

La ciencia dedicó muchos esfuerzos para encontrar el secreto a la vida eterna y cada vez está más cerca de cumplir el objetivo. Un reciente estudio reveló cuál es la dieta para vivir hasta los 100 años de edad de manera sana.
La longevidad y la calidad de vida están relacionadas directamente a la alimentación, por lo que optar por ciertos tipos de comida y descartas otras puede ser muy beneficioso para la salud a largo plazo. Así lo determinó el Instituto de Longevidad de la Universidad de California del Sur.

El director del Instituto, Valter Longo, describió cuál es la mejor dieta y plan alimenticio para vivir más de 100 añosen forma saludable. El estudio se realizó frente al aumento de la expectativa de vida y el desafío de vivir más años sin enfermedades.
¿Cuál es la dieta mágica para vivir hasta los 100 años?
Junto a la práctica regular de actividad física y el manejo del estrés, la alimentación es uno de los pilares de la salud y la calidad de vida. La dieta mágica antienvejecimiento consiste en eliminar de las comidas, lo que el experto en longevidad denominó como "las 5 P venenosas".
Para Longo, profesor de gerontología y autor de La dieta de la longevidad, un estilo de alimentación que garantice los 100 años de vida debe estar basada en la dieta mediterránea original. Y advirtió que cada vez son menos las personas que la siguen, mientras la juventud sufre de obesidad por su mala alimentación.
"Las 5 P venenosas" prohibidas en la dieta mágica de la longevidad
Pizza
La pizza, especialmente la elaborada con masa tradicional y abundantes ingredientes grasos como queso, pepperoni y embutidos, puede ser muy calórica.
También contiene grasas saturadas y colesterol. La pizza con queso, especialmente con quesos grasos, tiene un alto contenido en grasas saturadas que pueden aumentar el colesterol LDL ("malo") y el riesgo de enfermedades cardíacas, un consumo excesivo puede contribuir al aumento de peso y la obesidad.
Pasta
Las pastas en todas sus formas tienen un Índice glucémico alto, sobre todo la pasta blanca, lo que significa que puede elevar rápidamente los niveles de azúcar en sangre. Esto puede ser un problema para las personas con diabetes o prediabetes.
Además representan un bajo contenido de fibra. Esto puede contribuir al estreñimiento y otros problemas digestivos.
Proteínas
Las proteínas pueden representar una sobrecarga de los riñones e hígado, ya que generan desechos como amoniaco, urea y ácido úrico que los riñones e hígado deben eliminar. Un consumo excesivo de proteínas puede sobrecargar estos órganos y afectar su funcionamiento.

Y como si fuera poco, las proteínas requieren más agua para ser metabolizadas que otros macronutrientes. Un consumo excesivo de proteínas sin una adecuada ingesta de agua puede provocar deshidratación.
Papas
La papa blanca aporta pocos nutrientes, no es una buena fuente de vitaminas, minerales y fibra, especialmente si se pela antes de cocinarla. Mientras que las papas verdes o germinadas pueden contener solanina, una toxina que puede causar malestar gastrointestinal.
Pan
El pan tradicional contiene gluten, una proteína que puede ser perjudicial para personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten. Algunos panes integrales pueden contener fitatos, que pueden afectar la absorción de algunos minerales.
El pan, especialmente el industrial, puede ser alto en sodio, lo que puede aumentar el riesgo de hipertensión arterial. Y contener azúcares añadidos, especialmente los de molde, que no son saludables.















