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La Asociación del Alzheimer, organización líder en salud voluntaria con sede en Chicago, difundió información clave sobre los primeros síntomas de esta enfermedad neurodegenerativa. El informe detalla cuáles son los recuerdos que se pierden en las etapas iniciales y cuáles son las señales que pueden alertar sobre su desarrollo.

Los hallazgos sobre las primeras señales de sufrimiento del Alzheimer, no ligadas al deterioro cognitivo podrían ayudar a diseñar métodos para el diagnóstico temprano y, en consecuencia, el tratamiento anticipado.

El primer síntoma del Alzheimer

Una investigación realizada por científicos del DZNE y la Ludwig-Maximilians-Universität München (LMU) indicó que el primer síntoma del Alzheimer está asociado a la perdida del olfato, lo cual comienza mucho antes de las primeras señales de disminución cognitiva.

Según el estudio científico la respuesta inmunitaria cerebral ante la enfermedad es “atacar fatalmente las fibras neuronales cruciales para la percepción de olores”.

La investigación fue publicada en la revista “Nature Communications”, y se basa en observaciones en ratones y humanos, que incluyeron análisis de tejido cerebral y tomografías por emisión de positrones (PET).

¿Por qué la pérdida del olfato es el primer síntoma del Alzheimer?

Los investigadores de LMU y DZNE sostuvieron que las disfunciones olfativas se ocasionan durante los primeros estadios de le enfermedad porque “las células inmunitarias del cerebro, llamadas microglía, eliminan las conexiones entre dos regiones cerebrales: el bulbo olfatorio y el locus cerúleo”.

Explicado al detalle, “el bulbo olfatorio, ubicado en el prosencéfalo, analiza la información sensorial de los receptores olfativos de la nariz y el locus cerúleo, una región del tronco encefálico, influye en este procesamiento mediante largas fibras nerviosas que se originan en las neuronas del locus cerúleo y se extienden hasta el bulbo olfatorio”, dice la investigación de los científicos.

Fuente: ShutterstockLightField Studios

El Dr. Lars Paeger, uno de los autores del estudio explicó que “se sabe que la presencia de fosfatidilserina en el sitio externo de la membrana celular es una señal de ‘cómeme’ para la microglía”. “En el bulbo olfatorio, esto generalmente se asocia con un proceso llamado poda sináptica, que sirve para eliminar conexiones neuronales innecesarias o disfuncionales”, continúa Paeger.

“En nuestro caso, asumimos que el cambio en la composición de la membrana se desencadena por la hiperactividad de las neuronas afectadas debido a la enfermedad de Alzheimer. Es decir, estas neuronas exhiben una activación anormal”, indica.

Por último, Joachim Herms, líder del grupo de investigación en DZNE, remarcó que “los problemas de olfato en la enfermedad de Alzheimer y el daño a los nervios asociados se han discutido durante algún tiempo, pero las causas no estaban claras hasta ahora”.

“Nuestros hallazgos apuntan a un mecanismo inmunológico como causa de tales disfunciones y, en particular, que tales eventos ya surgen en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer”, dice.

Otros síntomas: primeros de recuerdos recientes

Según la Asociación del Alzheimer, el primer indicio cognitivo de la enfermedad es el olvido de eventos recientes o información recién aprendida. Los pacientes comienzan a depender de ayudas externas, como notas escritas o dispositivos electrónicos, para recordar datos básicos. También es frecuente que soliciten repetidamente que se les repita la misma información.

Además, se observa dificultad para recordar fechas importantes y eventos significativos. Esta pérdida de memoria afecta la autonomía, ya que las personas requieren asistencia para realizar tareas que antes hacían sin ayuda.

Este olvido inicial forma parte de una lista de síntomas progresivos que abarcan nueve estadios, según el informe de la organización estadounidense.

Señales que afectan la resolución de problemas

Otro síntoma temprano es la dificultad para crear y seguir planes. Las personas pueden olvidar cómo preparar una receta familiar o no lograr organizar sus cuentas mensuales.

El tiempo necesario para completar tareas cotidianas aumenta de manera considerable. Actividades que antes se realizaban con rapidez pueden volverse complejas y prolongadas.

Este cambio en la capacidad de planificación impacta tanto en la vida personal como en el ámbito laboral. La Asociación del Alzheimer advierte que estos signos no deben ser subestimados.

La pérdida de habilidades para resolver problemas es uno de los indicadores más claros del avance de la enfermedad.

Problemas para realizar tareas habituales

La enfermedad también afecta la ejecución de actividades diarias. Los pacientes pueden olvidar reglas básicas o el funcionamiento de dispositivos electrónicos.

En el hogar, estas dificultades se reflejan en tareas simples, como preparar alimentos o manejar electrodomésticos. En el trabajo, se observa pérdida de eficiencia y errores frecuentes.

La Asociación del Alzheimer señala que esta limitación no se debe a falta de conocimiento previo, sino a la alteración progresiva de la memoria y la comprensión.

Este síntoma se intensifica con el tiempo, generando dependencia en familiares o cuidadores para completar actividades esenciales.

Desorientación y cambios en la percepción

La desorientación es otro signo característico. Las personas pueden perder la noción de la fecha, olvidar dónde están o no recordar cómo llegaron a un lugar determinado.

También se presentan problemas para comprender imágenes, colores y contrastes. Esto afecta la capacidad de interpretar señales visuales y relaciones entre objetos.

La Asociación del Alzheimer indica que estas alteraciones pueden generar confusión y ansiedad en los pacientes, especialmente fuera de su entorno habitual.

Estos cambios perceptivos se suman a la pérdida de memoria, complicando la interacción con el entorno y aumentando el riesgo de accidentes.

Alteraciones en el lenguaje y la conducta

Los problemas para usar palabras correctas al hablar o escribir son comunes. Las personas pueden sustituir términos por descripciones, como llamar “palito para escribir” a un lápiz.

Además, se observa disminución del juicio, lo que incrementa la vulnerabilidad ante estafas o decisiones financieras inapropiadas. También se pierde iniciativa para participar en actividades sociales o recreativas.

Los cambios en el humor y la personalidad son frecuentes. Irritabilidad, confusión, ansiedad y desconfianza hacia otros son señales que acompañan el avance de la enfermedad.

La Asociación del Alzheimer subraya que estos síntomas, combinados, requieren atención médica temprana para un diagnóstico adecuado y seguimiento especializado.