Las matemáticas no tienen ideología, suelen decir los economistas que llegan alto en la función pública. Apuestan a conseguir y sostener buenos números de gestión porque confían ciegamente en su poder persuasivo. Y aunque estos resultados pueden ser considerados objetivos, también tienen más de una lectura. La aritmética es transparente, pero a fin de cuentas todo depende de que se sume y se reste.
El Gobierno consiguió llegar a un número altamente positivo deinflación en mayo (1,5%), y lo sostuvo dignamente en junio (1,6%), Pero como ya lo señalamos, su reducción consistente lo va borrando de la lista de problemas. Y eso significa que crecen otros reclamos y baja el peso relativo de la mejora obtenida.
Tiene un punto a su favor, y que indicadores que salen con rezago frente a la evolución mensual del IPC, van a recoger esta noticia como si fuera "nueva". Hablamos de lapobreza y la indigencia, ya que con los números que viene registrando el Indec, es fácil anticipar que esta cifra tendrá una baja sostenida.
La semana pasada Federico Sturzenegger hizo un repaso detallado de todos los recortes que aplicó a lo largo de su año de facultades delegadas (que coronó con la disolución de Vialidad Nacional), pero sus méritos no conmovieron demasiado. Luis Caputo aprovechó el superávit fiscal de junio (que llegó a un destacable 0,9% del PBI) para calmar las ansiedades financieras por el dólar y las tasas. Y tampoco le sirvió para volver a entusiasmar a los inversores.
Como se verá, los números positivos también pueden ser insuficientes. Se vuelven insumos de múltiples informes pero no se traducen en ese tipo de "señal al mercado" que todos los gobiernos aspiran a conseguir.
Tanto en el mundo inversor como en varios sectores empresarios, predomina un clima de "wait and see" que revela esa misma sensación: buen rumbo, hitos relevantes, pero acompañados por un relato al que le falta nueva cohesión. Se preguntan si le alcanzará al Presidente su discurso contra la casta para alcanzar sus objetivos electorales, habida cuenta de que el kirchnerismo perdió potencia de fuego desde que Cristina Kirchner quedó apartada.
Milei creó, como sucede en todo cambio de época, una nueva legión de ganadores y perdedores. Cuál será el porcentaje final de esa partida es el número que también esperan conocer muchas de las empresas que pueden darle envión a la economía. Desde que se liberó el colchón, los ahorristas compraron u$s 2000 millones por mes. Y de los tenedores locales de deuda que cobraron cupones la semana pasada, la mitad dejó su dinero en el banco, esperando que aclare un poco el panorama para antes de resolver su destino final.
