Empresarios agropecuarios repudiaron la intervención de Vicentin y la falta de un plan económico
Ejecutivos del sector de agronegocios se mostraron en contra de la decisión del Gobierno en torno a la cerealera y le reclamaron al Gobierno definiciones sobre el rumbo de la economía, con reglas claras para el sector.
Empresarios agropecuarios criticaron el anuncio de intervención estatal de Vicentin SAIC y se mostraron preocupados por el futuro del agro. Para ellos, la decisión del Gobierno significa un avance sobre la Justicia y atenta contra la independencia de los poderes, además de que pone en duda el crecimiento del sector.
Así lo expresaron ejecutivos de compañías de primera línea en el webinar "Agrolíderes: los desafíos de estos tiempos", un encuentro que se llevó a cabo hoy por la mañana como parte de LIDE Debate, un ciclo virtual de charlas que realiza durante la cuarentena LIDE Argentina y reúne a especialistas de distintas industrias.
La videoconferencia -en la que se hizo un análisis de los agronegocios- contó con la participación de Gustavo Grobocopatel, CEO de Grupo Los Grobo y presidente de la división LIDE Agronegocios; Cristophe Dumont, presidente y CEO de Bayer Argentina y Cono Sur; Pablo Paladini, director de Frigorífico Paladini; Rodolfo Galloni, gerente General de Ilolay; Franco Santángelo, presidente de Frigorífico Soychú; y Víctor Escalas, presidente de Speed Agro. También estuvieron presentes Laura Loizeau, vicepresidente de LIDE Agronegocios, y Rodolfo de Felipe, presidente de LIDE Argentina, que oficiaron como mediadores.
Vicentin, desde el default hasta hoy: por qué no se logró la ventaVicentin SAIC , la cerealera que será intervenida por el Estado y manejada por YPF Agro, es una de las empresas más importantes del país. Antes del default,era la cuarta agroexportadora más grande de la Argentina y se ubicó primera en la categoría de subproductos y aceites en el ranking general.
¿Qué perspectivas tienen los referentes para la "nueva normalidad" en la etapa post-pandemia y cuál sería el potencial impacto de la intervención estatal de Vicentin? De acuerdo a De Felipe, aunque en la Argentina desde el comienzo del aislamiento obligatorio se lo consideró al sector como un rubror “esencial , la actividad económica vinculada al agro no es ajena a las consecuencias que acarrea el coronavirus y presenta retos a nivel global y local.
"Desde que se inició la cuarentena, el campo no paró, sigue en marcha por su carácter esencial", sostuvo Loizeau, quien le envió un "abrazo simbólico a Vicentin". "Entiendo el rol de una empresa que hoy se la ve como una gran compañía, pero que en su momento fue un emprendimiento que le ha dado mucho trabajo a la ciudad. Viví en la provincia de Santa Fe", contó.
Según Grobocopatel, habrá una mayor volatilidad y turbulencia, y junto con ellas, se impondrá la necesidad de contar con gestiones de riesgo operativas y de talentos cada vez más optimizadas. "Las empresas que mejor se adapten a este contexto serán las que mejor podrán navegar las aguas del nuevo escenario, que llegó para quedarse", señaló "El Rey de la Soja", aunque no se refirió de forma directa a la situación de Vicentin.
Es que Grobocopatel Hermanos y Los Grobo Agropecuaria tienen acreencias con la cerealera defaulteada, por $ 20,5 millones y casi $ 2,8 millones, respectivamente, según la lista completa de acreedores de la firma
"El mundo necesita lo que nosotros producimos. Tenemos la obligación de producir más y mejores alimentos. Hemos desarrollado ecosistemas. Pero nos falta seguridad jurídica, y financiación para crecer, en medio de un escenario turbulento. Los emprendedores estamos dispuestos a correr los riesgos, pero dentro de un contexto lógico", mencionó.
