Nada sorprende en la Argentina en materia económica. Hemos probado de todo en los últimos 80 años, pasando por todos los regímenes cambiarios existentes a insólitos impuestos. La filosofía imperante, que aún no ha sido erradicada, es que que a todo lo que se mueve hay que ponerle un impuesto. Lo peor es que si después de aplicar ese impuesto se queda quieto, le dan un subsidio. Raro este país. En abril del 2020, el intendente de Puerto Madryn, Gustavo Sastre, logró aprobar una ordenanza que impuso el cobro de impuestos municipales a los parques eólicos. El funcionario, luego apodado “de-Sastre”, cual tiburón olió sangre: el Parque Chubut Norte I, implicaba inversiones millonarias y ameritaba una tajada. Fue el nacimiento del “impuesto al Viento”. Luego la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia ordenó a la municipalidad suspender el cobro tras la presentación realizada por el grupo alemán Nordex Windpower. Para intentar frenar al dólar, en diciembre del 2019, al flamante gobierno de Alberto Fernández con el luego huidizo Martín Guzmán en el Ministerio de Economía creó el impuesto PAIS que gravaba todas las compras de dólares. La moneda norteamericana se movía y para detenerla había que ponerle un impuesto. No importaba si desde el BCRA había una canilla libre de emisión de pesos. De 60 pesos terminó en $ 800 al final del mandato. Y el PAIS seguía vigente. Emanuel Álvarez Agis fue viceministro de Axel Kicillof, aunque el actual gobernador de PBA le tenía desconfianza. De hecho no lo llevó a su actual gabinete. Ni siquiera le dio un cargo en el BaPro. Su impuesto al uso de efectivo se basa en el lema de “combatir la economía en negro”. El pecado de Agis no es tanto su proyecto, sino que, existiendo ChatGPT no haya investigado bien sobre el tema. Fernando Álvarez, acaso uno de los argentinos más respetados en el mundo académico hoy en la Universidad de Chicago, ha estudiado los medios de pago y escrito papers influyentes al respecto. Álvarez hizo una experiencia con 200.000 usuarios de Uber en México para ver qué valor le daban pagar en cash o con tarjeta. Y qué otros factores determinan el uso o no de cash (denominación de los billetes por ejemplo). En el Congreso y en muchas provincias impera la filosofía de gravar todo lo que se mueve hasta paralizarlo. Luego un subsidio. Miguel Ángel Pichetto propone un 20% a aplicar a las plataformas digitales. Ingresos Brutos reina en todos los distritos y se le agregan pagos anticipados a cuenta. Misiones impone una cuasi aduana interna en la Argentina gravando todo lo que ingrese a ese distrito. Agis mostró el peligro latente.