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Hennessy, la mítica marca de coñac francés -que pertenece a Moët Hennessy, dueña de Chandon- se convirtió en un símbolo del rap en los Estados Unidos. La icónica etiqueta, que alguna vez fue favorita de los abuelos, hoy está de moda entre los más jóvenes, impulsada por artistas como los argentinos Duki y Cazzu. Este fenómeno generó un boom de consumo en el país: a tal punto que el destilado que más vende el grupo francés en mundo, también gana terreno en la Argentina.
"Empezamos a observar un fenómeno en torno a esta bebida, históricamente asociada a ciertos rituales de consumo más clásicos. El boom en Estados Unidos pronto llegó a la Argentina, y hoy vemos cómo el nombre de una de nuestras etiquetas más emblemáticas aparece en canciones de trap y rap", señalaron en Moët Hennessy, la firma que también comercializa Terrazas.
El fenómeno comenzó casi sin buscarlo. Figuras internacionales como Tupac, Nas, Ja Rule, Lil' Jon y Diddy no solo eligen Hennessy como su bebida predilecta, sino que la mencionan en las letras de sus canciones, convirtiéndola en un verdadero objeto de culto.
Esta nueva relación entre el coñac y el rap -y con un público decididamente más joven- generó una alquimia inesperada entre lo añejo y lo nuevo, lo europeo y lo latino, el lujo y la calle.
Y aunque para muchos sigue siendo sinónimo de sobremesas de señores mayores, algo está cambiando. Hoy, en un videoclip de rap o en una cena entre jóvenes de 20 años, la botella puede aparecer como protagonista, señalando el surgimiento de un nuevo consumidor.
"Hay canciones que los adolescentes repiten y donde se menciona la marca Hennessy. Nos tomó por sorpresa, pero también nos pareció una forma maravillosa de generar publicidad para un producto centenario", agregaron en Moët Hennessy.
Cazzu, por ejemplo, canta: "Y no soy así, pero siempre termino en la misma cuando bebo Hennessy". Además, en sus videoclips suele aparecer con una botella de coñac en la mano.
Una bebida en auge
Según los últimos datos relevados por el sector, el coñac registró un crecimiento exponencial en mercados como Estados Unidos y China. La Oficina Nacional Interprofesional del Coñac (BNIC, por sus siglas en francés) informó que los volúmenes generales de venta aumentaron un 16%, alcanzando los 223,2 millones de botellas en 2022 -últimos datos relevados-.
Las ventas hacia su principal mercado, Estados Unidos, crecieron un 11%, en gran parte impulsadas por el consumo de la comunidad afroamericana y por el auge del rap y el trap.
Una relación histórica
En la Primera Guerra Mundial, cuando los soldados afroamericanos pisaron tierra parisinas por primera vez, de alguna manera, le "dejaron de regalo" al jazz y, a cambio, "adoptaron" el coñac.
En ese sentido, así como París se convirtió en la cuna jazzera de las capitales europeas, el pueblo afroamericano del sur prescindió del whisky, la bebida que históricamente elegían para adoptar al coñac.
Casi como respuesta, Hennessy devino en la bebida predilecta de la población afroamericana de Estados Unidos.
"Muchos raperos reconocen que Hennessy era la bebida que tomaban sus abuelos. Entonces, para un rapero que nació en la década del ‘70 u ‘80, que probablemente tuvo a su abuelo presente en la Primera Guerra Mundial, esa bebida le recuerde a él", explicaron en Moët Hennessy sobre como comenzó la relación actual entre ambos mundos tan diferentes.
Desde muy temprano, la marca comprendió que ahí, en esa elección, debía trazar un vínculo. "En las primeras revistas especializadas para el público afroamericano ya había publicidades de Hennessy", remarcaron.














