Las empresas distribuidoras de gas y electricidad "muestran una incipiente recuperación en sus balances del primer trimestre del año, luego de años de congelamiento tarifario e incidencia creciente de los costos", destacó un análisis de la Fundación Mediterránea.

En el caso del gas, los costos de venta pasaron de 81,2% del total facturado en 2015 a 72,2% este año, lo cual permitió una mejora de los márgenes.

Para las transportadoras y distribuidoras de electricidad, en tanto, el fenómeno fue "menos intenso ya que su infraestructura se encuentra más deteriorada, si bien se confirma un cambio de tendencia.

"La recomposición tarifaria -pese a que aún tiene un largo camino por recorrer- permitió mejorar el ritmo de recaudación de este conjunto de firmas", evalúa el informe.

La entidad revisó los balances presentados en los últimos años a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires por un conjunto de 11 empresas de esos sectores, que en 2017 tuvieron una facturación agregada de más de $ 56.000 millones.

En el caso de la distribución de gas, los costos de venta venían creciendo a un ritmo superior al de la facturación desde 2013 hasta 2015, y las empresas del ramo "fueron cada vez más dependientes de la asistencia estatal, generando un círculo vicioso que afectó severamente la capacidad de inversión".

El indicador de rentabilidad neta de esas compañías mostró signo negativo desde 2014 en adelante, pero "a partir del último trimestre de 2016 se vuelve a observar un dato positivo, aunque magro, del 1%, nivel que se elevó a 10,3% en el primer trimestre de este año, lo cual marcó un pico para la serie desde 2013".

"Teniendo en cuenta los aumentos de tarifas implementados en abril de este año y los que todavía están pendientes, se espera que esta tendencia se extienda en los próximos balances contables", consideró la fundación.

En el sector distribuidor de energía eléctrica, los datos reflejan un comportamiento más complejo, aunque el ratio de costos de venta sobre facturación pasó de promediar 97,2% en 2012-14, a 58,2% en enero-marzo de este año.

Sin embargo, remarca el informe, este alivio en términos de costo aún no se ha traducido en forma clara hacia los ratios de rentabilidad, ya que se evidencia un comportamiento más cíclico.

En 2016 el resultado operativo se ubicó en 6,9% del total facturado y ascendió ligeramente a 7,2% este año, mientras la rentabilidad neta aún permanece en terreno negativo, aunque recorta su nivel: de -2,6% a fines del año a -0,4% en 2017, tomando el acumulado de doce meses.

"La buena noticia es que, si se toma el dato trimestral (no acumulado anual), la rentabilidad (en el sector eléctrico) se ubica en terreno positivo desde el cuarto trimestre de 2016, lo que hace pensar que el cambio de tendencia paulatino que se observa podría consolidarse en los periodos que siguen", pronostica el informe.

La diferente dinámica de recuperación entre los dos sectores obedece -entre otras causas- al distinto punto de partida: "en el caso del gas la mejora tarifaria ocurre en el contexto de una infraestructura no tan deteriorada; mientras que en el sector electricidad la mayor facturación debe ser destinada casi en su totalidad a reparar las redes deterioradas luego de años de ausencia de inversión", concluye el informe.