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En materia cam­biaria, estamos cerrando la fase de fuerte liqui­dación de divisas originadas en exportaciones agrícolas. En los últimos meses, ade­más, tuvimos una relativa­mente menor intervención oficial comprando divisas para reservas, mientras continuaban las restricciones al acceso al mercado oficial de cambios de personas jurídicas, se estable­cieron incentivos temporarios para acelerar la liquidación de exportaciones de soja y se mantuvo una política restric­tiva de expansión de base mo­netaria. Ello contribuyó a la conso­lidación de la desinflación.

En estos días, notamos un proceso de reacomodamiento deltipo de cambio. En un con­texto de coexistencia del peso argentino con otras monedas, se buscaría continuar con este proceso evitando caer en si­tuaciones no controladas.

El Gobierno estaría apuntando en una transición hacia un sistema con equilibrios más duraderos en un periodo con estrecheces provenientes de modificaciones en oferta y demanda en el mercado cambiario. Lo vemos posible y probable, aunque el camino no está exento de desafíos, costos y riesgos.

LA POLÍTICA Y ECONOMÍA

Los niveles y movimientos cambiarios son reflejo de la combinación de factores que implican transacciones co­merciales de bienes y servicios y operaciones relacionadas con movimientos de capitales y fi­nancieros.

Banco Central de la República Argentina. (Fuente: archivo).
Banco Central de la República Argentina. (Fuente: archivo).

Es así como un país puede tener un importante superávit comercial, pero perder reservas y requerir una moneda local muy depreciada si presenta condiciones desfavorables para la inversión y la preservación de capitales.

A la inversa, súbitas mejoras de riesgo asociado al país que incentiven la inversión y deri­ven en un déficit comercial. En estas condiciones, cabe apuntar a contar con un sistema con condiciones que preserven un equilibrio a través del tiempo.

DISEÑO DEL MERCADO CAMBIARIO

En la normalidad y habitual­mente exista un acceso amplio, donde el precio (tipo de cam­bio) equilibra oferta con de­manda.

En su funcionamiento, es importante la participación de agentes que actúan para reducir la volatilidad. Sin excluir a ter­ceros, en muchos países, el Banco Central también tiene rol interviniendo a esos efectos.

Cambios en circunstancias no controlables: un esquema con flexibilidad permitiría la adaptación a alteraciones en las circunstancias externas, como pueden ser cambios en precios internacionales, en las monedas relevantes para el comercio exterior, en las paridades entre monedas o en la tasa de interés internacional, entre otros.

TASA DE INTERÉS Y LA POLÍTICA MONETARIA

Asumiendo que el sector pú­blico no se financia con el Banco Central, la tasa de interés refleja expectativas de realineamien­tos cambiarios, entre otros factores. Si el Banco Central comprase reservas y las mantuviese, las podría usar en caso de reversión de las preferencias monetarias (pesos o dólares).

Ante la existencia (inevita­ble y como derecho de las per­sonas), en el contexto actual, la tasa de interés en pesos resulta elevada en términos reales. Ello acarrearía consecuen­cias sobre la evolución del nivel de actividad y percepciones sobre su sostenibilidad.

NIVEL DE LA PARIDAD CAMBIARIA

En el último año y medio se re­gistró una importante aprecia­ción del peso argentino luego de la fuerte devaluación de fines de 2023. La motivación fue un con­texto local más receptivo a mantener pesos, entre otros.

No está concluida la tarea de encontrar el nivel y el sistema cambiario lo sostenible en el mediano plazo aún cuando en el segundo trimestre de este año se registró cierta depreciación del tipo de cambio real multilateral -11%- y del bilateral con el dólar estadounidense -6%-, ayudada por la reciente depreciación internacional del dólar.

RESTRICCIONES REGULATORIAS

Mantener restricciones de ac­ceso a personas jurídicas al mercado de cambios acarrea dificultades manifestadas en decisiones de inversión y en el costo de capital, entre varias otras.

Sin embargo, en estos mo­mentos, podría preverse una cierta prudencia en el camino a la normalización en este rubro. En la transición hacia un sistema cambiario estable era esperable un cierto reacomo­damiento en los niveles de tipo de cambio -como el que se ob­serva en la actualidad-.

Según la dinámica e inci­dencia sobre expectativas im­pacta sobre la tasa de interés en pesos. Ese movimiento sería en un entorno controlado, si se si­gue manteniendo el ordena­miento fiscal y el sesgo con­tractivo de la política monetaria junto con un marco de mejora del clima de inversiones.

En ese camino, queda clari­ficar cómo continuar regulari­zando el funcionamiento del mercado cambiario con su co­rrelato en materia monetaria. El rebalanceo de la economía en materia monetaria-cambiaria y sus consecuencias sobre el nivel de actividad de­finen un proceso que avanza en la dirección correcta, aunque ahora por un sendero más em­pinado y estrecho.