Aldi Vega tiene unos minutos para hablar antes de seguir trabajando para el proyecto que lleva su nombre. La joven de 29 años cuenta que fue en 2018 cuando empezó a trabajar con artistas como diseñadora y vestuarista.

Estudió diseño de indumentaria en ABM Instituto y, en 2017, durante su último año de carrera, creó su primera marca que tres años después se transformó en La Aldi Vega, su proyecto de moda actual.

Emprendedores

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“De chica iba mucho a las batallas de gallo que eran concursos de rap freestyle. En ese momento conecté primero con Shecka, un rapero. Le presenté mis diseños, le gustaron, y me empecé a hacer conocida en el ambiente“, dice.

Sus diseños pronto llamaron la atención en el mundo del trap. Conoció y vistió a artistas como Cazzu -diseñó el vestuario de la cantante para su album “Nena Trampa”-, Nicki Nicole, María Becerra, Duki, J Rei, BM. “Tratamos de vestir a artistas con la impronta de nuestra marca. Trabajamos también con muchos artistas emergentes; nos gusta apoyarlos y saber que cuando despeguen sus carreras vamos a poder ver todo ese crecimiento”, explica.

Camila Passerini y Aldi Vega
Camila Passerini y Aldi Vega

Hoy maneja el emprendimiento junto a su socia y CEOCamila Passerini, quien se encarga de la producción y de la estrategia de marca. Ella, por su parte, es la directora creativa a cargo de los diseños.

“Algunos artistas nos hablan directamente, otros tienen su equipo de managers. Hace poco vestimos a Natalia Oreiro que nos pidió un conjunto de nuestra última colección. Ella tiene su estilista de toda la vida a quien nosotras conocemos. Le dijo que no quería vestirse con los diseñadores de siempre, sino con alguien nuevo. Justo habíamos hecho el desfile de revelaciones (Revelaciones de Moda del Gobierno de la Ciudad) y su estilista vio un conjunto nuestro, así que nos habló y les mandamos las prendas", dice.

Natalia Oreiro vistiendo el conjunto de La Aldi Vega
Natalia Oreiro vistiendo el conjunto de La Aldi Vega

Una prenda diseñada específicamente para un artista puede costar por encima de u$s 1000 e insumir, como máximo, el trabajo de una semana.

“Primero tenemos un ida y vuelta con el artista o con su equipo en donde les presentamos la propuesta. Y una vez que ya está aprobado, avanzamos. Hemos hecho cosas de un día para el otro porque en este mundo se necesita todo rápido“, explica.

Además del trabajo con artistas, la marca hace colaboraciones con Adidas y con Good Denim. Sin embargo, actualmente las emprendedoras están enfocadas en darle “una mayor estructura” a la marca y extenderlo más allá de la escena del trap. Puntualmente, apuntan a que sus diseños sean accesibles y puedan ser adquiridos por cualquier persona.

Duki. "Tratamos de vestir a artistas con la impronta de nuestra marca", dice Aldi Vega.
Duki. "Tratamos de vestir a artistas con la impronta de nuestra marca", dice Aldi Vega.

"Queremos democratizar un poco la moda. Sentimos que en Argentina falta más diseño en las marcas“, comenta Vega.

Recientemente, La Aldi Vega recibió u$s 5000 en fondos de capital semilla en la tercera edición de Diseño Argentino Exponencial (DAE), el programa de la Fundación Bunge y Born y el British Council.

“Con este capital queremos empezar a tercerizar parte de la producción, agrandar el equipo y producir más para tener stock de todas las prendas“, explica. De hecho, este año lanzaron únicamente una colección e hicieron alrededor de 20 prendas por diseño. Actualmente, el total de su producción la venden a través de la página web y por encargos.

Producen todo en su taller de Villa Transradio -barrio donde vive la diseñadora- a base de remanentes textiles
Producen todo en su taller de Villa Transradio -barrio donde vive la diseñadora- a base de remanentes textiles

Si bien trabajan con artesanas y costureras, las dos emprendedoras se encargan de todo el proceso productivo: desde el trabajo con los proveedores, el diseño, la moldería y la confección de las prendas, hasta la venta final de los productos.

Producen todo en su taller de Villa Transradio -barrio donde vive la diseñadora- a base de remanentes textiles. “A veces son cortes que quedan de fábricas, a veces saldos que nos venden las textiles, de telas que ya no se hacen y que queda poca cantidad o que tienen fallas. En todo caso, tener una estética muy cargada y muy colorida viene todo de donde soy", cierra.