Fuente: Freepik
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Un reciente estudio científico ha generado preocupación en la comunidad médica al vincular ciertos fármacos para dormir con un mayor riesgo de daño cerebral. La investigación fue publicada en la revista Cell y liderada por Maiken Nedergaard, experta en neurociencia de la Universidad de Rochester.
A partir del análisis del sueño profundo, los investigadores hallaron que un medicamento muy usado para tratar el insomnio podría favorecer la aparición del Alzheimer, al interferir con los procesos naturales de limpieza del cerebro.
El estudio advierte que este fármaco altera funciones clave durante el descanso nocturno, lo que a largo plazo podría favorecer el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.
¿Cuál es el medicamento muy usado que podría causar Alzheimer?
El estudio identificó al zolpidem, conocido comercialmente como Ambien, como el medicamento que podría estar vinculado al desarrollo del Alzheimer. Este fármaco, ampliamente recetado para tratar el insomnio, pertenece al grupo de los hipnóticos no benzodiacepínicos.
Aunque ayuda a inducir el sueño, el zolpidem suprime las oscilaciones naturales de noradrenalina, un neurotransmisor clave para activar el sistema de limpieza del cerebro durante el sueño profundo.
¿Qué funciones se ven afectadas?
Sistema glinfático: encargado de eliminar proteínas como la beta-amiloide y la tau, asociadas al Alzheimer.
Flujo de líquido cefalorraquídeo: fundamental para depurar desechos del cerebro mientras dormimos.
Ondas cerebrales lentas: el medicamento debilita el patrón natural del sueño no REM, fase crítica para la salud cerebral.
Según la investigación, la interrupción de estos procesos por el uso prolongado del zolpidem podría aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.
¿Cómo podría este medicamento provocar Alzheimer?
Durante el sueño no REM, el cerebro entra en un estado de ondas lentas que activa el sistema glinfático, esencial para eliminar toxinas. El estudio mostró que el zolpidem reduce esta actividad, interfiriendo con la capacidad del cerebro para depurarse correctamente.
En modelos animales, los investigadores observaron que el medicamento reduce el flujo del líquido cefalorraquídeo y altera la arquitectura del sueño, lo que podría facilitar la acumulación de proteínas vinculadas al Alzheimer.
¿Qué advierten los expertos?
"Es importante preservar la arquitectura natural del sueño para garantizar una salud cerebral óptima", explicó Maiken Nedergaard, quien dirigió la investigación.
Aunque los resultados aún no se han comprobado en humanos, el hallazgo despierta preocupación sobre el uso prolongado de sedantes para dormir.
El equipo de la Universidad de Rochester planea continuar los estudios para evaluar cómo estos fármacos afectan al cerebro a largo plazo y desarrollar alternativas más seguras que no comprometan los procesos naturales del sueño.
