Generación distribuida: las claves para generar energía renovable en tu hogar

El Gobierno destinará este año $ 800 millones para fomentar el régimen de generación distribuida. Las claves de la inversión y el autoconsumo eléctrico

La transición hacia una forma menos contaminante de generar energía les dejará a los usuarios de electricidad en Argentina la posibilidad de ser activos protagonistas en el cambio.

Con $ 800 millones, el Gobierno promociona este año la generación distribuida de energías renovables, mediante la que hogares, pymes, comercios, pequeñas industrias y hasta establecimientos como escuelas pueden generar la energía que consumen y entregar los excedentes a la red.

Los más de 15 millones de usuarios que utilizan la red de distribución (no así los Grandes Usuarios, que compran la energía directamente a los generadores o a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) pueden hacerlo.

El costo de instalación de entre 6 y 8 paneles solares, que son los que se necesitan para el consumo promedio de 300 kWh en una vivienda con cerca de 10 metros cuadrados (m2) disponibles para la generación de energía está en torno a los u$s 4000.

Aproximadamente el 50% corresponde exclusivamente a la obra, la estructura de montaje y el pago de honorarios de un instalador calificado, rubros más caros que cada unidad de los paneles solares o el inverter (que transforma la tensión).

Un solo panel solar de 280 W cuesta algo más de u$s 200 y son todos importados.

En el Presupuesto 2019, se estableció que el Gobierno podrá utilizar $ 500 millones para promocionar el Régimen de Fomento a la Generación Distribuida de Energías Renovables (Ley 27.424, reglamentada por el Decreto 986/2018) y otros $ 300 millones para créditos fiscales.

Los $ 500 millones tendrán como financista al Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), que será el fiduciario del Fondo para la Generación Distribuida de Energías Renovables (FODIS).

Este fondo funcionará durante 12 años como un fideicomiso de administración y financiero, con la misión de otorgar préstamos, incentivos, garantías, aportes de capital y la adquisición de otros instrumentos financieros.

Para acceder al dinero, los usuarios podrán pedir créditos a tasas subsidiadas en bancos públicos y privados, un paso que todavía falta definir porque se está en plena negociación con las entidades financieras.

Según calculan fuentes de la Secretaría de Energía, la inversión inicial se amortiza en unos 10 a 11 años para un usuario residencial y entre 5 a 7 años en una industria, de acuerdo a cuánto sea el autoconsumo y el precio de la electricidad en cada región (en la Ciudad de Buenos Aires es más bajo y en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe es más caro, por lo que en estas últimas jurisdicciones la inversión se recupera más rápido).

La apuesta del Gobierno es que para 2020 se conecten 5000 sistemas por una potencia de 60 MW, y que en 2030 se tenga una potencia instalada de 1000 MW por la generación distribuida, lo mismo que suma al sistema una gran central térmica.

 

Los pasos

El primer paso es solicitarle a la distribuidora la reserva de potencia, que dura un año; una vez lograda, se hace la instalación del equipo y se pide el medidor bidireccional.

Si todo transcurre normalmente, pasa menos de un mes entre el inicio del trámite y la emisión del certificado de Usuario-Generador.

De acuerdo al Calculador Solar que diseñó la Subsecretaría de Energías Renovables y Eficiencia Energética, el consumo promedio de una casa en Capital Federal (300 kWh por mes) se cubre con 6 paneles solares de 280 W cada uno (1,7 kW en total) instalados en 9,9 m2.

El autoconsumo promedio es del 40% y para aprovechar mejor los recursos, los paneles se deben colocar inclinados a 35° (más al norte, donde está el mejor recurso solar, se necesita menor inclinación que en el sur del país).

Con el costo variable actual de Edesur, de $ 2,827 por kWh para los usuarios que demandan entre 151 y 326 kWh al mes, se pueden ahorrar unos $ 2940 anuales.

Eso surge de la generación de 2600 kWh al año (enero y diciembre son los mejores meses, con 275 kWh al mes; junio, el peor, con 145 kWh) y el autoconsumo de 1040 kWh en todo el año, un 40% del total de lo generado y un 28,9% de la demanda promedio anual de una vivienda (3600 kWh).

Del excedente entregado a la red, la distribuidora descontará el mismo valor de la energía mayorista (unos $ 1400 por MWh, actualmente, aunque es un precio que crece de acuerdo a la cotización del dólar y lo que el Estado deja de subsidiar).

Puede suceder que en un mes se genere un crédito a favor de los usuarios, y al siguiente mes se compensará.

En cambio, si existen créditos crónicos (cuando el excedente de energía entregado a la red es mayor al consumo total, entre la energía autoconsumida y la extra que se le demandó en un mes a la distribuidora), cada 6 meses estará la posibilidad de pedirle a la distribuidora que lo abone.

El máximo de potencia a instalar en una vivienda es de 10 kW, que se logra con entre 30 a 40 paneles. En la industria, el máximo será de 2 MW.

Hasta el momento ya hubo 300 solicitudes de ingreso al régimen, y la conexión, por ahora, está habilitada únicamente en la zona de concesión de Edenor y Edesur (Capital Federal y Gran Buenos Aires), EPEC (Córdoba) y Energía San Juan y DEC (San Juan).

Como ya todas las provincias se adhirieron al régimen, en el Gobierno estiman que dentro de 3 meses todas las distribuidoras y cooperativas del interior estarán inscriptas.

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