Hay que tener talento para inventar la máquina fotográfica, el rollo, los insumos para revelarlas y los locales comerciales donde llevarla para ver el anhelado producto del "click". Y hay que ser obcecado para tener en los 70 una máquina fotográfica digital en las manos y rechazarla por creer que arruinaría el corazón del negocio.

Esta es la historia de George Eatsman, un hombre singular que a los 14 años de edad dejó el colegio tras la muerte de su padre y que fue mensajero, oficinista y bancario para sostener a su familia. Todo esto hasta que le llegó su momento "eureka".

La historia completa de esta importante empresa, la podés encontrar en este link.