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En Rusia se consumen más de 10 litros de alcohol per cápita por año y el vodka se lleva más de un tercio del total. Sin embargo, una de las marcas más vendidas del mundo decidió recientemente dar marcha atrás y dejar de exportar su etiqueta insignia a ese mercado luego de retomar los envíos a principios de abril. ¿El motivo? Un boicot y una lluvia de críticas en su país natal.
Absolut, que forma parte del portfolio de la francesa Pernod Ricard, ocupa el segundo puesto entre las marcas de vodka más populares a nivel global con 11,7 millones de cajas vendidas, según The Spirits Business. El primer lugar del ranking lo ostenta Smirnoff, de Diageo, con más de 26,5 millones de cajas comercializadas en 2021.
El martes pasado, Pernod Ricard aseguró que dejará de exportar el vodka Absolut a Rusia. Según Stéphanie Durroux, CEO de The Absolut Company, la compañía está ejerciendo "su deber de cuidar a sus empleados y socios para no exponerlos a críticas masivas".
La empresa había dejado de vender sus productos en Rusia en marzo de 2022 luego de que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenara la invasión a Ucrania. A principios de abril, Pernod Ricard le confirmó a la agencia AFP que pronto retomaría los envíos de su vodka a ese mercado "para proteger al equipo local de cualquier responsabilidad criminal, en particular relacionada a una ‘bancarrota intencional'".
Pero esta decisión no fue bien recibida en Suecia, país natal de la marca. "¡Debería darles vergüenza! Dejen de comprar vodka Absolut", tuiteó Björn Söder, miembro del partido nacionalista Demócratas de Suecia. A su vez, Svenska Brasserier, que maneja ocho restaurantes en el mercado sueco, decidió dejar de comprar productos de Pernod Ricard, según consignó Financial Times.
Esta ola de críticas, a la que se sumaron más figuras del ámbito político, llevaron al grupo francés a dar marcha atrás en su plan.
La historia detrás de Absolut
La marca fue creada por Lars Olsson en 1879 tras una larga investigación sobre métodos de producción para esta bebida. Se presentó al mercado con la marca Absolut Rent Brännvin (espirituoso absolutamente puro, en sueco). Su negocio se volvió un éxito, Olsson pasó a ser una figura de renombre y en Suecia era conocido como "el rey del vodka".
Su legado pasó a manos de la empresa estatal sueca Vin & Spirit que en los 70 intentó relanzar la marca con un plan exportador. En particular, tenían como objetivo posicionarla en los Estados Unidos. Sin embargo, en ese mercado no podían utilizar adjetivos en el nombre de la marca por lo que la renombraron simplemente Absolut y la presentaron en 1979.
En 2008 Pernod Ricard desembolsó 5600 millones de euros para comprarle esta etiqueta de vodka al gobierno sueco.
