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Pan American Energy (PAE), la empresa que lidera la familia Bulgheroni, firmó un acuerdo con la Administración Nacional de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE) de Uruguay para exportar a ese país gas natural extraído en Vaca Muerta.

Además del propio contrato, el convenio gana relevancia porque el fluido, que se utilizará para generación térmica de electricidad del otro lado del Río de la Plata, se hará a través del Gasoducto Cruz del Sur. Este caño, que conecta Punta Lara con Colonia y Montevideo, tiene como accionistas a PAE, la uruguaya Ancap, Harbour Energy y Shell. Pero, además, es estratégico para la Argentina, en la visión que su CEO, Marcos Bulgheroni, tiene sobre el mapa energético regional.

Convencido de que Brasil demandará gas argentino, quienes oyeron a Bulgheroni hablar sobre el tema aseguran que la única fuente “sostenible y a bajo costo” del fluido que hay en América del Sur es Vaca Muerta. En tal sentido, su ideal para exportar a ese país es tener un anillo, algo discutido por otros empresarios del sector, como Marcelo Mindlin, titular de Pampa Energía.

En la actualidad, la molécula llega a Brasil a través de Bolivia. Lo hacía antes desde el país del Altiplano y, luego de que sus reservas (convencionales) declinaron y, en sentido opuesto, creció la producción no convencional de Vaca Muerta, ahora se envía desde la Argentina. Esto es gracias a las obras hechas en la reversión del Gasoducto Norte. Varias operadoras ya enviaron durante este año gas a través de esa red. Pero fueron prácticamente pruebas, de bajo volumen.

En las carpetas de PAE, exportar a Brasil a través de Bolivia no sumará más de 5 millones o 10 millones de metros cúbicos diarios (m3/d) a la capacidad actual de evacuación de Vaca Muerta. El gasoducto Corrientes-Uruguaiana todavía requiere obras importantes -como el diámetro de conexión- para extenderlo hacia Porto Alegre, el centro consumidor grande más cercano.

En la cabeza del CEO de PAE anida otra opción: forjar un anillo por el Sur. Continuar el Gasoducto Cruz del Sur a Brasil aportaría una capacidad de hasta 10 millones o 12 millones de m3/d, con una inversión no muy distinta a la de los otros proyectos.

Además -a un todavía más que largo plazo- permitiría también evacuar la producción de shale que tenga PAE en Cerro Dragón, Chubut. Este año, en el yacimiento convencional más productivo de la Argentina, que los Bulgheroni operan desde hace 70 años, el grupo encontró shale gas e invertirá u$s 250 millones para desarrollarlo.

Sin embargo, la gran apuesta exportadora de PAE es el GNL. El grupo es el impulsor de Southern Energy, joint venture que formó inicialmente con la noruega Golar y al que, luego, se embarcaron Pampa, Harbour e YPF. Ese proyecto ya se aseguró dos barcos, lo que supone una inversión de u$s 15.000 millones. Generará exportaciones por u$s 20.000 millones entre 2027 y 2035 y se convirtió en la primera fase de Argentina LNG, la iniciativa que empuja Horacio Marín, CEO de YPF, que supondrá un desembolso adicional de u$s 45.000 millones, entre nuevos barcos, infraestructura y pozos para abastecer el gasoducto dedicado que tendrá.

El acuerdo con Uruguay

Hasta el momento, PAE ya entregó 7 millones de m3 de gas y se prevén más exportaciones durante el verano.

Ese fluido se destinará a la generación eléctrica del ciclo combinado de Punta del Tigre en Uruguay. Reemplazará a combustibles más caros y con mayores niveles de emisiones que hoy se utilizan en esa central cisplatina.