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Mientras se define la letra chica con el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central comenzó a delinear escenarios que permitan acumular u$s 5000 millones en las reservas este año, uno de los puntales del entendimiento entre el Gobierno y el staff del organismo.
Si bien el grueso de los aportes provendrían del propio Fondo y de otros multilaterales, la entidad que preside Miguel Pesce también espera que se descomprima la demanda de empresas para pagar deudas en moneda extranjera. La letra de la normativa que obliga a refinanciar el 60% de los compromisos no cambiará, pero la autoridad monetaria espera que la firma del acuerdo descomprima esa demanda de dólares y que las empresas renegocien el 75% de sus obligaciones.
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El "25/75" (cancelar un cuarto de la deuda de capital y rollear el resto) es, según fuentes de la entidad, un valor histórico, de "épocas normales". Alcanzar ese escenario permitirá descomprimir la demanda de divisas para desendeudamiento de privados, que fue alta hasta que, en septiembre de 2020, el Gobierno ajustó el cepo y el BCRA publicó la comunicación "A" 7030.
Con modificaciones posteriores, esa norma moderó pero no detuvo el drenaje, al obligar a las compañías con deudas de más de u$s 1 millón a refinanciar el 60% de los compromisos. El régimen "40/60" continuará, al menos, hasta mitad de año. La última renovación fue por seis meses, el 9 de diciembre último.

La "normalidad" se alcanzaría, según los funcionarios consultados, por las mejores expectativas que el acuerdo con el FMI traería al sector privado. El entendimiento con el Fondo -paso necesario, también para renegociar con el Club de París- liberaría crédito comercial a multinacionales que pueden financiar importaciones y exportaciones, que, para el Gobierno se encuentra en pisos históricos.
La renegociación de deudas corporativas también descomprimiría la demanda de divisas en momentos en que consultores dudan sobre el aporte de la agroindustria, por condiciones climáticas. Para el Banco Central, sin embargo, los mejores precios de los commodities compensarían la baja en la producción y permitirían sostener el ingreso de dólares de la exportación.
Las reservas netas están al límite: Eco Go estimó que rondan los u$s 144 millones. La sequía de dólares hizo que el Gobierno pidiera a las empresas postergar las importaciones de bienes de consumo.
Desendeudamiento
Según información del Banco Central, las empresas iniciaron un fuerte proceso de desendeudamiento desde el tercer trimestre de 2019, que se acotó con la comunicación 7030. Entre el tercer trimestre del 2019 y el mismo periodo de 2021 (último dato disponible), la deuda externa del sector privado cayó u$s 6857 millones, u 8%. El grueso, u$s 5921 millones ocurrió hasta el cepo XL. En los primeros nueve meses de 2021, 3000 empresas renegociaron vencimientos por u$s 1800 millones. Así y todo, las reservas brutas no crecieron, aun con cosecha récord.

Buena parte de la deuda saldada en estos últimos dos años fue financiera. El stock financiero (separado de la deuda comercial, que suele ser de cortísimo plazo y se renueva constantemente) bajó u$s 4129 millones, de u$s 45.675 millones a u$s 41.546 millones. De esta suma, el 59,5% consiste en préstamos con casas matrices o bancos y otro 37% corresponde a obligaciones negociables.
Para este año, el Banco Central proyectó vencimientos de capital de 50.103 millones de dólares. El 68% (u$s 34.144 millones) son deudas comerciales a cortísimo plazo, que correrían riesgo si no hay acuerdo con el FMI. De hecho, el 93% del stock de deuda comercial de las empresas vence en menos de un año y cerca de la mitad, en menos de tres meses.
La mira está puesta en las amortizaciones de la deuda financiera, que totalizan u$s15.959 millones y representan el 38% del total de la deuda externa financiera de las compañías.














