Crearon una marca de ropa exclusiva y reutilizan todos los desperdicios
Haches-s nació con un claro respeto por el medioambiente. En sus colecciones reutilizan descartes textiles de temporadas anteriores y tiñen las prendas con pigmentos naturales.
Haches-s surgió como un proyecto en pandemia para materializar lo que Sarah Sturgeon y Elizabeth Muriel habían estudiado en la universidad. Mientras cursaban la carrera de Diseño de Indumentaria en la Universidad de Palermo se inclinaron hacia todo lo relacionado con la moda consciente. Sin embargo, las creadoras de Haches aclaran: "en nuestro proyecto, no usamos la palabra sustentable porque seguimos produciendo y el nuestro no es un producto que nace desde un desecho, por ejemplo".
El fuerte de su propuesta se apoya en el concepto de una producción chica de la que conocen el volumen de desperdicios y les dan una segunda vida útil. Además, entre otros recursos con los que consideran el bienestar medioambiental, no utilizan cierres plásticos, sus botones son de madera o de alpaca hechos a mano y las etiquetas son de algodón. "Para todo lo que es el teñido de las prendas nos abastecemos de residuos. Por ejemplo, nos conectamos con productores de sushi para que nos den el descarte de la palta, con verdulerías que nos guardan las cáscaras de cebolla, con un productor de nueces pecan que también nos da la cáscara", explican. Es decir, todo lo que es desecho se reutiliza y representa un valor agregado muy importante en su colección.
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Por otra parte, desde el punto de vista social, la producción reducida les permite realizar una trazabilidad, es decir saber quién cose cada prenda. "Trabajamos con mujeres, ya sean pequeñas productoras o artesanas, quienes reciben un salario justo. Si bien no nos consideramos una marca sustentable queremos acercarnos a ese ideal", sostienen Sarah y Elizabeth.
Las diseñadoras proponen prendas de calidad, con morfologías básicas que aplican tanto para verano como para invierno. "Lo que cambian son las materialidades, en verano el algodón y en invierno lanas", detallan. Ambas aclaran que la idea no es estar atrás de las tendencias sino proponer un estilo atemporal, que mezcla sastrería y prendas más casuales, que incluso tienen un guiño deportivo. Se destacan las prendas oversized que definen una silueta lánguida, siempre bajo el universo del pret a porter. "La idea es que sea una colección urbana, ponible, pero que tenga una vuelta de tuerca, por ejemplo, se puede encontrar un blazer con un bolsillo escondido, o forrería hecha a partir de descartes de prendas de colecciones anteriores. La idea es tener detalles distintos, una propuesta diferente", asegura Sarah.
Recientemente, la marca fue seleccionada en el Concurso de Diseño Emergente de Puro Diseño por una prenda-abrigo hecha con organza de seda teñida con palta y con retazos de colecciones anteriores dentro que la hacen cozy y abrigada. "Se ata en los hombros lo que hace que uno pueda usarla de diferentes maneras. Estas prendas son las más experimentales y tienen una conexión con nuestros trabajos anteriores. En sí, nuestras colecciones no nacen y mueren tienen una circularidad que se da por la reutilización de materiales, se trata de un concepto que se reinventa permanentemente", dice Elizabeth.
Qué materias prima usa esta marca
En cuanto a las materias primas para la confección de sus diseños, en invierno el corderoy de algodón y las lanas de llama o merino son las elegidas, mientras que en verano utilizan hilado de algodón, lino, cupro y organza de seda. También incorporaron el rPET o polietileno tereftalato, que es un material plástico PET que se consigue a partir del reciclado de botellas plásticas. Además, en su producción, Haches busca sumar emprendedores que trabajen bajo la misma línea, "por ejemplo, trabajamos con una emprendedora que hace algodón recuperado, es decir que vuelve a unificar las fibras de algodón ya usadas para hacer un nuevo hilado. Nuestra idea es estar en contacto con pequeñas productoras que puedan aportar y que tengan un concepto similar al nuestro. Se trata de tejer una red entre las personas que tratamos de impulsar el diseño consciente o ético", dicen.
A la gente le interesa cómo se hacen las prendas de una manera sustentable, pero la decisión de compra no pasa tanto por quién lo hizo, cómo o con qué sino por el precio
Pese a que en el país cada vez hay un mayor interés por este tipo de propuestas alineadas en el cuidado del planeta, Sarah y Elizabeth consideran que todavía no se considera una necesidad. "A la gente le interesa cómo se hacen las prendas de una manera sustentable, pero la decisión de compra no pasa tanto por quién lo hizo, cómo o con qué sino por el precio", aseguran. De todas formas, ambas coinciden que, la tendencia es hacia una moda más sustentable. "Este contexto social, político y económico no le ayuda a nadie. Si estuviésemos con esta marca, con este mismo concepto y esta misma idea en un país que no esté pasando por la situación actual, estamos seguras de que la gente estaría más interesada", sostienen. Su showroom está en el barrio de Palermo Soho en la Ciudad de Buenos Aires, solo con cita previa, y también tienen venta online a través de su página https://hachess.com/.
En su última colección a la que llamaron Balneario hicieron una colaboración con el artista plástico Richard Sturgeon, padre de Sarah, que intervino algunas de las prendas. La inspiración viene de un verano de película de los años setenta, de la Costa Azul y el verano en la costa argentina de las diseñadoras. La idea es repetir estas colaboraciones con otros artistas en sus próximas colecciones. Entre otros de sus proyectos, ambas diseñadoras aseguran que planean trabajar con cooperativas y evalúan la posibilidad de derivar un porcentaje de sus ventas a alguna ONG.
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