
El faltante de bienes de consumo en supermercados y autoservicios chinos es un hecho recurrente en el marco de esta emergencia sanitaria. Por el temor a la pandemia coronavirus, el canal de ventas minoristas registró un fuerte salto en la demanda y "stockeo" de alimentos y bebidas por parte de consumidores, mientras que el Gobierno intensificó los controles de precios, dos ítems que agitan el desabastecimiento.
Sin embargo, la cuarentena complicó las ventas a mayoristas y distribuidores y hay preocupación en las pymes lácteas.
Desafiada por este escenario complejo, una pyme del sector intenta continuar las operaciones y alejar el fantasmas del desabastecimiento "En todo lo que es locales propios estamos trabajando bien, aumentó un 50% lo que es delivery. Los locales están súper abastecidos, pese a que las demoras para entrar la mercadería a las principales ciudades complica las operaciones", dijo Laura Benac, socia gerente de Lácteos Luz Azul.
Pese a que el canal minorista continúa en funcionamiento, los efectos de la cuarentena golpean directamente a las pymes del sector, en especial por el desplome en las ventas a mayoristas y distribuidores, que cayeron 100%. Esto se debe principalmente al cierre de los restaurantes, pizzerías, caterings e inclusive empresas que, por ejemplo, demandan productos para sus comedores.
"Nuestra facturación total se desplomó 50% en comparación al mes pasado", advirtió la directiva de Luz Azul. En esa línea, agregó: "El 90% de las pymes lácteas estamos con serios problemas porque se cayó un mercado grande y la comida no es acumulable".
La empresa, con sede en la localidad bonaerense de Azul, procesa 80 mil litros diarios de leche fluida y emplea a más de 110 personas de manera directa. Según destaca Benac, la caída del consumo dificultará el sostenimiento de las estructuras de empleados. "Todos vamos a tratar de reinventarnos, pero a largo plazo indudablemente van a haber despidos", indicó.
Por último, la directiva lanzó a una crítica al Ejecutivo y cruzó al Presidente por sus dichos contra los empresarios. "Al Gobierno, en general, siempre le pedimos que nos dejen ser rentables. Alberto Fernández dijo que "vamos a tener que ganar menos" y hace tiempo que las empresas en la Argentina no ganamos dinero. Necesitamos ganar dinero para seguir invirtiendo en desarrollo y tecnología y seguir siendo competitivo", cerró.

Continúa el ritmo de trabajo
Al día de hoy, la firma mantiene abiertos los 36 puntos de venta que posee a lo largo de todo el país y, desde la empresa, afirman que el objetivo está en minimizar los "fantasmas" de desabastecimiento que circulan en la población. "Estamos trabajando mucho porque como empresa alimenticia tenemos la obligación de seguir abasteciendo", manifestó Benac.
Pero, ¿cómo hizo para continuar normalmente con las operaciones?No hay una solución mágica, sino una serie de medidas, acumulables, que permitieron mantener el ritmo de producción y saltear las dificultades de coyuntura, detallaron desde la compañía.
En primer lugar, la empresa reguló el ingreso a los establecimientos, es decir, solo se permite la entrada de cinco a siete personas al mismo tiempo en los locales. Además, estableció la atención en horario corrido de 9 a 17 horas, algo que impacta con mayor fuerza en el interior del país.
Por su parte, Luz Azul confirmó que, para abastecer a las zonas donde ya cortaron el transporte como, por ejemplo, San Luis, la firma asumirá "el sacrificio y el esfuerzo" de poner camionetas exclusivas para abastecer a los locales.
En tanto, la empresa sumó envíos a domicilio a través de pedidos telefónicos en todas las sucursales a fin de promover el distanciamiento social.













