La semilla inigualable que aporta omega-3 y ayuda a la oxigenación del cuerpo

Una dieta equilibrada y nutritiva es aquella la cual incorpora una gran variedad de alimentos que aporten todos las vitaminas y minerales el cuerpo necesita para mantenerse sano y fuerte. Para ello las semillas cumplen un papel fundamental aunque muchos suelen olvidarlas.

El dulce milagro tropical que aporta potasio, magnesio y vitamina C y ayuda a la digestión

La semilla milagrosa que baja el colesterol, protege el corazón y reduce la inflamación

Las frutas y verduras son indispensables en una dieta saludable y de ellas se pueden extraer además sus semillas para sumar a la alimentación. Entre ellas se destaca la calabaza, cuyas semillas cuentan con grandes ventajas.

La calabaza suele ser confundida con una verdura cuando en realidad es una fruta, pertenece a la familia de las cucurbitáceas. Son fuente de betacarotenos, unas sustancias con componentes antioxidantes que fortalece el sistema inmunológico y protege contra enfermedades.

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Al mismo tiempo, la calabaza previenen el envejecimiento celular a través de la estimulación de los tejidos. Y sus semillas representan una proporción de magnesio, lo que también contribuye al sistema digestivo.

Todas las propiedades de las semillas de calabaza

Las semillas de calabaza se suelen consumir tostadas y son perfecta para una gran variedad de preparaciones y platillos. Son muy versátiles y fáciles de incluir en recetas como sopas y ensaladas ya que su sabor es ligeramente dulce y suave con una textura crujiente.

Las semillas de calabaza son una buena fuente de fibra y proteínas, dos nutrientes que te ayudan a sentirte saciado y a controlar el apetito. También funcionan como antioxidantes como la vitamina E y un alto contenido de zinc.

Este pequeño alimento cuentan con grandes proporciones de hierro, esencial para la oxigenación del cuerpo. Al tiempo que aporta omega-3.

Cómo preparar las semillas de calabaza

Las semillas de calabaza se pueden disfrutar de varias maneras: se pueden comer crudas, tostadas o saladas. También son perfectas para agregar a ensaladas, cereales, yogur o granola; incluso hacer aceite de semillas de calabaza o mantequilla de semillas de calabaza.

Incluso se pueden comer solas, como un perfecto snack saludable. Su preparación es muy fácil, super rendidor y económico.

Ingredientes:

• Semillas de calabaza sin cáscara (extraídas de 1 calabaza mediana)
• 1 cucharada de aceite de oliva (o aceite vegetal de tu preferencia)
• Sal al gusto
• Especias al gusto (opcional): ajo en polvo, paprika, pimienta negra, chile en polvo, etc.

Preparación:

1. Precalienta el horno a 180°C (350°F).

2. Lava y seca bien las semillas de calabaza. Asegúrate de eliminar cualquier resto de pulpa o filamentos.

3. En un bol, mezcla las semillas de calabaza con el aceite de oliva, la sal y las especias que prefieras. Asegúrate de que todas las semillas queden bien cubiertas.

4. Extiende las semillas de calabaza en una sola capa sobre una bandeja para hornear forrada con papel de aluminio o papel para hornear. No las amontones, ya que esto podría evitar que se cocinen uniformemente.

5. Hornea las semillas de calabaza durante 15-20 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que estén doradas y crujientes. El tiempo de horneado puede variar según el tamaño de tu horno y el grosor de las semillas.

6. Retira las semillas de calabaza del horno y déjalas enfriar completamente antes de consumirlas.