

La estabilización gradual de las variables macroeconómicas empieza a mover piezas dentro de las compañías. Después de un año atravesado por decisiones defensivas, los equipos de management vuelven a mirar más allá del trimestre y se permiten reordenar prioridades.
Antonio Marín, vicerrector y director de la Escuela de Negocios de Ucema, planteó que el escenario actual obliga a recuperar la mirada estratégica. “Con la resiliencia macroeconómica que podemos tener, necesitamos empezar a tener una visión a largo plazo. Apostamos por la innovación y la digitalización”, señaló.
En este sentido, el especialista planteó integrar la inteligencia artificial en todas las capas de decisión, pero con criterios que garanticen negocios “éticas y sostenibles en el largo plazo”.
En sectores de consumo masivo, la estrategia está directamente relacionada con la velocidad de reacción. Facundo Mendizábal, presidente y dueño del Grupo Mendizábal —la empresa que trajo Stanley al país— describió un mercado que se mueve a un ritmo distinto. “El comercio a nivel local e internacional está pasando por una transformación enorme. Hay que tener flexibilidad para cambiar e ir corrigiendo rápido”, apuntó.
Desarrollo para el mercado local
El empresario recordó que los productos que marcaron el crecimiento de la marca en la Argentina siguen siendo los desarrollados especialmente para el mercado local, como el termo y el mate. “Eso es un caso fantástico de adaptación. Hoy todas las marcas están buscando eso, adaptarse localmente”, dijo.
También anticipó que en 2025 la compañía abrirá nuevas tiendas y lanzará marcas y productos innovadores. “El año que viene el crédito va a ser muy importante. Tenemos expectativas de seguir desarrollando la compañía”, indicó.
Desde Deloitte Cono Sur, su CEO, María Inés Del Gener, coincidió en que la estabilización de las variables macro empieza a habilitar un horizonte más largo. Según explicó, este año obligó a extender más de lo previsto el enfoque de ‘wait and see’, pero las señales de calma permiten volver a planificar. “Estamos cerrando 2025 con una visión bastante positiva, con una macro más estabilizada que nos permite una mirada más a largo plazo”, señaló.
Del Gener destacó que la preparación previa de cada compañía terminó marcando diferencias internas. “Las empresas más preparadas son aquellas que no transitaron el año esperando a ver cómo se desenvolvía la situación. Quien lo hizo de esa manera hoy tiene una ventaja”, aseguró.
Generar movimiento
Además, apuntó a un desafío que, según dijo, muchas empresas están redescubriendo: “Trabajar con estabilidad. Las compañías ya no ganan simplemente teniendo el producto en la góndola. Hoy necesitamos que ese producto se mueva. Tenemos que hacer mayores inversiones en I+D”, planteó.
La reconversión también se ve en industrias con décadas de historia. Victoria Kopelowicz, directora de Kopelco —la empresa creadora de Tulipán— repasó cómo el negocio combinó fabricación local e importación para sostener precios accesibles. “A lo largo de estos 40 años fuimos transitando un montón de instancias. Hoy tenemos calidad internacional a un precio accesible; esa es nuestra bandera. Queremos que sea fácil cuidarse, no un lujo”, afirmó.
Ese esquema productivo, que mezcla operaciones en su planta de San Martín con importaciones de larga data, permitió que la compañía creciera 20% en volumen de venta durante 2025. Tulipán exporta a Uruguay y Bolivia, y continúa evaluando nuevos destinos.
No obstante, Kopelowicz reconoció que hoy la Argentina enfrenta dificultades de competitividad externa. Aun así, la innovación sigue siendo el corazón de su estrategia. “En Tulipán estamos acostumbrados a trabajar de forma creativa. Hay que estar constantemente innovando para traer nuevas cosas”, sostuvo.













