Mujeres y gastronomía: la igualdad de género todavía es un pendiente en las cocinas
La gastronomía es un rubro que se resiste a indagar las razones por las que muchas mujeres no llegan a puestos de mando. Maltratos, sueldos más bajos, tratos sexistas, poca flexibilidad horaria y tendencia a la invisibilización, en el foco de una agenda urgente.
En octubre de 2019 se realizó en Buenos Aires la premiación de los 50 Best Latinoamérica, el ránking de los 50 mejores restaurantes de la región. Esa semana se realizaron las #50BestTalks, charlas en las que 5 chefs intercambiaron su mirada sobre la actualidad gastronómica. Luego de las exposiciones individuales llegó el momento de la mesa redonda, y ante el cuestionamiento por parte de la moderadora acerca de las medidas que toman -o han tomado- para reducir la brecha de género en sus restaurantes, las respuestas de la mayoría fueron, por lo menos, tibias. A pesar de la sabida desigualdad de género en el rubro -muy visible en el listado regional, donde los restaurantes liderados por mujeres no llegan a la decena-, muchos de los y las chefs apuntaron que no tenían en cuenta el género a la hora de contratar empleados para sus restaurantes y que por eso no tenían políticas especiales para cuidar la paridad.
Día de la Mujer: 4 restaurantes con cocineras al mando en Buenos Aires
La única de las presentes que habló del tema fue Elena Reygadas, mexicana y propietaria de Rosetta. Votada como Mejor Chef Femenina de Latinoamérica en 2014, señaló a la maternidad como uno de los principales motivos por los cuales hay menos cocineras profesionales en los restaurantes. Y apuntó contra los horarios nocturnos y las largas jornadas como las principales barreras que desalientan a las mujeres a proyectar una carrera gastronómica. A su vez, contó que en Rosetta buscan que las mujeres que son madres puedan elegir los horarios que les permitan compatibilizar el trabajo y la maternidad, a la vez que cuestionó que todavía en el siglo XXI las tareas de cuidado recaigan mayoritariamente en las mujeres. El ejemplo, meramente ilustrativo, demuestra que si bien las mujeres han logrado hacerse lugar en las cocinas como profesionales, la gastronomía es aún un rubro masculinizado que se resiste a indagar las razones por las que muchas mujeres no llegan a puestos de mando. Maltratos, sueldos más bajos, tratos sexistas o invisibilización son sólo algunas de las situaciones que muchas mujeres deben enfrentar cocinas adentro en los restaurantes.
No es casualidad que sólo una decena de cocineras se destaque en un listado que abarca a más de 100 restaurantes a nivel internacional. Al recibir el reconocimiento como Mejor Chef Femenina del Mundo en 2019, Daniela Sotto-Ines, a cargo de los multipremiados
restaurantes Cosme y Atla, en Nueva York, sostuvo ante un auditorio repleto: “Como mujer mexicana, liderando un equipo diverso, creo que cada día, con cada comida, con cada servicio, podemos combatir la ignorancia y el prejuicio que nos dice que nuestras voces no deberían ser escuchadas, que nuestra felicidad y nuestros sueños no importan . Garima Arora, propietaria del restaurante GAA de Bangkok (Tailandia), reconocida como Mejor Chef Femenina de Asia en 2019, declaró: “Las mujeres todavía arrastramos muchas etiquetas .
Como contracara, son numerosos los colectivos de mujeres en distintas partes del mundo que se han nucleado en torno a la gastronomía para intentar cambiar esta realidad y visibilizar el trabajo de las mujeres en los restaurantes: Mujeres en Gastronomía, en España; Plataforma La Higuera, en Perú; Equity At The Table (EATT), en los Estados Unidos y Parabere Forum, en Francia. En la Argentina, da sus primeros pasos Miga (Mujeres Impulsoras de la Gastronomía Argentina) y se consolida el pionero Mapa Barmaids, dos colectivos que visibilizan el trabajo femenino en restaurantes, cocinas, barras, bodegas y demás eslabones de la cadena gastronómica, como la producción de alimentos.
El trabajo de estos grupos, sumados a las jóvenes de nuevas generaciones que apuestan a
construir redes solidarias de apoyo y así abrir la puerta a más mujeres, parece indicar que hay una luz al final del túnel. Quedará por ver si la onda expansiva del feminismo a nivel local y mundial ayuda a empujar de una vez por todas al machismo fuera de las cocinas para lograr ámbitos donde todos puedan desarrollarse y crecer profesionalmente sin discriminación por género.
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