"En la realidad que viene, mucha gente va a quedar fuera del sistema y no vamos a poder desarrollar nuestras empresas con tanta gente fuera de él. Por eso, la agenda de la inclusión e integración pasa a ser una prioridad para el empresariado. Se requiere un mayor involucramiento de nuestra parte, desde el lugar que ocupamos, aunque las temáticas no tengan que ver necesariamiente con nuestras firmas o nuestra cadena de valor", opinó.
En este sentido, Grobocopatel planteó la necesidad de llevar a cabo una reconstrucción del Estado, junto con la colaboración del sector privado. "Se necesita una amplia coalición de empresarios que habiten el ámbito público conversando con la sociedad. No solo a nivel nacional, sino también a nivel global", sugirió.
En tanto, el CEO de Bayer se sincerizó: "Nunca sentí tanto orgullo por ser agrónomo con un fuerte peso en el en un país en el que el campo es el pilar fundamental, acompañado de un equipo de personas a las que respeto muchísimo".
"En momentos como este, la peor decisión para un CEO es no tomar una y paralizarse frente al miedo, aunque se comentan errores. A veces pienso y le digo a mi esposa que debería entrar a la política porque hay muchas para corregir. Pero nunca podría ser político. Seguiré siendo un líder empresarial, realizando un aporte desde mi rol al sector", confesó.
Sobre Vicentin, Paladini argumentó que la decisión del gobierno de Fernández pone en peligro la independencia de poderes. "Se observa un claro avance sobre el poder de la Justicia", aseguró. A la consulta de si teme que se produzca un efecto cascada con otras empresas, fue contundente: "Todo es posible".
"El empresario tiene que mirar el calendario y no el reloj, para empezar a programar el mediano-largo plazo, acompañado por los servidores públicos. Está bien que el reloj se mire por la pandemia, pero no podemos vivir sin proyectar el futuro. Me gustaría conocer cuál es el plan económico para la Argentina y tener reglas claras. La presión impositiva es enorme", reflexionó sobre el rumbo futuro de la Argentina.
De acuerdo al titular de Ilolay, "la preocupación es el contexto político y económico local". "Como líderes de organizaciones, tenemos el desafío de darle sustentabilidad a nuestras empresas y hacer que crezcan en el tiempo. Necesitamos un ámbito adecuado para generar negocios. No solo desde la Justicia, sino, también desde el punto de vista de las condiciones financieras y la operatividad, que tan dificil se hace en la Argentina siempre", opinó.
Para Galloni, el país "tiene todo para ganar y faltan cuestiones fundamentales". "Espero, en el futuro, visualizar cambios y que nuestras empresas puedan crecer de forma sana como en los países normales", comentó.
Por su parte, Santángelo exhibió una postura inflexible. "Algunas cuestiones se pueden regular, pero no de la manera en que se están regulando ahora. Entraremos en una batalla donde se deberá demostrar "destreza" para adaptarnos a las circunstancias que vienen, con una economía dañada. Las medidas que el Gobierno está tomando, a mi criterio, no son muy racionales en el plano económico", consideró.
"La soberanía alimentaria no se sostiene manejando empresas, y menos a cargo de gente que no está acostumbrada a gestionar compañías alimenticias. Ojalá no vayamos camino a convertirnos en otra Venezuela. Tuve la oporunidad de visitar ese país ocho veces porque la compañía le vendió pollos y, la verdad, la situación que allí se vive es lamentable", aseveró el presidente de Frigorífico Soychú.
En sintonía con Santángelo, Escalas coincidió: "Me gusta mucho la independencia de poderes". Para él, la casta política "tiene que entender que se debe impulsar un proyecto de desarrollo del país a 20 años, no a cinco meses. "Queremos que nos inviten a participar a los grandes emprendedores del plan de desarrollo de la Argentina. La incertidumbre agota y los grandes emprendedores tenemos que tener una perspectiva a largo plazo para construir".
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