¿Pagará un costo político el gobierno por el Libra-Gate?
En un fin de semana tormentoso, el escándalo cripto que azota al gobierno nacional tiene posibles consecuencias. ¿Qué costo político deberá pagar el presidente Javier Milei?
El escándalo del Libra-gate ha puesto en problemas al Presidente y a su gobierno que desde hace el viernes pasado intentan contener el daño. ¿Pagará un costo el Presidente Javier Milei por este episodio que lo tiene a él y a su círculo íntimo en el epicentro? ¿Qué repercusiones pueden esperarse? Para responder a estas preguntas es conveniente atender a 3 planos: 1) la opinión pública; 2) el Congreso y la Justicia 3) el mercado financiero.
Yendo al primero de estos planos cabe señalar es que se trata de un tema de nicho. Sin tener estadísticas me atrevo a conjeturar que el 99% de la ciudadanía desconoce el mundo de las cripto-monedas, tal vez lo haya oído mencionar o posee una idea vaga del mismo. A la vez, la mayor parte de los perjudicados por la estafa de $Libra no son ciudadanos argentinos.
Milei cuenta actualmente con niveles altos y estables de aprobación de acuerdo a la medición mensual del Índice de Confianza en el Gobierno que realiza la Universidad Di Tella. Ello se debe al éxito del gobierno en materia de lucha contra la inflación, así como también al rebote de la actividad económica que, aunque heterogéneo, se registra desde el segundo semestre de 2024. A priori se trata de un tema que domina la conversación en las redes sociales y que figura al tope de los portales de noticias, pero que probablemente no impacte sobre el grueso de la opinión pública. En la medida en que el gobierno siga teniendo éxito en materia económica, es improbable que un escándalo de este tipo golpee su nivel de aprobación.
Donde sí podría haber un impacto en el corto plazo es en el segundo de los planos mencionados: el institucional. Habrá denuncias judiciales y el tiempo dirá si prosperan o no, y más importante hasta dónde llega el involucramiento de funcionarios del gobierno en el escándalo.
En el corto plazo el Congreso parece un frente más complejo. Ya existe un pedido de creación de una Comisión Investigadora, en tanto que el bloque de Diputados de Unión por la Patria ha pedido iniciarle un juicio político (un proceso de destitución al Presidente). La Constitución Argentina exige mayorías de 2/3 para acusar y destituir al Presidente.
Actualmente nadie cuenta con bancas suficientes como para alcanzar ese número. Si bien Milei tiene solo un 10% del Senado y un 15% de la Cámara de Diputados, si se suman los bloques aliados (como el PRO, parte de la UCR y algunos partidos provinciales) el Presidente está protegido frente a un pedido de juicio político. Más aún, la experiencia regional muestra que los presidentes que no concluyen el mandato son aquellos que cumplen con dos requisitos: 1) son altamente impopulares y 2) carecen de un escudo legislativo. Milei goza de niveles altos de popularidad y, aunque precario, gracias a los bloques aliados, tiene un escudo legislativo que lo blinda frente a un proceso de impeachment.
El impacto en el plano legislativo más bien es de otra índole. Es factible que la agenda legislativa impulsada por el gobierno para las sesiones extraordinarias se demore. Hasta la semana pasada todo indicaba que la suspensión de las PASO sería un trámite en el Senado, en tanto que el pliego de Ariel Lijo tenía altas chances de ser aprobado. Menos claro era el panorama del proyecto de Ficha Limpia.
Tras el escándalo, es posible que los distintos bloques opositores sean reacios a sesionar en los tiempos y en los términos del gobierno. La sesión para los pliegos de los jueces y la suspensión de las PASO está convocada para este jueves. En síntesis, es factible que la agenda legislativa del gobierno sí se vea afectada por las esquirlas del $Libra-gate.
En cuanto al mercado, podría haber una reacción negativa inicial por el ruido que genera este escándalo, pero no debería ser duradera dado que la gobernabilidad no está en riesgo y en términos de opinión pública se trata de un tema que más bien parece estar encapsulado.
En conclusión, pese al ruido que veremos en los próximos días, incluidos los juicios iniciados por damnificados fuera de la Argentina, se trata de un tema que pondrá a la defensiva al gobierno durante los próximos días, pero que no debería modificar sustancialmente el panorama, salvo que en algún momento haya evidencia que muestre que muestre que altos funcionarios del gobierno obtuvieron un rédito económico del rug-pull.
A modo de reflexión final, este episodio es una muestra de vulnerabilidad de parte del gobierno que no conviene desatender. Un grupo de individuos inescrupulosos capaces de montar una estafa tuvieron acceso privilegiado al Presidente y lo involucraron en un hecho escandaloso. De lo cual se desprende que Javier Milei no pareciera en tener en su entorno alguien que lo cuide de cometer errores no forzados.
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