

Sergio Angelini comanda hoy una empresa tecnológica y en su pasado fue piloto. Pese a la diferencia de ambos roles, encuentra un punto de contacto. "Volar no es ir de un lugar a otro, sino resolver todos los problemas que tenés en ese camino. Hacer elecciones es mucho más complejo que sumar votos. Tenés que estar preparado para las contingencias", dijo a El Cronista en una entrevista que, inevitablemente, repasó las turbulentas elecciones tucumanas.
¿Se podría haber evitado en un 100% lo que sucedió en Tucumán con el sistema de Boleta Única Electrónica (BUE)?
Se podría haber evitado porque, por un lado, lo que se debate hoy es que había una oferta tremenda de candidatos, muy difícil de encontrar, y las máquinas facilitan eso. Por otro lado, lo que se denuncia de fraude se evita por el propio sistema. En este momento se habla de que se adulteraron los telegramas, hay denuncias penales entre los que llevaban y traían las urnas; los fiscales acusan a los presidentes de mesa y ellos a los veedores... todo eso se evita porque nadie escribe nada. El escrutinio se puede hacer de forma manual, pero la máquina emite los certificados para todos los fiscales y para la Junta Electoral y hay una máquina por escuela que está conectada con el centro de cómputo, que publica la información en forma automática, si bien después se llevan los telegramas.
¿Y qué pasa si aún hay dudas del recuento?
Si llegase a haber un inconveniente, que hasta el día de hoy no tuvimos, podrían abrir las urnas y contabilizar de nuevo. Por ley, en Salta se abre el 5% de las urnas frente a los fiscales y se verifica que lo contado electrónicamente coincida con lo manual. Eso se hace por sorteo, y en la última elección hubo más discusiones, abrieron más urnas y no hubo diferencias entre el escrutinio manual y el electrónico.
¿Es el momento oportuno para discutir un cambio del sistema?
La oportunidad de discutir un cambio en el sistema nunca es en medio del proceso electoral, pero Tucumán dejó en claro la necesidad de discutir si tenemos o no que hacer un cambio.
¿Por qué no antes de que puedan repetirse los cuestionamientos en lo inmediato?
Todos aprovechan esto, pero quedan en evidencia. El PRO en Capital dice pongamos el sistema electrónico y en Salta se quejaban. El FPV en la Ciudad dice que hay que discutirlo y Urtubey, en Salta, lo pone. En Chaco, todas las fuerzas se pusieron de acuerdo. No es este el momento de discutir, si no en un momento no electoral, cuando todos están en igualdad de condiciones.
¿Pero pasadas las elecciones no quedará en el olvido, para alguna otra oportunidad?
Lo que sucedió este año es una bisagra. En el Congreso hay no menos de 10 proyectos de reforma de la Ley Electoral, pero nos acordamos cuando estamos en el medio del problema.
¿Por qué el sistema electrónico está cuestionado y hay países que lo están abandonando?
Son urnas electrónicas las que se usan en otros países, que son las que critican y están abandonando, y está muy bien que sea así porque son urnas que guardan un registro, es decir que el voto queda grabado y es muy difícil de auditar que lo que termina contando sea lo que uno votó. Otras urnas además emiten un ticket, pero eso sólo comprueba que la transacción se hizo correctamente. La gran diferencia con la BUE es que la máquina es una gran herramienta para construir boletas. El voto sigue siendo en papel, seguís teniendo la mesa con las autoridades, tenés la fiscalización y tenés siempre la posibilidad de tener un recuento manual. Cuando hay conflicto, se puede abrir la urna y contar voto por voto. También tiene un chip que hace el recuento.
¿Cuál es el costo por elector para el Estado?
En todo el mundo está entre u$s 5 y u$s 7 por elector. Acá salió menos porque hay que pensar en la incidencia de los recursos humanos. Al Estado le cuesta unos $ 40 por voto, pero es un ahorro para los partidos políticos, que mandan a imprimir boletas por entre 4 y 5 veces el padrón electoral. Eso sale no menos de $ 60 o $ 70 por elector. Salta demostró que le salió más barata la elección, sin los problemas de robo de boletas y con el beneficio a los partidos chicos a los que les pesa más el costo de imprimir boletas.
¿Cómo ve a futuro al país y sus condiciones de negocios?
Creo que el país va a andar bien cualquiera sea el gobierno que venga. Nosotros desarrollamos tecnología y el país lidera ese rubro.












