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En la actualidad, los alineadores dentales invisibles se convirtieron en una opción popular para aquellos que buscan corregir sus dientes de manera discreta y cuentan con beneficios para la salud bucal.

Sin embargo, como cualquier tratamiento, presentan tanto ventajas como desventajas. Ante esto, especialistas brindan su opinión sobre estos dispositivos que ayudarán a entender mejor sus implicancias en la salud dental.

¿Cuáles son las ventajas de los alineadores dentales invisibles?

Los alineadores dentales invisibles presentan una serie de ventajas y desventajas que es importante considerar antes de optar por este tipo de tratamiento ortodóntico.

Ante eso, el Consejo General de Dentistas y la Fundación Dental Española, detalla los principales aspectos a tener en cuenta:

  • Estética y discreción: al ser prácticamente invisibles, los alineadores permiten corregir la posición dental sin afectar la apariencia durante el tratamiento.

  • Comodidad: a diferencia de los brackets metálicos, los alineadores son suaves y no irritan las encías ni las mejillas.

  • Retirables: se pueden quitar para comer y cepillarse los dientes, lo que facilita una mejor higiene oral y una experiencia más cómoda en la vida diaria.
  • Simulación de resultados: los pacientes pueden ver una representación visual del resultado final antes de iniciar el tratamiento, lo que aumenta la motivación.

  • Avances tecnológicos: con el uso de software de simulación 3D y escáneres digitales, los alineadores se diseñan para un ajuste óptimo, mejorando tanto la efectividad como la comodidad.

¿Cuáles son las desventajas de los alineadores invisibles?

  • Riesgo de alineaciones incorrectas: sin la supervisión adecuada de un profesional, los dientes pueden desplazarse de manera no deseada, afectando la mordida y la funcionalidad dental.

  • Posibles daños permanentes: un alineador mal ajustado puede causar desgaste dental o daños en los tejidos blandos de la boca.

  • Problemas periodontales: la falta de control profesional puede llevar a enfermedades como la gingivitis o la periodontitis.

  • Planificación y seguimiento: un tratamiento exitoso no solo implica la colocación de los alineadores, sino también un seguimiento continuo para asegurar que se logren los resultados deseados y evitar recaídas.