Qué es el blending finance, el concepto que utiliza una ONG para multiplicar la filantropía
Sumatoria, la asociación fundada por Matías Kelly, utiliza la financiación combinada para lograr volumen y a la vez tasas menores para iniciativas con impacto social o ambiental
Multiplicar la filantropía. Ese es el gran objetivo que se puso Sumatoria, la asociación civil fundada por Matías Kelly hace ya 10 años, que tras la pandemia decidió reconvertir su modelo de negocios.
Así, se subieron al blending finance o financiación combinada, una modalidad de inversión social que es tendencia en el mundo y que logra combinar el volumen del mercado de capitales con la filantropía que permite bajar las tasas de interés.
"Cuando empezamos, hace 10 años, como un proyecto experimental nacimos como un plataforma de financiamiento colectivo y la plata que obteníamos la invertíamos en microcréditos. Eran montos pequeños y el que invertía recibía un interés similar a un plazo fijo y sabía exactamente a dónde iba su dinero", cuenta Kelly. Sin embargo, en esos 10 años la asociación evolucionó.
Cómo se armó el primer Bono de Impacto Social de la Argentina, sus resultados y aprendizajes
A fines de 2019, y luego de su paso por el sector público como Secretario de Economía Social, Kelly creó un fondo chico para el cual "solo apelábamos a inversores institucionales con montos más grandes", señala. Así se armó un fideicomiso privado que prestaba ese dinero solo a proyectos con impacto social con la perspectiva de tener una rentabilidad.
Ya en la pandemia la ONG recibía muchos pedidos de financiación pero a quienes la pedían "no se la podíamos dar porque eran organizaciones vulnerables o porque no tenían garantía", resume Kelly y cuenta que así surgió otro fondo 100% filantrópico: "Conseguimos donaciones, unos $ 80 millones, y lo prestamos pero eso no se devolvía".
Finalmente, en 2021, llegaron a un momento que dijeron "por un lado buscamos inversiones, les pagamos una tasa de interés, vemos que ahí hay una perspectiva de volumen muy grande, pero la verdad que nos cuesta cobrarle una tasa de interés muy alta a una cooperativa del conourbano que está en situación de mucha complejidad", cuenta Kelly.
Y buscando soluciones eligieron el blending finance, una movida mundial que está sucediendo que permite aprovechar una tasa de interés baja pero con mucho volumen. "La donación tiene un límite. Entonces comenzamos a combinar: conseguimos de inversores el volumen que necesitamos pero bajamos la tasa con filantropía, con donaciones", detalla el experto.
Qué es el blending finance
Y así comenzaron a responder preguntas. ¿Cómo hacer para ir al mundo donde están los inversores?, fue la primera. Y la respuesta: "Vamos al mercado de capitales, emitamos una ON, un bono".
Pero, el ideal era que fuera una ON Pyme porque a los fondos de compañías se los obliga a invertir una parte de su cartera en pequeñas y medianas empresas. Pero Sumatoria es una ONG. "Trabajamos con la CNV y nos permitieron emitir una ON Pyme. Cambiaron la resolución", cuenta Kelly, quien señala que sería muy bueno que exista esta misma norma para inversiones sociales.
La segunda cuestión a resolver fue cómo hacer para que el inversor no tenga miedo porque al final del día Sumatoria le presta, por ejemplo, a la cooperativa Hombres y Mujeres Libres, un grupo de hombre y mujeres que salieron de la cárcel, que trabaja en el rubro textil pero que tiene un nivel de vulnerabilidad muy alto.
"Para el sistema financiero es mucho riesgo. Para nosotros no tanto. Para que tengas una idea tenemos una cartera que, a fines de abril, va a llegar a $ 250.000 millones y tenemos una mora 30 días del 1%", responde el creador de la iniciativa.
Fue así que encontraron que un banco como el Comafi los avale. Además, también buscaron que alguna institución pertinente dijera que lo que Sumatoria hace con la plata es social. Entonces, la Universidad de Tres de Febrero y la consultora SMS los etiquetaron y los auditan. "Entonces todos los inversores saben que esa ON está etiquetada como social", explica.
Así, a fines de 2021, emitieron la primera ON por $ 30 millones a una tasa bastante porque el producto tiene un etiquetado que le mercado valora. "La tasa fue Badlar +0 y al 30%, un tramo fijo y otro variable. Y esa plata que logramos al 40%, la mezclamos con un poco de filantropía y la colocamos al 27%. Y la coloqué al 27 porque cuando me llega un proyecto lo primero que hago es evaluar su impacto social y lo valoro con una tasa más baja. Y la diferencia la paga filantropía. Eso es blending finance", explica para que se entienda el director de Sumatoria u completa: "Nosotros cuantificamos su impacto social o ambiental. Un banco les puede prestar pero les da la misma tasa que a una empresa que destruye el medio ambiente".
Una vez obtenida la plata, Sumatoria invierte en tres grandes grupos: por un lado, instituciones que hacen inclusión financiera, que prestan microcréditos; por otro, en empresas con impacto, que tienen un propósito social o ambiental -"no necesariamente tienen que ser empresas B pero eso nos facilita un paso en la evaluación del proyecto", indica Kelly-; y el tercer grupo que, según Kelly es de lo que ellos más saben, es economía popular, que en la Argentina es el 50% de la población económicamente activa, como, por ejemplo, cooperativas. "En este último caso -suma el especialista-, no solo no se valora su impacto positivo, sino que, además, se penaliza su vulnerabilidad porque tienen que recurrir al mercado informal".
La primera obligación se suscribió por $ 70 millones. "La demanda fue el doble de lo que habíamos emitido, entonces dijimos hagamos otra", dice Kelly.
La segunda ON de Sumatoria es por $ 60 millones y está en proceso de aprobación por la CNV. Y, además, a diferencia de la primera estará etiquetada como sustentable -con impacto social y ambiental a la vez-. También será una ON de género. "La plata que vamos a recibir la vamos a destinar a financiar el trabajo de mujeres", explica el líder de Sumatoria, que apuesta a que esta obligación también se sobresuscriba.
En qué proyectos invierte Sumatoria
Con el primer bono Sumatoria logró impactar a 66.073 personas en proyectos en 13 provincias. Algunas de las iniciativas que recibieron financiación fueron las siguientes:
- Amartya: es una Asociación Civil, dedicada a "Promover una cultura de sustentabilidad a través de la educación ambiental, articulando con el sector público, social y privado". El monto recibido fue para comprar materia prima e insumos para la producción de un Aula Naturaleza, un espacio áulico donde se reflejen todos los conocimientos técnicos adquiridos en estos años. El proyecto impacta directamente en 300 estudiantes que formen parte del proceso educativo.
- FIO: es una Institución de microfinanzas y asisten a pequeños empresarios no bancarizados de Jujuy, Salta y Tucumán. Otorgan préstamos a medida y en cuotas fijas con mínimos requisitos.
- La Rañatela: empresa social con un fuerte espíritu de solidaridad, cuyo principal objetivo es la inclusión laboral de personas con discapacidad. El proyecto impactó en 300 mujeres, se generaron tres nuevos puestos de trabajo y se recuperaron 12.653 kilos de plástico.
- Nilus: combaten la a pobreza a través de la reducción de los costos de acceso a alimentos sanos y bienes de primera necesidad. Con el dinero recibido compraron equipamiento y pudieron aumentar sus ventas. Pudieron mantener los 25 puestos de trabajo e impactaron indirectamente en 58.000 personas que se encuentran vinculadas a su propuesta.
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