Monetario Internacional y la cartera de Martín Guzmán.
Además, el subjefe de economistas del IIF consideró que la asignación de u$s 4.354 millones que el FMI le otorgó a la Argentina en concepto de Derechos Especiales de Giro (DEG) atrasó la necesidad de un acuerdo entre el país y el organismo monetario internacional.
"Para Argentina, la asignación tiene implicaciones para el calendario de un nuevo programa del FMI. Aunque un acuerdo antes de marzo de 2022 es probablemente inevitable, el calendario habría sido mucho más corto sin los 4.300 millones de dólares transferidos en DEG", evaluó Lanau.
El economista comparó este caso con la situación de Ucrania, país donde "la voluntad de las autoridades de llegar a un acuerdo con el FMI sobre la primera revisión del actual Acuerdo de Derecho de Giro se ha retrasado mucho".
Y agregó tanto para Ucrania como para la Argentina, "La asignación de DEG no altera fundamentalmente la necesidad de apoyo del FMI en forma de un marco plurianual, pero ha llevado a una menor sensación de urgencia".
El IIF, a cargo del economista alemán Axel Weber, agrupa a las asociaciones financieras privadas más grandes del mundo, incluyendo principalmente a bancos comerciales y bancos de inversión, además de compañías de seguros y de gestión de inversiones.
No es la primera vez que el organismo que representa al sector privado financiero internacional se diferencia de la política monetaria argentina e insta a una baja del déficit fiscal y la emisión monetaria para controlar al dólar y a la inflación.













