

"No sé si no viene un tuit del Presidente buena onda", bromeó Alejandro Fantino a modo de cierre de la conversación con los gobernadores Martín Llaryora (Córdoba) e Ignacio Torres (Chubut) en la Amcham Summit en el Centro de Convenciones. Ambos, como luego el radical mendocino Alfredo Cornejo, se mostraron optimistas en el actual contexto económico y político aunque también los dos marcaron diferencias en el modo de vincularse que tiene Javier Milei con la dirigencia política.
La frase de Fantino buscó distender el que fue quizás el único momento tenso de la charla, cuando el chubutense Torres, del PRO, dijo que le molesta que se generen agresiones desde el propio Gobierno nacional y recordó la ironía de la presidenta de su partido, Patricia Bullrich, respecto a que en su provincia sólo viven guanacos.
"Hay que tener humildad suficiente para entender que la Argentina es heterogénea" planteó el más joven de los gobernadores al que el círculo rojo presta más atención desde que disputó con Nación los fondos por la Coparticipación y alineó detrás suyo a casi todos los mandatarios provinciales, incluso los del peronismo. A Llaryora le prestan atención por lo mismo, su firmeza frente a Javier Milei para reclamar fondos y no dar un cheque en blanco y su distancia del kirchnerismo, una combinación que tienta al mundo empresario.
La pelea con los trolls
"Por más que nos manden los trolls no vamos a dejar de defender los intereses de nuestras provincias" acotó el cordobés que aseguró no utilizar ese mecanismo en las redes sociales contra adversarios. Torres había denunciado que en el medio de la disputa que llevó a la Justicia desde el Gobierno lo amenazaron con "el ejército de trolles" desde las redes sociales. "Es una locura discutir sobre tuits en una Argentina que está agonizando", reprochó.
Los dos le hablaron a los empresarios y posibles inversores con marcado optimismo, aún cuando todavía no saben cómo seguirá el diálogo con la Casa Rosada. Eso sí lo dijeron, aunque en voz baja. El viernes estuvieron con el jefe de gabinete Nicolás Posse y con el ministro del Interior Guillermo Francos pero ni ellos ni sus pares -a los que consultó El Cronista- conoce la hoja de ruta para avanzar en acuerdos con impacto parlamentario. Les prometieron armar dos comisiones. Aún no arrancaron.

"El Gobierno va hacia el camino correcto" destacó Torres en tono amigable y frente a un auditorio repleto que por momentos asentía ante ellos. Se expresó a favor de una reforma laboral, del equilibrio fiscal y de una agenda de desarrollo. Pero indicó la necesidad de discutir sobre los recursos. "Mi provincia es la cuarta exportadora, de cada 100 que exportamos nos quedan 40", lamentó.
En ese marco el chubutense se mostró firme. "Para que le vaya bien al Gobierno es fundamental ser inteligentes en cuanto a las formas" y "si hay algo que no soy es casta", reveló otra vez sobre su malestar, en este caso respecto a las acusaciones que les dedica el Presidente.
Sin embargo el gobernador del PRO repitió más de una vez que su mirada es "optimista" porque "estamos discutiendo temas importantes". "Por primera vez en mucho tiempo tenemos todo para salir adelante", elogió lo que representa Milei tras pedir "terminar con ese anclaje setentista que nos hace pelear, tenemos que mirar una Argentina moderna y dejarnos de discutir pavadas por twiter".

El mediterráneo, que incluso es considerado una posibilidad de renovación por el peronismo no kirchnerista, pronosticó un amplio consenso para la firma del Pacto del 25 de Mayo que Milei propuso el 1° de marzo. No así para el DNU 70/2023 que sólo podría ser aprobado en forma parcial y si se separan los temas, según su opinión. "Habrá consenso por separado", destacó.
Sonó raro su último pedido: "Que el diálogo tiene que ir rápido". ¿Creerá que si se dilata no habrá chances de un acuerdo?
"Hay un camino iniciado. El diálogo depende de todos. El 25 de mayo va a ser mayoritaria la firma", adelantó. Y a su auditorio le avisó que "las crisis son oportunidades".
Pronóstico por la importación de alimentos
En la misma mesa debió haber estado el expresidente de la UCR Alfredo Cornejo. La tormenta demoró su aterrizaje. Cuando llegó hacía rato que había terminado la exposición de sus colegas aunque tuvo un aparte a solas con Fantino. A esa hora el periodista ya estaba alertado sobre el anuncio del Gobierno y le pidió opinión sobre la apertura de las importaciones con el fin de que bajen los precios de los alimentos.
"Estoy de acuerdo en general con que haya libertad de mercados", respondió el mendocino que de todos modos advirtió que "se va a generar un debate en toda la industria alimenticia" y que habrá "cimbronazos".
"El cambio de un modelo muy regulado trae problemas. Hay gente preparada para la alta competición y gente que no está preparada para la alta competición", subrayó Cornejo.

Aunque se mostró optimista respecto a que bajarán los precios de los alimentos aclaró que no cree que ocurra en lo inmediato ni que alcance con una sola medida. En general, además, admitió que "si miramos los datos en el aquí y ahora la situación es mala", un panorama compartido por muchos de los presentes que a la hora del break daban números de caídas de ventas.
Esta tarde hay un sólo peronista disertante, que también está a favor del diálogo. Raúl Jalil, de Catamarca, promueve la minería ante inversores y representantes del mundo de los negocios como lo hizo no hace mucho en una gira por Europa con gobernadores de distinto signo político. En ese viaje estuvo Flavia Royón, hasta entonces secretaría del área del gobierno nacional. Duró en el cargo hasta que se frustró la Ley Bases en el Congreso. Con matices y advertencias muchos gobernadores ofrecen acompañar. Los que tienen otra opinión no fueron parte del evento.













