"La sociedad valora que una marca como Arcor, con más de 70 años de trayectoria, llegue a más de 100 países con sus productos. Es fuente de orgullo para todos los argentinos y por eso somos una de las marcas más queridas y admiradas", dice Lázaro Quintin, gerente corporativo de Comunicación Institucional y Servicios de Marketing de la empresa que, este año, alcanzó el tercer puesto -al igual que el año pasado- de Top Brands, el ranking exclusivo que realiza la revista Apertura.

Su trayectoria no es menor: Arcor es el principal exportador de golosinas de la Argentina, Chile y Perú, y el grupo nacional con más mercados abiertos en el mundo -130-. "Arcor es una compañía en constante movimiento. Su dinámica emprendedora hace que estemos buscando siempre nuevas oportunidades. Somos la principal empresa de alimentos de Argentina, innovamos constantemente en nuestro portfolio, de acuerdo con las preferencias y necesidades de los consumidores. Es un portafolio ampliamente diversificado, que nos permite estar presentes en la mayoría las categorías del mercado", dice Quintin.

Actualmente, la empresa está enfocando consolidar el negocio y crecer en América latina. En ese sentido, a fines del año pasado, Arcor compró la marca peruana Sayon de chocolates y golosinas, y destinó una inversión de más de u$s 27 millones para ampliar su capacidad productiva en Brasil donde actualmente tiene cinco fábricas.

Quintin destaca que en esta ecuación es clave la identidad que construyó la marca y el vínculo que desarrolla diariamente con los consumidores argentinos. "Partimos de un concepto que busca mostrar lo que hay detrás de cada uno de nuestros productos bajo la marca Arcor. En un contexto cada vez más competitivo, construir diferenciación se vuelve un desafío", dice.

En ese sentido, una de las grandes campañas que lleva adelante la empresa desde hace dos años es "No Da Lo Mismo", para informarle al consumidor cómo se producen los alimentos que elige y cuál es "su impacto real en el mundo", afirma. La campaña les permitió mostrarles a los argentinos los procesos productivos de los alimentos de la compañía, sus fábricas y la dinámica de trabajo que mantienen en cada etapa de elaboración.

"El consumidor está en el centro de todo. Desde ahí partimos para armar las estrategias, lograr ser relevantes y generar identificación. El consumidor es el punto de partida y el punto de llegada. Buscamos entender sus comportamientos, hábitos, preferencias para impactarlo en todos los puntos de contacto. Pero al mismo tiempo, entender al consumidor nos permite identificar nuevas oportunidades, innovar, de acuerdo con sus necesidades y preferencias. Una marca multitarget como la nuestra, tiene que lograr construir un discurso que permita permear en las diferentes audiencias", sostiene.

Otra campaña que destaca es la que implementó Arcor para el Día de los Abuelos y las Abuelas. La empresa ideó una campaña en base a una publicación de la tatuadora @Lulens, quien mostró el tatuaje de un caramelo Butter Toffees que una joven se hizo en homenaje a su abuelo. La historia se viralizó y la empresa decidió tomarla como punto de partida para una acción de comunicación que tuvo repercusión tanto en medios digitales como tradicionales. La campaña logró un pico de visualizaciones en TikTok y un fuerte nivel de engagement en Instagram -generó más de 280 mil interacciones-.

Ante la caída del consumo -que todavía no logra recuperarse a niveles de 2022- el gerente plantea la necesidad de ajustar de forma permanente las estrategias de marketing y comunicación.

"Ante escenarios de mayor incertidumbre es clave el enfoque en el consumidor para comprender mejor los cambios en su comportamiento. No sólo tenemos que ser flexibles, sino eficientes con nuestras iniciativas y tratar de segmentar al máximo para alcanzar a nuestras audiencias", cierra.