

Un estudio publicado por Nature Food revela que un ajuste en la dieta puede aumentar significativamente la esperanza de vida. En efecto, investigadores de la Universidad de Cambridge concluyeron que optar por carnes más saludables, en lugar de la roja, podría prolongar la vida en más de 10 años.
Este enfoque reduce el riesgo de enfermedades crónicas y combate las consecuencias de una dieta poco saludable, responsable de miles de muertes prematuras cada año
No es la carne roja: el alimento que hay que comer para aumentar la esperanza de vida
Optar por el pescado en lugar de la carne roja es un cambio crucial para quienes buscan aumentar su esperanza de vida. Mientras que la carne roja procesada se asocia con riesgos elevados de enfermedades crónicas, el pescado, especialmente el de aguas frías, ofrece un perfil nutricional mucho más beneficioso.
Según el sitio de Vitónica, los pescados azules, como el salmón, la caballa y el atún, son ricos en ácidos grasos omega-3, que han demostrado tener efectos antiinflamatorios y protectores para el corazón.

La carne blanca, como el pollo, es una opción más saludable que la carne roja, pero no alcanza los mismos niveles de beneficios que el pescado.
Para obtener el máximo beneficio, se recomienda consumir pescado en una proporción de al menos 3:1 en comparación con la carne roja.
Este cambio en los hábitos alimentarios contribuye a mejorar la calidad de vida y también puede sumar años de vida, según los hallazgos del estudio de Nature Food.

Cambios sencillos en la dieta que pueden marcar la diferencia
Implementar cambios en la alimentación no tiene por qué ser complicado. Incorporar más pescado y reducir la carne roja es solo el comienzo. A continuación, te dejamos algunos consejos útiles:
- Incluí pescado en las comidas: Intentá reemplazar una o dos comidas a la semana con opciones de pescado, como salmón a la parrilla o ensaladas de atún.
- Elegí pollos de calidad: Optá por pollo criado de forma más saludable. Buscá etiquetas que aseguren su procedencia.
- Limitá carnes procesadas: Evitá el consumo de embutidos y comidas rápidas. Preparate tus propias comidas en casa con ingredientes frescos.
- Aumentá el consumo de vegetales: Acompañá tus platos de pescado con una buena porción de verduras de todos los colores. Cuanto más variados, mejor.
- Priorizá grasas saludables: Además del pescado, incorporá nueces y aceite de oliva en tu dieta para obtener grasas beneficiosas.















