

Prestige Auto, la representante de la marca Mercedes-Benz en la Argentina, les devolverá el monto del impuesto al lujo a los clientes que compren autos en diciembre y enero si la eliminación del tributo es aprobada antes del 31 de enero.
El proyecto de modernización laboral que el Gobierno de Javier Milei envió esta semana al Congreso contempla la desaparición de impuestos selectivos al consumo. Entre ellos, el que grava a los vehículos de alta gama. Ya este mes, el Ministerio de Economía había reducido ese gravamen, con la eliminación de la primera escala -que tenía un arancel del 20%- y una baja, del 35% al 18%, de la segunda, que alcanza a modelos de valor en concesionaria en torno a los $ 120 millones.
La mayoría de los modelos que ofrece Mercedes-Benz pertenece a esta última categoría. El impuesto grava autos para pasajeros y no vehículos comerciales, como pick-ups, utilitarios y vans.
“Desde Prestige Auto, creemos que el objetivo de avanzar en la eliminación de los impuestos internos en le sector automotor es una medida positiva. Es clave que el proceso legislativo avance con previsibilidad y que el Gobierno acompañe esta transición para evitar que la expectativa de cambio afecte el ritmo de consumo”, expresó la automotriz a cuyo volante está Daniel Herrero.
“Desde nuestra empresa, apoyamos esta iniciativa y confiamos en que una implementación ágil permitirá que sus beneficios se reflejen plenamente en el sector y en los consumidores”, agregó.
“En ese sentido, nosotros, como política comercial, vamos a devolver el valor de esos impuestos a todos los clientes que compren nuestros vehículos Mercedes-Benz entre diciembre y enero, si la norma se establece hasta el 31 de enero”, informó.
Hasta noviembre, el mercado automotor registró un crecimiento del 49,7%, a 587.666 unidades, según la Asociación de Concesionarios Automotores de la República Argentina (Acara). Con una expectativa de cerrar el año por encima de las 600.000 ventas al público, será la mejor marca desde las 830.000 de 2018.
En ese contexto, el mercado premium -compuesto en un 100% por vehículos importados- se recompuso. Antes de la venta de su operación local de autos y vans a Prestige -firmada en febrero y traspasada en junio-, Mercedes-Benz había proyectado un volumen de ventas de 1400 unidades para este año. Los nuevos dueños -Open Cars, empresa que lidera Pablo Peralta, del Grupo de Servicios y Transacciones- subieron ese número a 2500, con la expectativa de alcanzar los 3000, el mínimo que, creen, la marca de la estrella debería tener en un mercado argentino normalizado.














