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Aerolíneas Argentinas: ¿qué pasaría si no hubiera más línea de bandera?

Se cumple el plazo que dio el Gobierno para recibir una propuesta para solucionar el conflicto. Si no ocurre, iniciará un proceso preventivo de crisis que derivará en el cierre de la compañía. Lejos de aquietarse las aguas, en las últimas horas la situación empeoró.

Otra vez los trabajadores de la empresa que maneja el servicio de rampas retuvieron a los pasajeros dentro del avión. Por segundo día consecutivo. Fue luego de que el ministro de Economía anunciara que desde el Gobierno se resolvió despedir a 15 trabajadores que habían sido identificados en las imágenes del mismo hecho del día anterior.

Lo sucedido no tiene antecedentes. El Gobierno había denunciado previamente a los que protagonizaron el primero de los hechos, por privación ilegítima de la libertad y extorsión. Primero aclarar que una línea aérea de bandera es la línea designada por un Estado para que ejecute los acuerdos aerocomerciales celebrados entre los Estados.

En ese marco, agregar que Aerolíneas es una Sociedad Anónima cuyas acciones las tiene el Estado en un 90% y el 10% (que ahora puede representar menos por las capitalizaciones) pertenece al personal por el Programa de Propiedad Participada. Hoy tenemos en el país tres aerolíneas: Aerolíneas Argentinas, Flybondi y Jetsmart.

Aerolíneas tiene 10.500 empleados que en su mayoría están nucleados en 5 sindicatos. Uno de esos sindicatos, en las últimas horas, rompió la unidad de los gremios en el reclamo que los trabajadores consideran que es solo salarial. Es la Asociación de Técnicos Aeronáuticos, que conduce Ricardo Cirielli hace varias décadas. Cirielli considera que la actitud de los gremios está siendo extorsiva y que hay detrás de ello la intención de perjudicar al Gobierno.

Para los trabajadores, el cierre de la compañía es una gran incertidumbre. En momentos en los que el trabajo escasea y la Argentina no termina de salir de la crisis, es entendible la angustia que representa en la mayoría de esos miles. De todos modos, sería esperable que al ingresar otras compañías al mercado aerocomercial argentino, se nutran del personal calificado que hay en el país para esta tarea, que hoy se desempeña casi en su totalidad en Aerolíneas.

El Gobierno intenta en esta pulseada generar en la opinión pública un desgaste por los "problemas" que genera la empresa y que sea la gente la que pida el cierre. La amenaza y el planteo de los gremios es que si eso ocurre, habrá pérdida de rutas, menos competencia con las low cost, y menos regularidad de vuelos. ¿Dicho esto, está bien que el Estado financie vuelos a puntos del país que no son rentables? Si la pregunta la responde alguno de los integrantes de los gremios afectados, la respuesta es que en un país con la extensión de la Argentina y la baja densidad de población que existe, pasa a ser fundamental Aerolíneas y que si no existiera "habría que crearla".

Ante la consulta de esta periodista, uno de ellos respondió: "Es como cuando en los 90 cerraron los ferrocarriles y desaparecieron pueblos, hay muchos trabajadores indirectos que dependen de los vuelos, taxis, remises, comercios, etc. Si vienen compañías privadas solo van a ir a Bariloche, Iguazú, Ushuaia y en temporada. Hay provincias que van a quedar incomunicadas, se vuela por conexión.

Una aerolínea privada si no tiene ganancia no vuela", afirmó. Si dejamos de lado las grandes extensiones de las provincias de la República Argentina y ponemos la vista afuera, hoy no tienen aerolínea de bandera la gran mayoría de los países del primer mundo: ni Estados Unidos, ni Suiza, ni el Reino Unido, ni México, tampoco Francia ni España. Si venimos hacia la región, no la tienen ni Brasil, ni Chile ni Colombia.

Hoy pagamos impuestos para solventar una aerolínea que utilizan unos muy pocos respecto de una gran mayoría que no puede viajar en avión porque los tickets son muy caros comparados con los de otros lugares del mundo. Y encima, no da ganancia, y encima en el conflicto siempre pero siempre pierden los pasajeros que pagan. Entonces, vuelvo al primer punto en el que arranqué diciendo "si dejamos de lado las grandes extensiones de las provincias de la República Argentina", ¿cómo se resolvería eso? Si La Rioja, por ejemplo, tiene 40 pasajeros por día, es impensado ponerle 2 vuelos diarios de 180 plazas por motivos políticos.

Es en función de la demanda el avión que debería utilizarse y no al revés. Deberían utilizarse líneas que cuenten con vuelos con menor cantidad de plazas. En Estados Unidos, American Eagle, por ejemplo, vuela con aviones medianos a los lugares de pocos pasajeros.

Si nos quedamos en la región, Brasil opera con turbohélices o aviones más chicos a lugares de baja demanda. Las líneas aéreas que se hicieran cargo de esos trayectos deberían conectar distintos puntos sin tener que pasar por Buenos Aires. Hoy si el pasajero quiere viajar de Jujuy al Chaco, tiene que pasar por Buenos Aires, insólito. Brasil es más grande que Argentina y Lula decidió en su momento cerrar Varig. Otras dejaron de existir y fueron reemplazadas por privadas.

Mujica cerró Pluna, Alitalia desapareció y otros operadores las reemplazaron. Aerolíneas hoy solo opera en el exterior Madrid, Miami y Roma, y tiene código compartido con empresas que se complementan.

En cuanto a Intercargo, la empresa de los trabajadores que provocaron que los pasajeros quedaran retenidos en los aviones durante los últimos dos días, es la que tiene el monopolio del servicio de rampa en el país. Un 80% pertenece a Economía, por eso la decisión de Caputo de expulsar a 15 trabajadores por haber provocado el conflicto, y un 20% a Fuerza Aérea.

Ya existe una ley que desregula el servicio pero llevará un tiempo implementarla. Si el Estado no pone plata en la compañía, esta se puede declarar insolvente y de esa forma no queda otra que declarar la quiebra. En ese caso, la ley indica que se venden los activos, y con eso se indemniza al personal, que al mismo tiempo se supone que sería incorporado por las aerolíneas que vinieran a volar las rutas aéreas que deja Aerolíneas.

El romanticismo sobre la Aerolínea de bandera terminó. La soberanía no se reduce a tener aerolínea propia, sobre todo cuando aquel que la elige no puede volar sin pensar antes que algún contratiempo vinculado a los trabajadores pueda aguarle los planes. Si la discusión se reduce a que el esfuerzo lo tiene que hacer solo el Estado sin un plan conjunto, es quedarnos en una discusión anacrónica que no es viable en estos tiempos del país. Todos queremos a Aerolíneas, pero volando. De no ser así, pierde sentido.

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Comentarios

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  • MAT

    MANUEL ALBERTO TORRES

    Hace 5 minutos

    Para empezar nos ahorrariamos u$s 400.000.000 por año !!!

    Responder