En 1943 el húngaro Lászlo Biró revolucionó al mundo de la escritura con el lanzamiento de la birome en Argentina. Tan solo un año después, y a más de 11.000 kilómetros de distancia, un emprendedor francés fundó una compañía que tomaría la creación del inventor y la transformaría en un negocio que vende millones.
Así como la marca original "birome" pasó a ser un genérico, Bic se contagió del mismo efecto con sus productos. Hoy es un holding diversificado pero que no pierde su espíritu familiar.
El barón Marcel Bich nació en Italia, pero se crio y estudió en Francia por lo que decidió adoptar esa nacionalidad. Su primer acercamiento con el negocio de la escritura fue como vendedor de plumas, luego llegó a ser gerente de producto de una fábrica de tinta hasta que decidió armar su propio proyecto.













