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Estados Unidos enfrenta una nueva medida nacional que involucra al Seguro Social y que podría cambiar la forma en que millones acceden a trámites esenciales. La agencia prepara una reestructuración que anticipa límites en un beneficio clave.
El organismo avanza hacia un modelo más digital y menos presencial, lo que genera dudas sobre quiénes podrían quedar sin acceso. La información surge de una estrategia interna que aún no fue anunciada oficialmente y que trascendió a partir de reportes de medios locales.
¿Qué beneficio quiere eliminar el Seguro Social y a quiénes se les prohibiría el acceso?
El Seguro Social quiere reducir a la mitad las visitas a sus oficinas en 2026, limitando la atención presencial a no más de 15 millones de usuarios, según documentos internos obtenidos por el medio especializado Nextgov/FCW. Esto desplazaría trámites básicos hacia plataformas digitales.
El beneficio en riesgo es la atención presencial para gestiones simples, como consultas de expedientes o seguimiento de solicitudes. Quienes no puedan operar en línea podrían perder este canal.
Grupos más afectados
- Personas sin internet estable.
- Adultos mayores con poca experiencia digital.
- Usuarios con barreras cognitivas o tecnológicas.
Especialistas advierten que la medida podría dejar fuera a quienes dependen del contacto presencial para llevar a cabo sus trámites.

¿Por qué el Seguro Social quiere hacer este cambio y cómo funcionaría?
El organismo enfrenta una fuerte reducción de personal: perdió casi 2.000 empleados y reasignó 1.000 más a la línea telefónica nacional. Esto debilitó la capacidad de las oficinas y aceleró la transición hacia un sistema digital.
El nuevo modelo ampliará trámites en línea y centralizará tareas que antes se realizaban en 1.250 oficinas. La meta es agilizar procesos, aunque sindicatos y legisladores temen una reducción encubierta del servicio presencial.
Riesgos principales
- Menos asistencia personalizada.
- Más demoras por falta de personal.
- Oficinas con un rol cada vez menor.
Aunque la agencia afirma que no cerrará oficinas, la meta de reducir visitas en un 50% genera dudas sobre la continuidad del servicio para quienes más lo necesitan.













