
En los últimos dos años, Santander creó más empresas que en la última década y media. Su objetivo es morder una porción del negocio fintech a través de diversos verticales. Para eso, en 2021, anunció un plan de inversión a tres años con un desembolso total de u$s 225 millones en el país. "El balance es positivo y seguimos avanzando en la construcción de nuestra plataforma abierta de servicios financieros", asegura su CEO, Alejandro Butti.
La compañía se ubicó en el puesto 13 del ranking de Las 100 mejores empresas en imagen elaborado por SEL Consultores, en exclusiva para APERTURA. A su vez, se quedó con el segundo lugar en la lista de compañías que brindan servicios financieros y también tuvo una posición destacada en otros rankings, como el de Solvencia Económica y Financiera (7° puesto), Calidad del Management (11°) y Cuidado de sus Recursos Humanos (9°).
El ejecutivo, que asumió el cargo en diciembre de 2020, se refirió a los desafíos que enfrenta el sector, en qué tendrá que enfocarse el próximo gobierno para mejorar el clima de negocios y cuáles son los sectores en los que Santander buscará expandirse en el corto plazo.

¿Qué balance hacen de 2022?
El 2022 ha sido un año muy desafiante, en el que hemos profundizado nuestra transformación digital y cultural en muchos aspectos.
En cuanto a resultados, Santander terminó el año con una performance superior a la del mercado. Nuestro ROE (return on equity), normalizado por impactos extraordinarios, fue del 9% frente al 6% del promedio del sistema financiero argentino. En Argentina, nos focalizamos en el negocio transaccional y somos best-in-class en servicios, depósitos y tarjetas.
Además, durante los últimos 2 años inscribimos varias empresas en la IGJ, más que en los últimos 15 años: Santander Consumer, Getnet, Openbank, MODO, entre otras. Todas empresas basadas en la innovación y con una fuerte inversión en tecnología.
Pero más allá de esto, estamos orientados a mejorar la atención de clientes, impulsando la innovación y la transformación digital. Nuestra app es la más valorada entre los bancos en IOS y Android, y esto es esencial porque procesamos más de 10 millones de transacciones por día, de las que el 96% son digitales o automáticas, y el 86% de las ventas ya son digitales.
El balance es positivo y seguimos avanzando en la construcción de nuestra plataforma abierta de servicios financieros.
¿Qué desafíos tiene el sector para este año?
Creo que el sistema financiero argentino ha ratificado en los últimos años que es parte de la solución para los problemas de Argentina. En los últimos años, actuó como amortiguador y no como propagador de los períodos de volatilidad por los que transitó el país. Sin embargo, nuestro sistema financiero es pequeño. El crédito representa apenas 8% del PBI, frente a niveles superiores al 50% en la región e inclusive superiores al 100% en los países desarrollados. Es necesario potenciar el crédito si se dan las condiciones adecuadas para ello.
Nunca está de más recordarlo: más depósitos, es mayor crédito para las pymes, empresas y familias. Y eso es más inversión, la única variable capaz de generar crecimiento y desarrollo sustentable de largo plazo, lo que Argentina requiere para estimular el empleo y reducir la pobreza.
10 millones de transacciones mensuales procesa Santander en la Argentina. El 96% son digitales o automáticas.
¿Cuándo podría darse esta recuperación del crédito?
Para que el crédito vuelva a crecer en términos reales, por encima de la inflación y en forma sostenida, se debe normalizar la macroeconomía y converger ciertas variables nominales a la baja. Es importante que la inflación retome un sendero de descenso, que esto esté acompañado por una baja gradual de las LELIQS por la menor monetización del déficit fiscal y a su vez alcanzar una baja de tasas.
Esto junto con la liberación de ciertas regulaciones distorsivas del sistema financiero, como las tasas mínimas de plazo fijo, debería conducir a una recuperación en el crecimiento del crédito, sobre todo si tenemos en cuenta que nos encontramos en mínimos históricos con solo 8% en relación al PBI.
A su vez el sistema se encuentra muy poco apalancado, con un gran exceso de liquidez y con mucho potencial, lo cual se refleja en un ratio de crédito a depósitos de menos del 50 por ciento. En una mirada más de mediano y largo plazo, la necesidad de una mayor previsibilidad y estabilidad serán factores claves para que puedan regresar los préstamos hipotecarios, uno de los grandes dinamizadores del crédito.

¿Qué aspectos tendrá que abordar con prioridad el próximo gobierno para mejorar el clima de negocios?
De cara al futuro, es muy importante que el país vaya normalizando sus variables económicas, de manera que se vuelva a generar un entorno de confianza. Esto implica volver al equilibrio fiscal y generar el espacio necesario para que el sector privado invierta y genere empleo. Argentina tiene que volver a crear el círculo virtuoso del ahorro, el crédito y la inversión.
Al crear nuevas empresas y diversificar los ingresos, ¿el negocio tradicional podría perder peso en el mix en el mediano plazo?
Actualmente el mayor ingreso de los bancos proviene del margen financiero de los pasivos y los servicios. En ese sentido, Santander ha sabido construir un banco con excelente calidad de atención que se refleja en top 1 en NPS individuos, fuerte posicionamiento en servicios transaccionales para empresas y una extensa banca de individuos de más de 4.3 millones de clientes. Esto nos asegura un ingreso transaccional de bajo riesgo sustentado en la transaccionalidad y una base de fondeo estable en promedio, y comisiones por servicios prestados.
Dentro de este contexto Santander tiene como meta consolidar un ecosistema abierto de servicios financieros donde se han incorporado los negocios de Getnet, Openbank y el Broker Digital, por nombrar solo algunos, que sumados a Santander Asset Management consolidan y profundizan el negocio transaccional. Por último, también incorporamos el negocio de Santander Consumer con foco en créditos a actores que están actualmente fuera del sistema bancario tradicional. De esta manera, junto a Santander, son los que impulsarán los ingresos por intermediación cuando cambie el ciclo de crecimiento del crédito, equilibrando el mix de ingresos entre activos, pasivos y servicios.
¿Tienen planeado lanzar más verticales a través de estas nuevas empresas? ¿Cuáles les interesan?
En un contexto muy desafiante y cambiante, y con la incorporación constante de nuevos competidores, sobre todo no tradicionales, Santander siempre analiza cómo diversificar sus fuentes de ingresos y hacerse más competitivo. En este sentido, vemos como grandes verticales a seguir de cerca el de los negocios de pagos y adquirencia, la financiación de consumo incluyendo los créditos prendarios, y el potencial de los agronegocios por ser el sector más dinámico de la economía.
La versión original de esta nota se publicó en el número 351 de revista Apertura.













