
El potus es una de las plantas más elegidas por su fácil mantenimiento y capacidad para decorar cualquier espacio. Sin embargo, aunque es resistente, puede presentar ciertas exigencias que dificultan su crecimiento.
Por suerte, existen métodos caseros, económicos y sencillos que ayudan a mejorar su salud y potenciar su color verde.
Beneficios de tener un potus en casa
Además de ser una planta ornamental que aporta vida y frescura a cualquier ambiente, el potus ayuda a eliminar toxinas y filtrar gases contaminantes, convirtiéndose en un aliado para mejorar la calidad del aire en interiores.

Según el Feng Shui, esta planta puede eliminar toda la energía negativa de un lugar y brindar un crecimiento en lo que respecta a fortaleza y armonía familiar.
¿Cuál es el método casero para que el potus crezca más rápido y saludable?
Para que el potus esté sano, no basta con regarlo y ubicarlo en un lugar con luz indirecta. Aunque no es una planta exigente, necesita nutrientes para desarrollarse correctamente. Algunas soluciones caseras son:
Cáscara de huevo
Triturar las cáscaras y mezclarlas con la tierra. Son una excelente fuente de calcio, esencial para el crecimiento saludable.
Agua de arroz
Hervir arroz en agua, dejar enfriar el líquido y usarlo para regar el potus. Este fertilizante natural aporta nutrientes que aceleran el crecimiento.

¿Cómo plantar un potus?
El potus rara vez florece, por lo que la mejor forma de multiplicarlo es mediante esquejes. Seguí estos pasos:
- Elegir un potus sano con tallos largos y cortar un segmento de al menos 10 cm sobre un nudo (de donde saldrán las raíces).
- Usar herramientas limpias y desinfectadas para evitar hongos.
- Colocar el corte en un frasco con agua limpia.
- Esperar a que broten raíces. Luego, trasplantar a tierra o dejarlo en agua.
- Preparar un sustrato rico en nutrientes y plantar el esqueje rápidamente para no dañar las raíces.
- Regar y mantener la planta en condiciones óptimas.
Si el potus crece rápido, la maceta puede quedar chica. Por eso, se recomienda trasplantarlo cada dos o tres años, preferentemente en la primavera.













